Te habías pasado casi todo el día con tu mejor amigo; Kageyama.
Desde que te mencionó sobre sus sentimientos hacia Yachi se habían hecho más unidos, ya que le ayudabas a progresar con ella.
-Entonces, ¿qué tienes que decirle en cuanto la veas?—Preguntaste por tercera vez.
-B-Buenos días, Yachi.—Repitió por tercera vez igualmente.
-¿Yachi...?—Alzaste una ceja.
-Yachi-chan...—Continuó.
-¡Muy bien, Tobio!—Lo abrazaste.
Él correspondió tu abrazo con una pequeña sonrisa y un "gracias".
El descanso acabó y de nuevo, no tuviste oportunidad de estar con tu novio debido a las "sesiones" con Kageyama.
Era la 4ta vez ésta semana.
(...)
Saliste de tu clase de música algo tarde, por lo cual supusiste que los chicos ya habían empezado la práctica.
-¿_____?—Te llamaron desde atrás.
-Ah, Tobio.—Suspiraste aliviada. -¿Qué haces aquí? Creí que estarías en el gimnasio.
-Lo mismo me pregunto yo de ti—Dijo caminando junto a ti.
-Mi clase de música terminó más tarde, ¿y tú?—Preguntaste.
-Lo mismo, pero con la clase de Biología—Suspiró.
-Ya veo.—Pensaste en algo para hablar. -¿Y qué tal te fue con ella?—Bajaste y subiste las cejas.
-B-Bien...—Frunció levemente el ceño. -Me respondió, ¿eso es bueno, no?
-Bastante.—Sonreíste.
Pararon cuando estuvieron frente las puertas del gimnasio.
-Decirle "te ves bien hoy" o "eres genial" también ayuda.—Abriste las puertas.
-¿Funcionará?—Alzó una ceja.
-Eso hice con Hinata.—Reíste. -¡Pero no le digas!—Susurraste.
-¿Decirme qué?—Preguntó una voz familiar para ti; Hinata.
-¡S-Shōyō!—Te sorprendiste. -N-Nada, ¿verdad, Tobio?—Le diste un codazo.
-No es nada, idiota.—Sonó natural.
El hecho de que ambos llegaran juntos y peor aún, secreteándose, dejaba a un Hinata deprimido y enojado.
Después de sentarte en la banca junto con Kiyoko y Yachi observabas a Hinata distante y desconcentrado.
-¡Vamos, Tobio!—Gritabas para que el nombrado fuera notado por tu amiga.
Lo cual funcionaba, así que seguías haciéndolo.
(...)
-Hinata, Kageyama.—Los nombrados voltearon. -Les toca limpiar el gimnasio hoy.
Hinata solo asintió sin ganas, mientras que Kageyama se lamentaba mentalmente.
Había prometido acompañar a Yachi a su casa después de la escuela y tú lo sabías. No ibas a permitir que se arruinara su plan.
-¡Daichi-senpai!—Levantaste la mano. -¿Puedo tomar el lugar de Tobio?
-______, no es necesario.—Tu mejor amigo colocó una mano en tu hombro. -Es mi deber.
Pero tú le miraste con la peor cara que pudiste.
-Anda, Tobio-chan.—Dijiste "amablemente", como solías hacer cuando te enojabas con él.
Él solo suspiró resignado.
-¿Estás segura, _____-chan?—Daichi alzó una ceja.
-Completamente.—Sonreíste.
-Bueno, suerte a ambos.—Dijo y abandonó el gimnasio junto con los demás.
Suspiraste una vez que la puerta fue cerrada.
-_____.—Hinata te miró.
-¿Si?—Le miraste de igual manera.
-¿Ya no me quieres?—Preguntó desanimado. -¿Es por que no soy alto?
Te quedaste en shock cuando cayó de rodillas y soltó el llanto.
Rápidamente te tiraste enfrente de él y lo abrazaste poniendo su cabeza en tu pecho.
-No digas eso, Shō-kun.—Acariciaste su cabello. -Claro que te quiero, es más, te amo.
El llanto de tu novio disminuyó y habló.
-¿E-Enserio?—Arrugó la naríz. -¿Y por qué pasas más tiempo con Kageyama que conmigo?
-Estaba ayudándole con Yachi, pero no quería que nadie supiese.—Le sonreíste levemente. -No necesitas estas celoso.
Se separó un poco de ti para verte a la cara.
-Dime que me amas.—Pidió.
Te subiste sobre su regazo, rodeaste su cuello y lo besaste tiernamente.
-Te amo muuucho.—Susurraste.
Rodeó tu cintura con sus brazos.
-Amo tu cabello.—Jugaste con algunos mechones de éste. -Amo tu naríz.—La besaste. -Amo todo de ti, Shō-kun.
Ahora él fue quien te besó apasionadamente.
-Oigan, ¿no vieron mi lig-...—Las puertas se abrieron dejando ver a Asahi.
Ambos voltearon rápidamente.
-Olvídenlo...—Cerró lentamente la puerta.
El pobre se había quedado traumado.
.
.
.Esa noche hubo mucha actividad y no por limpiar el gimnasio.
Fin.
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𝚌𝚎𝚕𝚘𝚜 | hq!!
Fanfictiondiferentes situaciones, pero todo empieza por algo: celos. resubido y sin editar.