35

53 12 0
                                    

El castaño se encontraba junto al rubio buscando los regalos, debía comprar uno más por James. Ya había conseguido los demás regalos, pero ya estaban a tres días de navidad y aún no sabía que regalarle al rubio.

El menor no dejaba de quejarse de todas las bolsas que lo hacia cargar, soltaba queja tras queja sin dejar de caminar arrastrando los pies.

Era raro no ver a el rubio molestando a todo el mundo, Dirksen era el chico más insoportable, de la buena manera, que había conocido en toda su vida. Solía molestar a todos en el trabajo junto a Nate, eran el par de desastrosos según todos.

-Ya deja de tirar mala onda Drew, o yo voy a tirarte por alguna vitrina. -Comentó en un tono bromista Ball mientras terminaba de pagar otro regalo, debía descartar eso de su lista.

-Entonces vámonos, ya me duelen los brazos. -Estiró sus brazos mostrando las pesadas bolsas que colgaban de ellas. Tal vez, el rubio tuviera razón de estar mal diciendo a todo lo que se cruzara en su camino.

Suspiró rindiéndose, tomó algunas bolsas y justo cuando le diría que ya podían irse, notó una cabellera rizada dentro de un local. Sin decir nada, caminó a la librería con una sonrisa y seguido de un rubio algo histérico.

Dejó todas las bolsas en la entrada y se dirigió a tomar del brazo al chico que vestía el uniforme del lugar.

-¡Levi! -Abrazó al menor riendo, Drew los observaba algo confundido. Trataba de recordar de donde conocía a ese chico bonito. -¿Cómo has estado?

-¡Ey, Conn! -Lo saludó de vuelta el de rizos sin reparar en la presencia de un tercero. -Muy bien, tu seguro andas buscando los regalos. -Comentó sonriendo, conocía lo suficiente a Ball como para adivinar lo que él estaba haciendo en el centro comercial.

-Acertaste, ahora debo elegir un regalo para James. Quedate con Drew así no se queja tanto por un rato. -Sin dejar protestar a ninguno de los dos, tomó algunas bolsas y salió del local a toda prisa.

Ambos chicos se miraron por un tiempo, no hacían más que mirarse a los ojos y tratar de pensar en que decir para no meter la pata. Levi estaba muy nervioso y jugaba con el borde de su remera, no era el tipo de chico que se ponía nervioso por cualquier cosa, no claro que no.

Sin embargo, ese chico de ojos claros hacía que todo su cuerpo quedara inmóvil, su cerebro no reaccionaba cuando ese chico estaba a menos de dos metros de distancia.

Se sentía estúpido por actuar así.

Casi deja caer los libros que tenía en sus manos cuando el rubio se acerco y paso su dedo por la mejilla del rizado.

Abrió su boca para hablar pero nada salía de ella, estaba confundido.

-Tenías una pestaña. -Estaban tan metidos en su mundo que no notaron al castaño que se acercaba con un ramo de flores.

Flowers » JonnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora