Ambos chicos caminaban de camino a la residencia Tsukishima, esos chicos eran ______ y Kei.
El rubio te había invitado —a su manera— a su casa para estudiar juntos.
Aunque no contaba para nada que su hermano mayor estuviese en casa, y peor, halagándote todo el tiempo.
(...)
Habían terminado de merendar y se disponían a estudiar, cuando de repente la puerta principal se abrió.
-¡Estoy en casa!—Anunció una voz familiar para ambos.
-¡Aki-nii!—Gritaste mientras corrías hasta la entrada.
Conocías al hermano mayor de tu mejor amigo, aunque casi no lo veías le querías mucho, como tu propio hermano mayor.
Te lanzaste a sus brazos en cuanto lo viste, hacía meses que lo no veías.
-¡_______-chan!—Exclamó feliz. -Estas más alta y linda.—Halagó.
Se te iluminaron los ojos, Akiteru era todo lo contrario a Kei.
-Gracias.—Sonreíste con un sonrojo notable.
Después de tu cálida bienvenida, subiste a la habitación del otro chico.
-¿No vas a saludar a tu hermano?—Preguntaste adentrándote en la habitación.
-No.—Contestó mientras seguía leyendo.
(...)
Cada uno estudiaba por su parte, aunque de vez en cuando le preguntabas al rubio sobre algunas dudas que surgían.
Se escucharon tres golpes en la puerta.
-Pasa.—Musitó -con irritación-.
-Les traje algo.—Entró en la habitación con varios tipos de chatarras.
-Muchas gracias.—Despegaste la vista del libro y le dedicaste una calida sonrisa.
-¿Siguen estudiando?—Preguntó aún sabiendo la respuesta. -_________-chan es muy inteligente, seguro me irá muy bien.
Acarició tu cabeza con ternura, por tu parte tu cara ardía antes las acciones del mayor.
El menor de los hermanos por mucho que quisiera no podía pasar por alto tus sonrojos y las palabras de su hermano.
-Quisiera tener siete años menos y estar contigo en la preparatoria.—Te comentó.
En la mente de Kei, su hermano estaba siendo algo pedófilo.
-Ya es tarde.—Dijo de la nada. -Voy a acompañarte a tu casa, toma tus cosas.
¿Te estaba corriendo? Sí, creo que sí.
Le miraste extrañada, pero aún así tomaste tus cosas y saliste de la habitación con los hermanos detrás tuya.
-Adiós, Aki-nii.—Agitaste la mano antes de salir -casi a rastras-.
Hubieses querido abrazarle, pero tu mejor amigo casi te lanza a la calle.
-¿Qué te pasa, eh?—Frunciste el ceño. -Primero me invitas y luego me corres.
Escuchaste un suspiro pesado de su parte.
-Eres una idiota.—Se cruzó de brazos.
Ibas a reprochar, pero continuó.
-Te sonrojas por lo que otros chicos te dicen, es patético.—Volteó hacia otro lugar. -Si te dijeras que me gustas, ¿también te sonrojarías como lo haces con ellos?
No entendías a qué se refería, o mejor dicho, de que mierda estaba hablando.
-Sigues siendo tan tonta como el día que te conocí.—Rió con burla. -Pero... aún así no puedo evitar amarte.
Te sonrojaste como nunca antes gracias a esas palabras que esperaste desde que le viste.
-Tú también me gustas.—Sonreíste con pequeñas lágrimas en los ojos.
El chico se agachó a tu altura y juntó sus labios lentamente.
Mientras que por otra parte, el chico de veintidós años grababa toda la escena.
.
.
.-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
-¿Qué tipo de declaración es esa?
-"Patético" JAJAJAJAJAJAJA.
-¿Le dijo tonta?
Y más cosas así decían los del equiponde voley ante la rara declaración del megane.
Sin duda, un video que valía oro.
Fin.
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𝚌𝚎𝚕𝚘𝚜 | hq!!
Fanfictiondiferentes situaciones, pero todo empieza por algo: celos. resubido y sin editar.