CAPITULO 44

19 1 0
                                    

Tenía miedo, por supuesto que tenía miedo. Pero estaba decidida a hacerlo, no sabía si al final me arrepentiría, sin embargo estaba dispuesta a arriesgarme, me preocupaba la reacción que pudiera tener él cuando se lo propusiera, pero casi podía asegurar que aceptaría, digo ¿Qué hombre rechazaría una oportunidad así?

Y estoy aquí frente a la puerta de su departamento, y aunque bien, él aun vive en casa de sus padres es una suerte que tenga este departamento disponible, lo he citado aquí y al ver su carro aparcado fuera me he dado cuenta que llego antes que yo.

Toco el timbre y nerviosa espero a que salga a abrirme.

- Marlene, ¿Todo bien? me sorprendió que me citaras aquí.

- Todo bien. - Respondí, aunque realmente nada estaba bien.

- ¿Y ese cambio tan drástico de look? - lo mire a los ojos con curiosidad como preguntando que le parecía, me barrio de pies a cabeza y viceversa y respondió.  - Me gusta, te vez hermosa, interesante y sexy, pero no necesitabas este cambio, siempre haz sido hermosa, por tu personalidad, por tu esencia.

Después de ese mini-discurso, se acerco a mi y me dio un abrazo y ese beso en la mejilla que nunca puede faltar cuando él y yo nos miramos, pasamos a la pequeña pero acogedora sala, Adal se sentó en uno de los sofas, no era necesario pedirme que hiciera lo mismo, entre nosotros no existían formalidades, pero seguí de pie frente a él, me observo y antes de que preguntara nada le dije:

- Quiero tener sexo con tigo.

- ¿Qué? - Responde atónito.

- Eso, quiero que mi primera vez sea contigo; ¿O tu no quieres? - Pregunte.

- Sabes que si, esa es mi mayor fantasía, pero ¿Tú estas segura?, toma en cuenta que eso es algo muy especial, de verdad ¿quieres que sea, aquí, ahora y conmigo?

- Precisamente, porque es muy especial quiero que sea con alguien muy especial, tu eres alguien muy importante en mi vida, se que puedo confiar plenamente en ti, hay una conexión hermosa desde pequeños, eres mi mejor amigo y sabes lo muchísimo que te quiero y quiero que sea contigo, con nadie mas.

Tomo una de mis manos, no dijo nada mas, solo se acerco lentamente a mi y acaricio mi rostro con su mano, yo sentía unas ganas inmensas de llorar, pero no quería que el notara mi tristeza, cerré mis ojos y pase mis brazos sobre su cuello, el unió sus labios a los míos y comenzó a darle tiernos y delicados besos a mi boca, al principio tarde un poco en responder a sus besos, pero poco a poco me deje llevar y disfrute de sus jugosos labios que jugaban con los míos.

Fue subiendo la intensidad, los besos cada vez eran mas apasionados, sentí una ligera pulsación en mi entrepierna, no era dolor era necesidad de llegar a mas. Adal me levanto del piso y yo rodé su cadera con mis piernas, camino con migo en brazos, hasta que me coloco despacio en su cama, beso cada espacio de mi cuerpo, mientras con dos de sus dedos dibujaba suavemente círculos sobre mi piel. La necesidad de sentirlo sobre mi crecía cada vez más.
De repente entro en mí y aunque lo hizo despacio hubo dolor, tengo que decir que Adal además de ser guapo estaba muy dotado, me retorcí un poco por el dolor mientras salieron unos gemidos involuntarios, el siguió moviéndose despacio y tratándome con mucha delicadeza, el dolor fue disminuyendo poco a poco hasta que fue sustituido por un placer exquisito, cuando me sentí cómoda cambie la postura y quedé yo arriba así pude controlar los movimientos, nunca había estado con nadie pero en varias de las historias que leía había escenas eroticas, así que por lo menos tenía el conocimiento teórico.

Y así nos amamos una y otra y otra vez hasta quedarnos dormidos del cansancio. Pero hay no paró la cosa, él me despertó a besos en la madrugada y comenzamos otra vez, el besándome completa, acariciando mi cuerpo, penetrándome una y otra vez, pasando de un sexo tierno a intenso que me hizo disfrutar al máximo, después de haber tenido esta excelente noche no entiendo porque pase tantos años sin probar esta magnífica experiencia.

MARLENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora