Capitulo 23

21.9K 2K 1.9K
                                    

Te damos la bienvenida, felices de estar en familia

Lo primero que hizo la trabajadora social fue revisar de pies a cabeza a Cameron, preguntándole mil cosas sobre su vida con "Pat", que el niño contestó tembloroso mientras sus ojos y manos buscaban a Harry en busca de consuelo. Él por su parte, sentía impotencia de ver a su cachorro al borde del llanto sin poder hacer nada para darle el confort que pedía.

La trabajadora social era una beta que no parecía mayor de treinta pero con un rostro severo que intimidaba y ojos duros que los barrieron de arriba para abajo cuando llegaron el niño, como si ellos fueran los culpables del estado de Cameron. Quiso gruñirle, pero sería irrespetuoso de su parte, así que observó de reojo mientras los oficiales que los habían acompañado tomaban su declaración.

—A simple vista no parece estar herido— concluyó la mujer, rígida, llamando la atención de todos —. Sin embargo es necesario que se hagan exámenes clínicos y psicológicos para determinar su estado de salud. No necesito ser una médico experta para decir que presenta una desnutrición severa.

—¿Qué pasará con él?— preguntó Louis dubitativo junto a él, igual de ansioso.

Con aburrimiento, la mujer contestó: —Una vez que se confirme su estado de salud y se le brinde tratamiento irá a un orfanato, en este caso al centro de protección de menores perteneciente a la fundación de la señora Styles, donde se le buscará una familia adecuada. En cuanto a su... cuidador anterior, bueno, nos encargaremos que pase un buen tiempo tras las rejas.

—Muchas gracias, señorita Williams— su madre, tan educada como siempre, agradeció a la mujer.

Una parte de él estaba ciertamente complacida por el hecho de que Pat estaría encerrado como la bestia que era, mientras que la otra se removía casi desesperada por que sería separado de Cameron. Dando una mirada de reojo a Louis, notó que no estaba mejor que él.

[¿Vas a dejar que nos quiten a nuestro cachorro?] cuestionó esa molesta voz en el fondo de su mente, totalmente alterado.

"Cameron no es nuestro cachorro, cálmate" incluso decírselo a sí mismo fue difícil y se sintió como una vil mentira.

[Es mío, no dejes que me lo quiten otra vez]

Parte de su ansiedad se convirtió en confusión a oír aquello porque ¿a qué se refería con "otra vez"? Nunca había visto al niño hasta ese día. Por más que preguntó, la otra parte se mantuvo en silencio.

Fueron las pequeñas mano de Cameron quienes lo sacaron de su mente, aferrándose a sus piernas con una fuerza sorprendente para un niño pequeño. Su malestar desapareció en cuanto reconoció al niño.

—No deje que me lleven, me quiero quedar con ustedes— suplicó Cameron con voz temblorosa, mirándolo con los ojos llorosos—. ¿Pueden ser mi familia? Prometo no comer mucho y puedo dormir en el suelo.

Se agachó para quedar a su altura, permitiendo que el niño lo abrazara por el cuello, frotando su naricita en su glándula omega como un niño que buscaba confort en su madre. Retuvo el impulso de ronronear.

—En cinco minutos iremos al hospital, despidanse del niño— anunció la trabajadora social, tecleando en su móvil —. Si desean adoptarlo tendrán que seguir todo el procedimiento, no será más fácil solo porque son familia de la señora Styles.

Who got the power? (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora