Amor Mio Dejala

Capítulo XI

Naruto camino la ruta ya conocida, llevaba un café en la mano y otro en un porta café para su nuevo y extraño jefe, no sabia si era de beber café pero ojalá lo fuera por qué cargar con un vaso extra era incómodo. Se retiro los audífonos luego de pausar su música y toco el timbre para obtener el acceso.

—En este momento no puedo atenderle, regrese mañana si no es importante o mas tarde si es de urgencia — le respondieron del otro lado; Naruto elevo una ceja.

—Soy Naruto, ayer me dio el empleo — dijo aburrido y mirando el vaso con café en la canastilla de papel.
comprimido. Hubo un largo silencio

—¡Ah, Sí, es verdad el doncel bonito!— Naruto apretó los ojos y se cuestiono si aquel trabajo valdría la pena, él no se consideraba tan atractivo, los donceles por lo regular eran delicados en su andar, ligeros como una pluma y con facciones bastante andróginas y su aspecto carecía de aquellas sutilezas, su carácter dejaba mucho que desear, discutía por todo, rebelde y terco.

Suspiro en recuerdo de aquello que traiciono por aferrarse a Sasuke. La nariz  le pico y sintió un nudo en la garganta, llevaba días deseando visitar la tumba de sus padres pero le daba vergüenza por qué si su madre viviera hace mucho le habría cuestionado la educación que se le había dado.

Seco las escasas lágrimas acumuladas y sonrió para alejar los pensamientos.

—Buen día señor Jiraiya —saludo mientras buscaba algún espacio para depositar sus pertenencias, suéter y mochila — le traje café americano, aun no se que le gusta y me tome la libertad de traer lo mismo que yo suelo pedir.

El hombre sonrió agradecido — es mi preferido — y en seguida le dio un sorbo, dejando escapar un suspiro de satisfacción cuando el liquido recorrió las papilas gustativas y la garganta.

—Me alegro, ¿entonces me va a decir que clase de fotografías necesita?

El hombre de cabellos grisáceos le dirigió una mirada seria, pensando en como expulsar sus ideas.

—Naruto, yo escribo según este mi humor, ahora mismo escribo una historia de asesinos a sueldo, entonces necesitaré fotografías de lugares abandonados, callejones, edificios, situaciones sospechosas; tengo otro proyecto es del genero de terror, para eso necesito lugares con neblina, naturaleza muerta, de noches con las diferentes fases de la luna, escaleras y, mi recién escrito es de tipo erótico — Naruto paso saliva y abrió los ojos, Jiraiya se permitió reír por que ya imaginaba una reacción de ese tipo, así que se apresuró a corregir los pensamientos del doncel — no es pornografía, es erotismo, es decir, necesito imágenes que te parezcan sensuales sin que implique el desnudo, quizá el hombro desnudo de alguna chica o doncel, el saborear un helado, una platica dónde alguna de las parejas maneje algún lenguaje corporal invitando al otro a llevar mas allá su conversación, necesitó que trabajes con cada uno de tus sentidos ¿ahora entiendes por que tu horario y sueldo son tan flexibles? Soy bastante exigente y, por cierto olvide mencionar algo ayer. Este lugar me pareció adecuado para mi historia de asesinos a sueldo pero si en una semana o un mes decido retomar cualquiera de mis otras historias en seguida busco algo apropiado para inspirarme.

—¿Viajar? Usted dice que de ser necesario necesita disponibilidad ¿cierto? — Naruto juró que podía escuchar a su corazón golpear la caja torácica, era algo bastante oportuno para alejarse y superar. Aunque su ahora jefe había dicho que solo existía la posibilidad si a él se le antojaba cambiar de genero en su redacción. Aún así no dudo en aceptar.

—No hay problema. Acepto.

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