Capítulo IX

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Ino disfrutaba su pequeño triunfo, nunca imaginó que la relación de Sasuke con Naruto fuese tan fácil de quebrantar, por eso ahora a dos semanas de su rompimiento podía andar tranquila sin ningún tipo de presión con el tema del embarazo.

Sasuke llevaba poco más de una semana sin molestarla a pesar de qué le hablaron de la clínica por la cancelación de la cita que tenía para llevar el control del embarazo, solo debía esperar un poco más para ser ella quien le diera una sorpresa.

Era medio día cuándo Mikoto apareció en la casa que habitaba junto con Sasuke sin ningúna clase de aviso sobre su visita, algo que la molesto sobre manera.

-Sasuke, no me aviso que venia a visitarnos - dijo mientras bajaba las largas escaleras apoyando sus caras zapatillas sobre cada escalón.

Mikoto tenia fruncido el ceño — Bueno, eso es por que llevo dos días en el departamento de soltero que una vez perteneció a Itachi y luego a Sasuke — Mikoto elevó el mentón desafiante — y no te aviso por qué mi hijo lleva los mismos días en estado etílico y me llamó a mí — la rubia apretó la tela de su falda, mientras sus labios se tensaban en una línea.

—Hemos tenido algunos problemas y no me pareció conveniente molestar a la familia, después de todo, los matrimonios pasan por estas cosas y luego se resuelven sin dejar rastro alguno del disgustó — aclaró buscando convencer a la mujer.

Ino invitó a su suegra a pasar a la sala, pero fue rechazada, obligándola a permanecer de pie.

—Sasuke no ha querido decirme los motivos de su estado, así que he venido a escucharlo de ti, así que habla; sabes de sobra que no me agradas y sentarme a conversar contigo alargaría mi estancia aquí — Mikoto reto con la mirada a Ino, transmitiendo su falta de paciencia.

Ino se enterró las uñas sobre la palma de las manos por la presión ejercida, Mikoto la había tomado con la guardia baja y no sabia que argumento le serviría para salir del atolladero en el que se vio envuelta en cosa de minutos.

—El embarazo me tiene muy sensible y discutimos por cualquier tontería — fue lo primero que se le había ocurrido decir.

— Así que es por el embarazo — dijo no muy convencida — por cierto Ino ¿no crees que deberías ser mas cuidadosa con los zapatos se eliges?

—¿Como? — Ino no entendía que tenían que ver sus zapatillas

Mikoto suspiró aburrida — Qué para estar esperando un hijo no eres muy cuidadosa en su salud ¿no has consultado un ginecólogo aún? Los primeros tres meses son de vital importancia — Mikoto caminó a la salida agregando justo antes de cerrar la puerta algo que a Ino le hizo tensar el cuerpo entero.

—Volveré mas tarde por ti, iremos a visitar al medico de la familia, si mi hijo no está siendo responsable al menos yo te llevaré al médico, después arreglaré esto con Sasuke. Debe cuidar más de su familia.

Naruto caminaba por la acera con las manos hundidas en la sudadera y la capucha cubriendo sus rebeldes cabellos rubios, la mente ocupada en repasar las palabras para la entrevista de trabajo que tendría en menos de una hora en un estudio fotográfico, nada que ver con lo que a él le gustaba pero debía de algún modo pagar por el espacio que amablemente Gaara le concedió en su departamento, ser una carga jamás no fue su intención aquel día que llego con maletas y el corazón roto a la puerta de su mejor amigo y aunque Gaara no se lo exigía él empezaba a sentirse otro mueble mas en el lugar. Saco el papel donde había anotado la dirección y empezó a seguir la numeración de los otros establecimientos, se le hizo bastante extraño cuando el número se vio interrumpido por un callejón solitario, sin pensar siquiera en la posibilidad de entrar al oscuro lugar siguió de largo pero el numero cuarenta era el siguiente cuando el esta en búsqueda del treinta y nueve, arrugo el entrecejo confundido y volvió en sus pasos, miro a la derecha y después a la izquierda — esto debe ser un chiste — dijo mientras caminaba cauteloso hacia el interior del callejón, una puerta metálica y el número treinta y nueve pintado en la parte superior le indicaron que efectivamente era el lugar que estaba buscando, apretó los labios y toco el timbre.

Amor Mio DejalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora