Lucharé por ti | (Eres hermosa para mí #2)

VI

Esmeralda Hill

Los disparos de la cámara son cegadores, mi cabeza me palpita con fuerza, aplaudo y después de que Abel se toma fotos con mujeres vestidas de la marca que patrocina la pelea, subo por órdenes de su agente para tomarme fotos con él.

Apenada, dejo que me apriete fuerte de la cintura sonriente y después me da un casto beso en los labios.

Cuando todo termina, ambos nos subimos a autos diferentes, ya que él está dispuesto a ir a celebrar una vez más, sin embargo le dije que me dolía la cabeza y que prefería descansar.

Al llegar, pude ver a Abril preparando la cena y para acompañarla, me acomodé en un taburete frente a la isla.

—¿Cómo va todo? —pregunta.

—No lo sé —murmuro.

La veo poner verduras en el vaporizador y se recarga en un lado cómodo de la mesa.

—Me enteré de tu salida espontánea con el chico nuevo...

Sonrío abiertamente y ella chasquea los dedos.

—¡Te gusta! —dice emocionada.

—¿Qué? —frunzo el ceño—, claro que no.

—Entonces ¿a qué se debe esa sonrisa que no había visto desde hace tanto tiempo?

—Yo... No lo sé —murmuro.

—Solo habla —pide.

—Ese día papá y yo discutimos mucho. Últimamente estamos discutiendo muchísimo, se sintió tan culpable que Joe le pidió que nos dejara salir a tomar algo, pero a pesar de que las cosas no fueron tan geniales para él, me la pasé excelente.

—¿Lo ves? —murmura entre dientes.

—¿Qué cosa? —respondo.

—No quitas esa sonrisa cuando hablas de él.

Me recargo en el respaldo y continúo viendo a mi mejor amiga fijamente.

—Creo que nadie te había hecho sentir de este modo...

—Me contó muchas cosas, sobre una relación que tuvo antes de la que actualmente terminó. Al parecer, aún no olvida a esa chica.

—Mierda...

—Lo sé —suspiro.

—¿Qué te contó? —pregunta.

Le cuento lo más esencial, hasta llegar a la parte en la que me dijo que aún no la olvidaba, y el momento en el que le dije que la buscara.

—Que tonta —murmura.

—¿Qué hice?

—Es obvio que el chico te interesa, no importa el modo en el que te interesa, solo que lo hace. Imagina que la vuelve a buscar... ¿Qué vas a hacer si se queda de nuevo con ella?

—Abril... Te estás adelantando muchísimo. Joe me agrada, pero estoy con Abel...

—No por elección —contesta.

—Es solo que Joe... Es espontáneo, divertido incluso.

—No olvidemos lo guapo que está.

—Guapo e interesante. Es incluso testarudo, pero...

Veo como enarca las cejas y me doy cuenta de lo perdida que estoy pensando en él.

—Pero no me gusta, Joe es solo un amigo.