MARLENE

CAPITULO 10

Abrí la puerta de mi casa y para nada era lo que yo esperaba, no estaba ese chavo encantador que me hacia soñar con un futuro juntos, al contrario estaba esa persona de mi pasado, con una sonrisa que en vez de atraer causaba desprecio, era como un signo de superioridad.

Ricardo parece suponer que puede tener a los demás bajo su disposición. Pero no. Ya no es el caso. - Di un paso atrás para cerrar la puerta, pero la empujo y me lo impidió.

- ¡Lárgate! ¿Qué haces aquí? no entiendes que no quiero volver a saber de ti?

- ¿Creíste que bloqueándolo de tus redes sociales no sabrías mas de mi? - me dice esto como insinuándome que no vale mi voluntad, sino la de el. - Pues no chiquita, no te libraras cuando tu quieras, no sera tan fácil.

-¡VETE! -Grito con todo el coraje que llevo reprimido por todo este tiempo. - Quiero gritarle muchas cosas mas, pero no quiero que me afecte y terminar llorando, no ahora que me he arreglado para salir con alguien que si vale la pena su compañía.

- No, no me iré, -Va a a seguir hablando pero en eso aparece mi hermano y lo interrumpe.

- Claro que te iras pedazo de cabrón y mas te vale no volver por aquí. - Puedo escuchar rechinar sus dientes, esto hace siempre que su coraje es mas que su fuerza de voluntad para contenerse.

-¿y si no que? - Se atreve a retarlo.

- Esto, hijo de puta. - lo empuja con fuerza y da un puñetazo en su cara.

Ricardo se tambalea, siempre ha alardeado de ser el mejor en todo, sus aires de grandeza intimidan a todos, tanto que nadie se atreve a desafiarlo. Corrección, no a todos; a mi fabuloso hermano no. Intenta devolver el golpe, pero mi hermano es mas rápido y antes de que lo toque ya logro darle un puñetazo en el estomago.

Nunca había presenciado un pleito en vivo, siempre eh evitando involucrarme en situaciones de este tipo, pero ahora no puedo evitar sentir una gran satisfacción, tiene mas que merecido cada golpe que le ha propinado mi hermano.

Oh, no... esto ya no esta bien. Veo a los dos tipos con los que se junta Ricardo, acercarse rápidamente. Son altos y muy fornidos. Siempre he pensado que se junta con ellos mas que por amistad por conveniencia, así nadie se mete con el por miedo a los golpes de estos guarros. 

Entre los dos comienzan a golpear a mi hermano, yo me asusto y grito, ¿Qué mas puedo hacer?. Esta claro que un golpe mio ni siquiera inmutaría a alguno de ellos y luego con tacón y vestido mucho menos puedo hacer.

Busco en mi bolsa mi móvil para marcar al sistema de emergencia, estoy desesperada; En eso escucho correr a alguien hacia nosotros, volteo a mi derecha y veo a Adal llegar, le quita a uno de los tipos a mi hermano.

Javier también esta llegando en su automóvil, se baja corriendo y comienza a golpear al otro grandulón, Ricardo se queda mirando, como sin saber que hacer, mi hermano respira hondo unos segundos para después recuperar su postura e  ir y continuar con lo que dejo pendiente. Ahora con mas ganas golpea a el idiota de Ricardo, como cobrándose la traición y humillación que este me hizo.

Hoy compruebo que es verdad eso de mas vale maña que fuerza, yo le cambiaría a, mas vale inteligencia que fuerza, cada golpe que el trió de idiotas recibió, fue bien pensado, bien acertado y ni decirlo, los pocos golpes que recibieron mi trió de chicos guapos fueron leves, tengo que presumir de sus buenos reflejos. 

Podría apostar que Ricardo no saldrá en varias semanas, no se expondrá a que se rumore que por fin alguien le dio su merecido, es demasiado orgulloso y engreído como para soportar eso. Lo mejor sera que no le quedaran ganas de molestarme a mi, al menos por un buen rato.

Después del pleito entramos todos a casa, espero que con esto mi hermanito mire con mejores ojos a Javy, aunque puedo percibir que tampoco es de todo el agrado de Adal. Me encantaría que ellos tres se pudieran llevar de maravilla.  Pero entiendo a mis dos chicos, no quieren que vuelva a pasar por lo mismo, aunque yo se que Javy no me lastimaria.

Mi hermano y Adal suben dejándonos solos. Entonces Javier toma mi mano y me pregunta si quiero cancelar la continuamos con lo que tiene planeado. Yo le digo que por mi parte continuamos, pero que decida el, pues el fue quien fue participe de una pelea.

Me pregunta que si no me importa salir con alguien que esta un poquito sudado y su ropa ya no luce impecable por participar en una pelea. 

Le respondo que si el pleito fue por ayudar a mi hermano, salgo con el encantada aunque estuviera lleno de moretones, sangre etc. hago una mueca de asco y suelto una pequeña risita. subo a avisar que saldré y me despido de a Adal.  

***

Vamos en su carro, me pregunta que música me gusta y le respondo que tengo un gusto muy variado. Entonces me pide que elija que escuchar hoy. Lo pienso un poco y le pregunto:

-¿te gusta morat?

- No, mucho pero si tengo música de el en mi USB. - ¿Cómo es posible que no le guste? pienso y ruedo los ojos sin que el me vea. 

Pasamos por calles que conozco bien, pero aun así no tengo la menor idea de a donde me puede llevar. Estoy nerviosa pero la música me relaja un poco.

Escuchamos: yo mas te adoro, mil tormentas, di que no te vas, mi nuevo vicio, estoy a punto de pedirle que repita esta ultima cuando me dice hemos llegado.