Capítulo 9

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Perdidos

-¿Estás enojado?- preguntó Harry, picoteando la comida en su plato sin dirigirle la mirada a su esposo, que se encontraba comiendo frente a él de mala gana.

Una suave sonrisa burlona se asomaba en las comisuras de sus labios, sin hacer el mínimo intento en esconderla.

-Para nada- contestó malhumorado -, sólo que no deberías calentar el agua si no te vas a bañar.

Harry no pudo evitar reír por la expresión de Louis. Ocultó su risa con el dorso de su mano, con el tenedor aún entre sus dedos.

-Pareces señora hablando así - dijo una vez que se tranquilizó, luego le apuntó con el tenedor -. Además, te lo merecías.

-¿Ah sí?- Louis hizo un gesto de confusión, sin entender la razón de la acción anterior de su esposo.

El claro desconcierto en el rostro de Louis lo hizo girar los ojos con fastidio. Era obvio que no tenía ni idea. Por su bien, decidió dejar el tema ahí por la paz, al fin y al cabo ya había cobrado su "venganza" y quería dejar en el olvido el hecho de que él también se había calentado.

Varios minutos después, la memoria de Louis pareció refrescarse.

-¿Todo eso fue por tus celos de la mesera?

Le dirigió una mirada dura e irritada.

-No te creas tan importante- dijo con fastidio-. Pero dejarme en vergüenza, porque eso fue, delante toda esa gente en nuestra supuesta luna de miel, fue demasiado.

-No coqueteé con ella, pero sé que estuvo mal no detenerla desde el principio y lo siento por eso- trató de defenderse Louis -, pero tu vendetta estuvo peor.

Por un breve momento Harry no supo como sentirse. No había pedido una explicación o una disculpa, pero tampoco la estaba esperando. Nadie nunca había intentado disculparse con él por nada.

-Como sea, termina de comer para que regresemos a la habitación - habló con aburrimiento.

Terminaron de comer en silencio, mirando de vez en cuando al otro.

Esa mañana, un par de horas después del pequeño incidente en el que vieron envueltos, Louis había regresado la habitación con algo de cautela hacia él, quizá esperando encontrarlo furioso por haberse ido sin dar explicación. La verdad era que Harry, tras salir de la ducha, había pedido el desayuno y comió tranquilo y sin prisas. Luego Louis lo encontró acostado en el sofá mirando una película en el televisor, con un bote de palomitas en su abdomen.

Es decir, no era una esposa histérica que se volvía loca cada que su esposo no estaba a la vista.

El golpe de feromonas de Louis le picó en la nariz en cuanto este entró por la puerta, pero no se movió de su lugar.

-Pensé que te esconderías de mí todo el dia- comentó desinteresado sin despegar la vista de la pantalla, cuando sintió a su esposo detrás suyo.

-No me estaba escondiendo - contestó molesto Louis, sentándose en el brazo del sofá.

-Mn.

-¿Puedes decirme que fue todo eso de hace rato?- la seriedad se instaló en el rostro de Louis.

-Ahora no, estoy viendo la película- se metió un poco de palomitas a la boca

Louis cansado de su actitud, se acercó al televisor y lo apagó. El buen humor de Harry se había ido por completo, no dudó en reclamarle a su esposo por la grosería e incluso le lanzó un poco de palomitas cuando finalmente se cansó. Discutieron el resto de la mañana y nunca hablaron de lo que realmente debían hablar.

Who got the power? (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora