Capítulo 42.

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Los días pasaban y yo no veía a los chicos. Era obvio que había sido uno de ellos el que había subido el video, y Niall no había sido. No había podido hablar con ellos, apenas podía hablar con Niall ya que estaban todo el tiempo con cosas para hacer: estudio, componer, entrevistas, premios y la preparación previa de estos, firmas de autógrafos, etc.

         No los había llamado tampoco pero Niall me dijo que iba a hablar con ellos. Aun así, no había tenido novedades y la semana estaba acabando, y tenía que volver a Estados Unidos a estudiar y seguir con mi vida y rutina.

         Esa semana la estaba pasando con mis mejores amigos. Íbamos a todos lados los cinco juntos, todo el tiempo que habíamos perdido, esos dos años eternos que estuvimos separados, estaban sucediendo en esas dos semanas. Los extrañaría tanto cuando volviera a casa.

         La última noche en Londres fue alucinante. Decidimos ir a un pub con música, alcohol y fiesta.  Ya éramos mayores de edad, podíamos hacer lo que quisiéramos.

         El lugar era enorme. Al entrar había un gran hall en el cual apenas se escuchaba la música, allí había dos puertas a la derecha bastante separadas y de color negro, una decía “damas” y el otro “caballeros”, algo bastante irónico para un pub ya que la mayoría de las personas que asistían no eran ni damas ni caballeros o por lo menos no se comportaban como tales. 

         Frente a nosotros, teníamos varias puertas que al abrirlas lográbamos escuchar la fuerte música del lugar. Pasamos y allí si que era grande. El lugar era amplio, con las luces haciendo dibujos y juegos de colores en las paredes y el suelo. Contra las paredes de nuestra derecha había sillones con mesas ratonas en el medio, como si fueran salas de casas con algunas barras repartidas entre ellas. A nuestra izquierda había más barras pero en lugar de sillones, mesas y sillas de metal. En el medio una gran pista de baile con un escenario en el fondo. También había dos escaleras de unos diez escalones en la entrada de la pista, una a la derecha y otro a la izquierda: la zona VIP.

         Habíamos comprado las entradas VIP, por lo que podríamos subir hasta aquel lugar sin problemas. Jazmín me tomo del brazo y caminamos todos juntos hasta las escaleras, las subimos y llegamos al segundo piso. Era un lugar parecido pero con menos barras, aunque con mas bebidas, y asientos mas cómodos en la periferia de la pista.

-¡Vamos!- grito Jazmín por encima de la música.- quiero sentarme y asegurarnos un lugar donde quedarnos.

        

         Ya habían pasado más de dos horas y todos ya teníamos poco de alcohol en el cuerpo por lo que lo que decíamos no tenía mucha coherencia, pero aun así Jazmín se puso sentimental y comenzó a recordar todo lo que habíamos vivido juntos.

-Te vamos a extrañar- dijo Max abrazándome.

-yo a ustedes, idiotas- dije

-prométenos que vas a volver – dijo Frankie.

-va a volver- dijo Jenny – porque nos necesita

-si- dijo haciendo puchero- los necesito

-¿te vas a despedir de los chicos?- pregunto de repente Jazmín.

         La quede mirando. El alcohol en mi sangre hacia efecto a la hora de responder demorando más de lo normal. Además, no lo había pensado. Al otro día, alrededor del mediodía estaría volviendo a casa, a Estados Unidos y no sabía si me despediría de los chicos de One Direction. No lo había pensado y no había hablado con ellos sobre eso ni de nada en absoluto, solo sabía que Niall viajaría conmigo.

-no se- conteste luego de unos segundos de pensar.

-el alcohol te afecta al responder, Cowell- dijo   

         Al abrir los ojos, me encontraba en la cama de mi habitación en el apartamento de Jazmín y Jenny. Recordaba muy vagamente como había llegado allí. Me di una ducha y termine de aprontar mi valija. En unas pocas horas estaría en un avión hacia Estados Unidos junto con Niall.

         Fui hasta la cocina para desayunar, estaba segura que las chicas no estaban despiertas, así que estaba preparada mentalmente de que tendría que prepararme el desayuno y como no tenía mucha fuerza de voluntad, solo tomaría una taza de leche y algo de pan con mermelada. Pero al llegar a la cocina me lleve una sorpresa.

         Sobre la mesa había un desayuno más que completo. Había variedad de cosas para comer y beber.

-Es tu ultimo día acá y queremos despedirte de la mejor manera- dijo una voz de tras de mí. Jenny.

         Me di vuelta y las abrace fuertemente. No quería dejarlas otra vez, no después de haberme dado cuenta de porque eran mis mejores amigas.

-las voy a extrañar un montón.

-nosotras a ti.- dijo Jenny.

-Ahora a comer. Niall estará acá en 40 minutos.

         Golpearon la puerta y al abrirla vi a mi novio parado frente a mí. No lo veía hacia unos días ya que estaba con mucho trabajo: entrevistas, estudio, y demás cosas. Lo bese y él me abrazo por la cintura pegándome a su cuerpo.

-te extrañe.- dijo en mi oído

-yo a ti.

         Minutos después estábamos todos en el auto de Niall, el cual conducía el hermano de este, Greg, ya que Niall se iría conmigo a Estados Unidos por un par de semanas. No había hablado con los chicos, con ninguno de ellos en esos últimos días y no creía poder hacerlo ahora.

-si llegan a ver a los chicos…- les dije a Jenny y Jazmín- díganle que se comuniquen conmigo.

-claro.

         Luego de las despedidas, las cuales odiaba ya que estaban llenas de lagrimas, “te extraño” y abrazos fuertes que lo hacen querer que nunca termine ese momento, subimos al avión donde nos quedamos en silencio.

-¿estás bien? –me preguntó Niall

-odio estas situaciones. – contesté. – mi hogar es Londres no Estados Unidos. Toda mi vida está en Londres, odio dejar este lugar.

-está bien, ________. Es normal que te sientas así. Estoy  seguro que algún día volverás a Londres para no irte.

-eso espero. 

The Secret [Niall Horan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora