Joe Joauven.
—¡No te atrevas a mirarla! —me dice Tyler.
Me quedo callado, en serio este hombre me intimida.
—No te vuelvas a acercar a mi hija, o...
—Señor, con todo respeto. Su hija no me interesa, lo único que hice fue traerla, porque por sus condiciones, no me parecía lo más inteligente dejarla ir...
—Que ni se te ocurra decirle a nadie sobre esto, toma —saca dinero de su bolsillo y me ofrece el billete.
Lo observo con desagrado.
—No creo que eso...
—¿Sea suficiente? —saca más dinero y me lo vuelve a ofrecer.
—En realidad no quiero su dinero —digo ofendido.
—Toma —mete el dinero en mi bolsillo delantero de la camisa y golpea mi hombro.
—Señor —intento sacar el dinero pero me interrumpe.
—Solo mantente callado.
Entro a casa cansado, así que inmediatamente después de cerrar, me aviento contra el sillón y me quedo completamente dormido.
—¡Levántate! —grita Aarón.
—Maldita sea, cállate —tomo el cojín y lo presiono contra mi oído.
—Amigo, te tengo que contar algo muy fuerte.
—Dime —me incorporo y froto mi rostro.
—La chica de anoche, Esmeralda —asiento—, es hija del boxeador Tyler Hill, estoy seguro que lo conoces.
—Claro que lo conozco, hace unas horas, dejar a esa chica fue un terrible lío.
—Cuéntame —se sienta a mi lado.
—Pareces chica —digo cuando se acomoda para escuchar mi charla.
—Solo dime.
—Me pidieron que no dijera nada, pero creo que la relación padre e hija no es muy buena que digamos —suspiro.
—¿Qué pasó?
—Que me pagaron para que me callara —le enseño los quinientos dólares.
—Mierda, viejo.
—Como sea, ¿qué hora es? —me levanto.
—Once treinta —dice Aarón.
—¿¡Qué!? —me meto veloz a bañarme y me pongo lo primero que encuentro.
—¡Amigo! —volteo a verlo asesinamente
—¿Qué? —me enseña mi cartera, así que rápido la tomo y salgo corriendo.
Corro lo más que puedo y por primera vez en tantos meses, hoy era la primera vez que llegaba en quince minutos, mi turno empezaba a las doce, y apenas eran las doce con cinco.
—Tarde de nuevo, marica —Tyler me golpea el hombro y lo observo caminar altanero al área donde están las peras.
—Tyler me contó lo de anoche —la voz del tipo al que una vez vencí me sorprende.
Volteo a verlo fijamente.
—Gracias por cuidar de ella. Pero más te vale no pensar en ella ni recordar nada de lo sucedido, ella es mi novia.
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Lucharé por ti | (Eres hermosa para mí #2)
RomanceSegunda parte de "Eres hermosa para mi". La vida de Joe da un giro de ciento ochenta grados cuando deja Nueva York y se muda a las Vegas. Nuevos comienzos son los que él busca, dejar atrás el torturoso pasado, y el recuerdo de su primer amor. Pero n...