CAPITULO 22

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Son las 9:05 cuando llegó a su departamento, traigo puestas unas zapatillas color rojo que combinan con el color de mi labial, me siento alguien muy diferente nunca me había arreglado de esta forma.

Llevo mi cabello suelto el cual me llega hasta la cintura, lo traigo un poco más esponjado de lo que acostumbro, estoy demasiado provocativa pero no daré un paso atrás, no lo quiero pensar más porque puede ser que me arrepienta, así que sin más me quito los tacones y los tomo en mi mano, abro la puerta del departamento lentamente para que Javi no sé de cuenta y sigilosamente camino hacia la habitación lista para tener esa noche loca.

***

- Ah, Mmm si, así Javy tócame así, ah que rico, más más, oh si, me encanta, más duro mmm, Mmm, mmm.

- Asi te gusta nena, ha, porque mejor no bajas y me la chupas ah, así como tú lo haces.

- ¿Te gusta cómo te la mamo?

- Sabes que eso me vuelve loco.

- Yo encantada lo hago sobretodo si después me recompensas con un oral, desde hace más de 6 meses me mojo solo de recordar lo rico que se siente tu lengua en mi cosita.

No, no no, por Dios esto no puede ser, me quede pasmada al escuchar cómo mi prometido se tiraba a Julieth, escuchar la forma tan vulgar en la que se hablaban, saber que desde hace 6 meses la perra que fingía ser mi amiga y quien juro amarme siempre me veía la cara.

Sentí ganas de asecinarlos, de abrir esa maldita puerta y agarrarlos a golpes, no sé en qué momento las lágrimas comenzaron a salir, me sentía derrotada, humillada, pisoteada, burlada, sentía tristeza, coraje, decepción y dolor.

No sé si después de esto pueda volver a confiar y no sé cómo pero reprimí el deseo que tenía de enfrentarlos y por el contrario salí como entre, sin hacer ruido y sin dejar rastro.

Quería estar sola y pensé en caminar por el parque pero recordé la horrible experiencia que pase meses atrás en donde casi fui violada, así que decidí ir a casa, por fortuna no me topé con nadie al entrar, al parecer todos estaban fuera de casa, lo cual agradecí mentalmente. Entre a mi cuarto y llore, llore todo lo que pude, llore hasta que mis ojos no tenían una lagrima más para derramar y entonces me juré a mí misma nunca más sufrir por un hombre.

Esa Marlene tierna, linda y cariñosa tendría que morir, morir para dar paso a una nueva, una Marlene que nadie esperaba incluso yo misma no sabía que podía existir.

***

Esa noche entendí que después de tantas lágrimas era momento de sustituirlas por sonrisas.

En ese momento decidí dejar de llorar, dejar de lamentarme, una relación fallida no era el final de mi vida y aunque es verdad que idealice mi vida a su lado, ambos seguíamos vivos, separados pero vivos.

No sé si algún día vuelva a amar, no sé si mi corazón en algún momento esté dispuesto a abrirse nuevamente, no sé cuánto tiempo pase antes de otra relación.

Sin embargo se, que es momento de transformarme en alguien diferente, en alguien que supera todos los obstáculos, en alguien que no se deja destruir, en alguien que no será fácil volver a lastimar, y si; tal vez tenga que usar caparazón para proteger mi corazón pero seré fuerte, seré una mujer nueva, diferente, seré indeleble.

MARLENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora