Capitulo III

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Decir que la noticia de que pronto seria abuela hizo feliz a Mikoto seria mentir cuando su reacción fue evidente.

La mujer de largos cabellos negros se incorporo de la mesa donde disfrutaban de la cena cada unos de los integrantes de la familia Uchiha, para dirigirse al jardín y tomar un poco de aire. Sasuke la siguió hasta ahí, no sin antes lanzarle una mirada de advertencia a Ino quien también se levanto de su lugar, pero no llego a dar un solo paso cuando se encontraba de nuevo ocupando su lugar.

—Sientate y termina tus alimentos en un rato estoy contigo.— fue todo lo que Sasuke le dijo para que ella declinara sus deseos de armar una escena.

Mientras tanto en el jardín Mikoto acariciaba los pétalos de un girasol sin darse cuenta que había dejado de estar sola.

—Creí que habías dejado de cultivarlos madre — Sasuke se unió a las caricias que su madre le brindaba a aquella peculiar flor, siendo la única en aquel saturado jardín lleno de rosas.

Mikoto hizo una amago de sonrisa — a él le gustaban mucho y a mi me llegaron a gustar todavía mas cuando las compare con él, siempre feliz, siempre lleno de energía, tan cálido y fuerte, ¿por qué ella y no él hijo? — preguntó, girándose en el proceso y así poder ver a los ojos a su hijo, quien se guardó sus verdades, no podía decirle que ahora Naruto era su amante, que su egoísmo le había llevado a denigrar así al chico que ella parecía adorar a pesar de tener tiempo sin verlo.

—Por tonto madre ¿porqué mas sino?

—Intentare aceptar todo esto, solo dame tiempo cariño — Mikoto acarició la mejilla pálida de su hijo, para después sonreír con ternura — Sólo que fueron tantos años de conocerlo que me llene de ilusiones de tenerlo en esta familia, y luego... — Mikoto guardó silencio de golpe — será mejor que entremos y celebremos como debe ser.

Mikoto paso a lado de su hijo, quien detuvo su camino cuando le tomó de mano quedando sus espaldas encontradas.

—Mamá... —Sasuke tenia una lucha interna, deseaba contarle todo a su madre, decirle que él seguía viendo a Naruto.

—Que sucede cariño — Mikoto sentía la mano de su hijo temblar

—Nada, solo quería agradecerte por hacer el esfuerzo — y soltó su mano, ¿Que caso tenía decírselo si para cuando en rubio se enterara qué no iba a divorciarse se alejaría de su lado odiándolo totalmente?

—Soy tu madre y debo aceptar tus decisiones

Sasuke giro sobre su talones y juntos regresaron a la mesa.

Fugaku tomo la mano de sus esposa. A veces el hombre se sentía culpable con ella por haber forzado a su hijo a tomar una responsabilidad que no deseaba, pero Sasuke se había metido solo en aquel problema y bueno el padre de Ino era uno de sus socios, así que tomar el asunto tan a la ligera simplemente no era una opción, el sabía qué la chica no era precisamente un modelo de decencia pero el simple hecho de encontrarlos en la misma cama,cubiertos con sábanas, medio desnudos con signos en ella de haber pasado una noche más que tranquila fue una sorpresa para él, su esposa y el padre de Ino.

Y aunque el padre de ella jamas exigió aquella unión tampoco se resistió a la misma. Para un Uchiha como lo es Fugaku el honor y orgullo eran primero.

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—Yo creo qué deberíamos ir a alguna playa y, volver en unos tres días,  siempre estás... A disposición de Sasuke— Gaara susurro lo último, se le había ido un poco la lengua pero era algo qué realmente creía.

Naruto dejo escapar el aire con fastidio — no estoy a su disposición, y para probarlo acepto ir de vacaciones contigo

—¿sin avisar? — reto con una sonrisa en los labios

Amor Mio DejalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora