Capítulo 26

50 0 0
                                    

Al verme, la mujer abrió los ojos como platos y emitió en un susurro "discúlpame" al hombre de cabello azul. Por las mejillas de la individua resbalaban unas densas y consistentes lágrimas. Se acerca a mi y toca mi mejilla.

-Sam... Bebe...

Dando vuelta mi cara, de manera tal de despegarme de su mano, le espete, casi escupiendo: -No me llames así, ni siquiera me conoces. Tampoco me toques, me da asco la gente como tu - le grite- Me va a matar cierto? Pensé que esto era un "refugio" para la gente que estaba contra el gobierno, pero al parecer aquí también están ustedes. Mataron a todos mis seres amados y ahora me quieren asesinar a mi- lagrimas de furia corrían por mis mejillas- Pues bien, pero escuchen esto, se van a pudrir en su propia mierda! Asesínenme, no tengo nada que perder...

-Samantha. Escúchame

No sé porque, pero su tono autoritario y decidido me hizo parar. Sus azules ojos se posaban en mí, y solo en mi.

-Darkson- le dijo al hombre, pero sus ojos todavía estaban posados en mi- quiero que le prepares una cama en mi habitación en el edificio gris. Ahora. Yo estaré con ella en la tienda de mapas.

El hombre y la mujer que me sostenían, aflojaron los brazos y me soltaron. Daria me ayuda a levantarme y me arrastra hacia una tienda de color rosa antiguo con algunos parches en ella. La tienda era enorme. Posada en el medio habia una mesa, no muy grande, y sobre ella, papeles escritos, bolígrafos y en el centro de la mesa, un arma. En una esquina de la carpa, dos sillas de madera esperaban ansiosamente a su próximo cliente.

-Siéntate por favor- y obedecí.

Me senté frente a ella

-Me piensas matar aquí? Alejado de tu gente? Para llevarte todo el credi....

-SAMANTHA!

Me quede petrificada. Abrí los ojos como platos y lo único que hice, fue mirarla.

-Me permites decirte algo?

Asentí, como cuando un perro obedece a su dueño, levemente con la cabeza.

-Yo conocía a tu padre. Demasiado bien debería decir. Tu padre... Tu padre era mi hermano, por la cual, yo, soy tu tía.

-Mi padre no tenia hermanos- me apure a decir

-Eso te dijo. Nunca te lo ha dicho porque siempre quiso protegerme, protegerme del gobierno. Antes de que tu nacieras, tu padre y yo vivíamos un poco más alejados de aquí, con nuestra madre, ya que nuestro padre había muerto. Tu padre era el dueño de todo esto, digamos seria el "jefe". Pero un día, tuvimos que ir a la ciudad, como comunes civiles, solo para estudiar un poco más de cerca la ciudad, y tu padre se enamoró. Después de eso, el se rehusó a volver a nuestro área y prometió quedarse ahí y hacer su vida allí. Eso fue lo que hizo. Pero tu padre no podía simplemente decirle a su amada que él era un "enfermo" y que tenía a una familia dentro del bosque, así que lo oculto. Nos oculto. Me oculto, para que no nos encontraran. Y te oculto, de mí. Desde que naciste, he estado infiltrada en el gobierno para controlarlos, a tu padre y a ti y sonsacándole información a el estado. El día en el que yo me presente a ti como tu supervisora, Amanda Richards, una persona que ni siquiera existe, estaba llorando, si, porque no soportaba la idea de tener que verte sufrir viviendo toda una vida con una mentira. Iba a darte una señal para acercarte al bosque hasta que ocurrio lo de tus dos amigos, esta mañana y tu viniste a mi...

-Espera, espera- dije atónita- dijiste "tener que verte sufrir viviendo toda una vida con una mentira" que es eso?

-Significa que... Significa que no eres "normal" que eres "enferma". No podía dejar que publiquen ese resultado ya que, todo el gobierno te busca desde hace mas de cinco meses. Si publicaban que eras enferma tendrían una razón de matarte, y no podía permitir eso, entonces cambie tu prueba y te puse normal en el registro.

Ya no me interesaba si era enferma o normal, ya que siempre sabía que algo estaba mal en mí. Ahora lo entiendo, mi padre estaba enfermo también, yo soy como mi padre. Hago la única pregunta que viene a mi mente.

-Como que mi padre era el "jefe" de todo esto? Eso es imposible. Mi padre apoyaba a la mayoría de cosas al gobierno

-No, no lo es, el era dueño de todo esto, y cuando el se fue, quede yo a cargo. Nunca estuvo de acuerdo con el gobierno, siempre les parecieron unos corruptos pero si el demostraba eso, lo iban a descubrir, y eso significaba peligro para ti. Callo. Después de varios minutos de un silencio muy incomodo digo.

-Entonces no me van a matar?

Daria esbozo una sonrisa y rio

-No, no lo haremos- y acto seguido, me dio un abrazo. Mis costillas casi se quiebran. Daria era una persona menuda pero tenía cierto musculo, supongo que por todos estos años de acción.

En mi oído susurra: Estoy tan feliz de verte, bebe.

Daño GeneticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora