Capítulo XII

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El reloj marcaba las dos de la madrugada y la luz encendida del noveno piso de aquel oscuro edificio señalaba que alguien aun permanecía trabajando; el vigilante encargado de cuidar la empresa Uchiha  paso con su linterna por quinta vez únicamente para asegurarse de que todo estaba bien con el hijo menor de su jefe directo Fugaku Uchiha.

Sasuke torció la boca en un ridículo intento de sonreír, había encontrado lo que buscaba con tanto ahínco y al parecer justo a tiempo. Cerro su portátil y tomando su saco del respaldo de la silla giratoria salió a toda prisa del edificio agradeciendo al hombre uniformado. Sin miramientos llamo a su padre convocaría una junta urgente con los inversionista pero para eso necesitaba que el presidente de Sharingan U  estuviera presente.

Llegó a la casa que compartía con Ino pero solo entro a recoger algo de ropa, si la rubia y futura ex-esposa estaba ahí no quería por nada encontrársela, de hacerlo no estaba muy  seguro de calmar sus instintos primitivos , además debía mantener la cabeza fría. Con un traje limpio y lo necesario para dormir en un hotel salio de casa.

Gaara tomo el celular de Naruto y presiono el botón de encendido, se sorprendió por la cantidad de mensajes y llamadas de Sasuke, abrió los mensajes solo para asegurarse que el bastardo no había cometido alguna estupidez. Sonrió de pura felicidad al leer en cada uno de los mensajes la forma en la que le rogaba a Naruto por una oportunidad de ser escuchado, chasqueo la lengua aburrido y sin remordimiento presiono el comando de eliminar y dejo solo los mensajes pertenecientes a Kakashi. Salió de su habitación y dejo el celular sobre la mesa para que al salir Naruto lo tomara con confianza y revisara el contenido de los mensajes.

Cuando Naruto terminó el desayuno que Gaara había preparado para él, corrió a cambiarse de ropa. Saco de la maleta un pantalón deportivo, una playera con estampados naranja y un gorro de lana con un enorme pompón gris, cogió los primeras calcetas que vio y sintió un nudo en la garganta, eran las calcetas que Sasuke le había obsequiado durante la preparatoria y que el había conservado todos esos años como un agradable recuerdo. Inhaló aire para llenar sus pulmones y así frenar el rumbo de sus recuerdos. Rápidamente se los término de colocar y deslizo los pies sobre sus zapatos deportivos.

Durante el camino se dedico a tomar fotos de calles despejadas, de edificios dañados que el creyó podían funcionar como guaridas, metió la mano al bolso de su pantalón deportivo y  con la yema de los dedos sintió la textura del celular, a lo lejos vio un pequeño parque y decidió que ya era tiempo de ver el contenido de los mensajes de Kakashi.

Kakashi:

Hola Naru, ¿puedo llamarte asíHe intentado (sin suerte) comunicarme contigo. ¿Me has timado no es así?
Espero sea solo timidez de tu parte (lo cuál dudó bastante) espero respuesta.

Atte: Hatake Kakashi.

Naruto mordisqueo el labio inferior sin llegar a hacerse daño, tenia ocho llamadas pérdidas y la mayoría de los mensajes de Kakashi  manifestaban su mala suerte por no poder verlo una vez más.

Pero no podía negar que tenía curiosidad por saber si Sasuke había llamado, enviado mensajes o ambas, tampoco era como arrancarse al azabache de un día para otro, ellos tuvieron una historia antes y después de Ino y lo último definitivamente estuvo muy mal, pero estaba enamorado y contra eso no pudo luchar.

Amor Mio DejalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora