CAPITULO 16

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Sábado 7:00 am y ya estoy despierta, tal vez es la costumbre o no sé, pero el día que tengo oportunidad de levantarme un poco más tarde, despierto temprano.

Salgo un rato a correr, regreso, desayuno y me doy un baño. Estoy indecisa en que hacer este día, no hay mucho que pensar iré a visitar a mi Abue.

Desde niña siempre he pasado mis fines de semana a su lado, pero ahora solo la puedo visitar en su tumba. Aunque pasen los años no puedo evitar sentirme triste, no me puedo acostumbrar a su ausencia, me hacen falta sus consejos, sus abrazos, su ternura.

Extraño absolutamente todo ella. Nadie me conocía mejor que ella. Sin embargo la vida no te pide permiso para dejarte sin alguien que amas, ni siquiera te da un previo aviso. Y te quedas así, sin más nada, con un dolor incurable, un dolor que jamás va a sanar, siempre he pensado que nunca deja de doler, simplemente te acostumbras poco a poco a ese dolor.

Cuando me dieron la noticia de que mi Abue había fallecido, simplemente no podía creerlo, fue el golpe mas duro que he recibido, no me lo esperaba, llorar, gritar, golpear, sacudirme de dolor, suplicar, implorar al cielo no fue suficiente, nada fue suficiente, ella ya no abrió mas sus ojos.

La tarde anterior habíamos pasado horas enteras juntas, charlando, tomando café, sonriendo, ella me platico varias anécdotas de su vida, me enseño nuevas puntadas de tejido, era una tarde muy fría de invierno, pero a su lado todo era cálido, me hizo una bella trenza de gajo, y me regalo un hermoso abrigo color café claro que ella misma había tejido para mi.

Esa tarde me dio mas abrazos que nunca, me dijo que me quería con toda su alma.

FLASHBACK

- ¿Sabes que eres la niña de mis ojos?

- Lo se abue.

- Te quiero con toda el alma mi niña.

- Y yo a ti Abue, con toda mi alma y corazón.

- Eres el mejor regalo que tu padre me pudo haber dado.

- Abue tu eres y seras siempre mi persona favorita, gracias por quererme tanto.

- Venga para acá mi Mar. - Me estrecho entre sus brazos y acariciaba mi cabello con tanta ternura.

-Abue eres tan linda, siento que tu me quieres mas que mi madre, no se que haría sin ti.

- No digas eso mi niña, tu mamá te quiere a su modo.

- Quisiera que me quisiera a tu modo y no al de ella.

- No te me achicopales, te quiero ver sonriendo, siempre sonriendo, siéntate en esa silla, te peinare. - Hice lo que me ordeno y empezó a tejer una trenza en mi cabello-.

FIN FLASHBACK


Esa tarde mi viejita estuvo mas cariñosa que nunca, me dio consejos que se que me van a servir para toda la vida, tal vez una parte de ella sabia que esa era la despedida, por eso se comporto ese día así, pero sin embargo yo no tenia ni la mejor idea que esa seria nuestra ultima vez juntas.

Y como aceptas que nunca mas estarás a lado de esa persona a la que nunca dijiste adiós, esa persona a la que visualizabas a tu lado en cada momento importante de tu vida, esa persona con la que has compartido tus tristezas y alegrías desde que tienes uso de razón.

Y es que cuando sabes que esa persona se irá, no se, me refiero a cuando su edad esta muy avanzada o tiene una enfermedad grave, te resignas mas fácil, pero cuando se alejan de golpe, cuando simplemente cierran sus ojos y no los abre mas te cuesta mas trabajo hacerte a la idea.

Eso paso con mi abue, nos acostamos juntas, y al despertar ella estaba a mi lado, pero estaba helada, y aunque la expresión formada en su cara era una sonrisa, ya no abrió esos ojitos mas para mi, su corazón ya no latía.

Marque inmediatamente al doctor familiar, el cual no tardo ni 10 minutos, su consultorio estaba cerca. Y aunque ya no se escuchaban ya sus latidos yo me aferraba a la idea de que esto era un error, que era un espejismo por el miedo de perderla. Pero no fue así, cuando el doctor me dijo, lo siento ha fallecido, mi corazón se hizo mil pedazos.

Hoy después de dos años estoy aquí, frente a su lapida con un gran ramo de rosas rojo tinto, sus favoritas llorando una vez mas, se que ella lo que menos hubiera deseado es que derramara mis lagrimas, se que lo que mas amaba era verme sonreír, pero no puedo, no soy tan fuerte me hace tanta falta.

Mi abuela decía: Sonríe que nunca sabes a quien le alegraras el día con tu sonrisa. Y eso procuro hacer siempre.

¿Pero cómo mantener una sonrisa cuando necesitas un abrazo de alguien a quien no puedes abrazar mas?

MARLENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora