-¡Hey hey hey!—Gritó llamando la atención de todos.
-Kōtarō, no grites.—Golpeaste su estómago levemente.
-Es que eres importante.—Te guiñó un ojo.
Rodaste los ojos con un ligero sonrojo en tus mejillas.
-Ella es _____ _____, mi amiga.—Te tomó de la cintura y te alzó como si fueses una figura de acción.
Rápidamente te soltaste de su agarre y caíste al suelo.
-Mucho gusto.—Sonreíste ampliamente.
Rápidamente ambos equipos te rodearon, dejándote fuera del alcanze de Bokuto.
-Que tierna eres~.—Te revolvieron el cabello.
-Eres muy pequeña.—Lev rió con ternura.
-¿Cuánto mides?—Preguntó Hinata con un brillo en sus ojos.
-Un metro con cincuenta centímetros, ¿por?—Sonreíste apenada.
-Bueno, es que eres muy pequeña, ______-san.—Dijo Kageyama.
-¡Kageyama!—Le reprendió Daichi. -Lo siento.—Sonrió.
-N-No se preocupe.—Rascaste tu nuca. -Me lo dicen a menudo.—Pensaste.
Cada uno se presentó, otros con más entusiasmo que otros.
-Bueno, bueno.—Se abrió paso entre todos. -Es hora de que nos vayamos ______-chan.—Te tomó de la mano.
-¡Espera! _____-chan, ¿me pasarías tu número?—Preguntaron.
-Claro.—Sacaste tu celular ya que no te lo sabías perfectamente.
-Claro que no.—Te arrebató el aparato de las manos y lo metió a su bolsillo.
-¡Hey!—Frunciste el ceño.
-Es hora de irnos, dije.—Empezó a caminar hacia la salida arrastrándote.
Algunos chicos iban a interferir, pero fueron detenidos por Kuroo.
-Está celoso, no le pasará nada.—Rió. -Seguro se confiesa a lo tonto ahora.
Cuánta razón tenía ese maldito gato.
(...)
-¿Me puedes decir qué te pasa? Y dame mi celular.—Te soltaste de su agarre.
Bokuto hizo un gran puchero y se cruzó de brazos.
-¿Por qué lo haces tan difícil?—Susurró.
-¿El qué?—Alzaste una ceja.
-Decirte que me gustas.—Suspiró.
Quedaste de piedra.
-¡E-Espera, ¿lo pensé o lo dije?!—Abrió los ojos como platos.
-L-Lo dijiste...—Volteaste hacia otro lugar sonrojada.
-¡Maldición!—Se tomó del cabello.
-T-Tú también me gustas.—Sonreíste apenada.
-Entiendo, solo ami-... ¿¡qué!?—Gritó escandalosamente.
-Shh.—Colocaste un dedo sobre tus labios. -Dije que me gustas, y mucho.
Te tomó de la cintura como antes, solo que ahora te dió vueltas en el aire mientras reía.
-¿Quieres ser mi búhovia?—Preguntó.
-Claro que sí, "búhovio".—Reíste.
Fin.
Escribí esto escuchando a Joan Sebastian, basta xdd
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𝚌𝚎𝚕𝚘𝚜 | hq!!
Fanfictiondiferentes situaciones, pero todo empieza por algo: celos. resubido y sin editar.