En cuanto subí a mi habitación, me acosté. Estaba demasiado cansada. Mi cama estaba suave y acolchonada, como si por dentro estuviese rellena de plumas. Cerré los ojos e instantáneamente me quede dormida.
Al otro día, al darme vuelta sobre mi cama, choco con un cuerpo duro y protector. Me levante dando un leve grito y veo a Fred a mi lado. Toco mi pecho y exhalo e inhalo, me había llevado un buen susto. Me tapo la cara con las manos y respiro.
-Que paso?-Dice Fred un tanto desvelado
-Me has dando un buen susto- digo y lo abrazo. Apoyo mi cabeza en su cuello, en el hueco de su cuello mientras el acaricia mi pelo.- Eres un idiota, me has asustado sabes?- Escucho su leve risita que hace que me derrita. –No te rías, no ha sido gracioso. Y, como entraste de todos modos? Porque Peter no te habría dejado entrar ni aunque yo estuviera muriendo.
-En realidad fue él, el que me llamo para que venga.
Me levanto rápidamente y pongo cara de confusión:
-Qué?
-Sí, ha sido el. Esta mañana me llamo para decirme que venga contigo, me explico lo que paso ayer y me ha dicho que estuvo mal lo que ha hecho, por eso me invito. Y al llegar, el me abrió la puerta y me dijo que suba, me dijo que se iba a trabajar. Tu madre ha salido hace unas horas tras de él. Así que, estamos solos.
-Qué hora es?
-Son las diez
-Como te atreves a darme tal susto a las diez de la mañana?!
-Lo había planeado para las nueve, pero no pudo ser
-Bueno espero que el haberme levantado valga la pena- Dije yo tirando de su remera hacia mi
-Que haces?- Dijo el esbozando una sonrisa
-Haciéndolo valer la pena- Dije con un tono de obviedad, y lo besé. Me agarro con las dos manos las mejillas y me beso con más intensidad.
Al cabo de unos instantes me solté y dije:
-Tengo hambre, vamos a desayunar- y acto seguido me pare
-Yo te voy a hacer pasar por alto el hambre- dijo el parándose y agarrándome de la cintura
-No, qué asco. Yo solo quiero una tostada, no quiero que me toques- Dije y me solté riendo a carcajadas.
-No hay nada para desayunar, ya me he fijado. No hay absolutamente nada, Sam, las personas tienen que vivir sabes?- pregunto en tono de broma
-Mira quien lo dice, el que hace un segundo quería saciar su hambre con algo más. Vamos a lo de Mad a desayunar, de seguro ella tiene algo.
-Eso fue hace un segundo- y esbozo una sonrisa- Sam.. –y me miro de arriba abajo- te das cuenta que no estás usando pantalón verdad?
Mierda. Me había olvidado. Tengo puesta una remera azul que me llega a los muslos antes de las rodillas, que era de mi padre. No puedo evitarlo, y en ese instante trato de estirarme la remera hacia abajo. Y para completar mi bochorno, no tenia puesto nada sobre el torso, solo la fina tela de la remera.
Me doy la vuelta y le doy la espalda a Fred. Abro el armario y saco una remera negra lisa con tirantes y un short rosa decolorado. Tiro la ropa sobre la cama y me vuelvo hacia Fred.
-Te piensas cambiar delante mío?-Inquiere Fred con un tono de duda y rareza- Por mi está bien, pero…
-No, Fred. Sal un momento por favor
-Ya me parecía extraño todo esto
Salió de la habitación y yo me cambie rápidamente. Tome mi celular, le escribí a Madison y salí de mi habitación. Fred se da vuelta y me mira, de nuevo, de arriba abajo.
-Me gustaba más solo con la remera con aire descuidado- dice Fred decepcionado- Ahora para mi eres una desconocida, yo bese a la otra Sam. De esta no probé ni un beso- dice acercándose a mi
-Y no probaras ninguno porque yo, tengo hambre
-Está bien, entonces iré a lo de Madison corriendo y tal vez, antes de que llegues tu, ella y yo podram…
Levante una ceja y lo mire con cara desafiante. Me acerque, le agarre el cuello con los brazos y lo atraje hacia mí, y nuestros labios, quedaron a centímetros.
-Ve si quieres con Madison, no me importa
-Estás segura de eso? Nadie se resiste a esto
-Pues yo si. Y no juegues con eso- le dije y roce mis labios con los suyos
