Ella es Flor una chica muy difícil en cuestión de actitud, que muchas veces atrae los problemas así como un imán, pero eso no es todo es la chica perfecta para aparecer en situaciónes incómodas. Puede llegar a ser tímida en muchas ocasiones, siempr...
El ruido meramente insoportable de la alarma resonó en mis oídos como una especie de vibrador. Miro el reloj con los ojos algo entre cerrados, era las siete y quince minutos. Otra día más, ruedo los ojos sin mucho interés. Quite las sabanas que estaban enredadas en mi piernas y me levante.
Me dirigí al baño a hacer mis necesidades, cepillar mis dientes y darme un baño. Suelto un suspiro atropellado acompañado de un bostezo y bajo entre dormida hacia la cocina. Me preparo un poco de cereal y en ese preciso momento me llega a la mente la fiesta. ¡Mierda! casi lo olvido. Corro a mi habitación entro todo en mi mochila y luego hago un desastre en el clóset buscando que ponerme. Hasta que de sido ponerme un vestido azul simple. Es mejor estar bien que llamar demasiado la atención.
Me puse esto
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Ya estando lista rápidamente me voy al carro, coloco mis cosas, me pongo en el asiento del copiloto para luego esperar a mi madre y mis hermanos.
Que luego veo cómo van llegando.
—A ver cariño, ¿tiene todo para la fiesta esa?—preguntó mi madre de forma seca y sin disimular el poco interés que tenía sobre aquello, acaso está molesta o algo.
— Si—afirmo en respuesta, desviando mi mirada al pequeño parabrisas.
Hoy es un día normal, el sol como siempre está que arde y está demás decir que el calor no se aguanta ni un poco, por suerte en el carro hay aire, sino fuera así estuviera llena de sudor.
Minutos más tarde llego al colegio, lo primero en lo cual mi vista se queda fija es en las ropas que tienen algunas chicas, y yo que pensaba que este colegio era decente. Pues gran equivocación la mía. Muchas de las chicas están vestidas con ropas muy provocativas ni que esto fuera un prostíbulo. Imnoro por completo a esa chicas y solo me dirijo a mi curso. Cuando llegó saludo a todos mis amigos para solo sentarme en mi silla. Me mantengo callada ya que Ananda esta en el curso.
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Se podía oír la música desde un par de casa atrás. Cuando bajo del autobús, muchos salen corriendo sin darse cuenta de que pisan pies, corrección mis pies. Me quedo observando detenidamente y pasmada la enorme casa en la cual me encuentro. Dos piscinas extensa, un patio bellísimo, es el triple de lo que es mi casa.
—¡Hey Flor! pero espérame —escucho a alguien a mis espaldas, me detengo al instante ya que reconozco que es Ana, veo que está vestida muy bien no va exagerada ni como puta, más bien tiene un estilo casual.
