Esmeralda Hill
Joe se ha quitado la camiseta y Joel lo anima a seguir golpeando el saco.
Joel se había convertido como en un tío, era un hombre de al menos sesenta y cinco años, era otro de mis mejores amigos.
Claro... Todos mis mejores amigos vivían en esta casa, era lo único que conocía, pero poco a poco empecé a acostumbrarme a ello.
Sin embargo, ahora, me parecía absurdo tener que permanecer en casa todo el tiempo, salir solo con guarda espaldas, tener todo paso que daba planeado.
Todo lo que ahora rondaba en mi cabeza, caía en ese chico tremendamente guapo que envidiaba con todas mis fuerzas.
Él podía salir de aquí, irse con su novia o lo que fuera, tomar alguna cerveza, salir a caminar al parque tomado de la mano de su pareja, y regresar a la hora que quisiese.
Yo no.
-Es guapo, ¿verdad? -murmura Amélie.
-Lo es... -suspiro.
-¿Qué sabes de él? -susurra.
-Sé que tiene una novia y conozco a algunos de sus amigos.
-¿Tiene novia? -resopla indignada.
-Eso creo...
-¿Cuántos años tendrá? -pregunta.
-Supongo que unos veintitrés, no lo sé la verdad.
Me levanto y retiro mi pants.
-No quiero emocionarte, pero te está viendo el trasero -se burla Amélie.
-¿Quieres ignorarlo y empezar con la clase? -esta vez digo un poco más enojada.
-Vale, vale. Comencemos.
Cuando por fin termino, me dirijo a las duchas, pues estoy bañada en sudor.
Lavo mi cuerpo delicadamente y froto mi cabello con mi shampoo favorito cuando la puerta del baño se abre y curiosa me asomo a ver si es Amélie.
Un suspiro masculino me desconcentra.
-¿Y qué se supone qué haga? -Joe está al teléfono.
Me quedo callada con el único sonido de la regadera inundando el lugar, pero no tanto como su voz ronca.
-Lo siento Liza, no puedes -una pausa-, porque le gustas a ese tipo.
Continúo escuchando.
-Si sales con él... ¡NO LIZA!, ¡NI SE TE OCURRA COLGARME!
Pronto termino de bañarme y busco la toalla a tientas sin encontrarla, maldita sea, la había dejado en la banca junto con mis demás cosas.
-Eh... -intento llamar la atención de Joe.
-Mierda, no sabía que solo había una regadera, lo lamento, me iré...
-¡No! -grito.
-¿Quieres que me quede? -dice burlón.
-Solo necesito que me pases la toalla -digo seria.
-Claro -una mano se asoma por la pequeña cortina.
-Gracias -suspiro apenada.
-Oye... Sé que sabes que no me agradas, pero ya que escuchaste toda mi conversación, ¿tú qué harías?
Habla de la chica con la que hablaba, la cual estoy segura que era su novia.
-Creo que le permitiría hacer lo que ella quisiera. Confiaría en ella.
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Lucharé por ti | (Eres hermosa para mí #2)
RomanceSegunda parte de "Eres hermosa para mi". La vida de Joe da un giro de ciento ochenta grados cuando deja Nueva York y se muda a las Vegas. Nuevos comienzos son los que él busca, dejar atrás el torturoso pasado, y el recuerdo de su primer amor. Pero n...