It's Cat | Magcon

Capítulo ocho.

— Así que Cat ¿Qué es lo que te gusta hacer? —pregunta Cameron al sentarse a mi lado.

— No soy una paciente conversando con su psicólogo —lo miro mal.

— Es que te ves tan seria, pero en tus videos muestras otra personalidad —une sus manos y ruedo los ojos.

— Veras, ante YouTube soy una chica linda, pero en realidad odio a todos y no sé porque estoy aquí —digo seria.

— ¿Qué?

— Es broma Dallas, relájate —suelto una carcajada— Entremos en confianza, digo, estaremos en un tour durante bastante tiempo, déjate llevar hermano —alzo mis manos y hago unos movimientos raros

— Y ahí está la chica que conocí en videos —ríe.

— No lo entiendo, pero explícame ¿Por qué yo? —alzo una ceja y le doy un sorbo a mi refresco.

— No sé, tienes el "don" —hace comillas con sus dedos y lo miro confundida— Ok, no me explique, pero ya sabes lo que es magcon.

— En realidad, no.

— ¡¿QUÉ?! —lanza un grito que me hace sobresaltar y que las personas nos miren raro.

— Perdón, se acordó de su gato —sonrío y aun nos siguen mirando raro— Dallas, cállate.

— ¡¿Cómo que no sabes que es magcon?!

Cameron Dallas acaba de tirarme a la cara una papa frita.

— No me avientes comida —digo devolviéndole el golpe— Pinche pendejo.

— ¿Qué?

— Oh, no hablas español.

— Lo entiendo.

— ¿En serio? —alzo una ceja y asiente— Tienes una sonrisa muy linda.

— ¿Eh? —me mira confundido.

— No lo entiendes —me rio de él y de pronto otra papa frita termina en mi cara.

— Deja de tirarme comida, pendejo —lo amenazo— Te voy a partir la madre.

— Eso sonó como amenaza —entrecierra los ojos.

— Claro que es una amenaza Cameron Dallas —digo riendo al tiempo que mi teléfono comienza a sonar al lado de mi hamburguesa— No te comas mis papas fritas Dallas.

Me alegro al ver el nombre de mi hermano y nuestra estúpida foto en la pantalla y contesto rápidamente.

— ¡Hola tonto!

— Hey enana ¿Qué tal todo?

— Muy bien, estoy comiendo con Cameron —en cuanto menciono al chico pone su atención en mí y me sonríe.

— ¿Y qué tal? ¿Te cae bien? —pregunta y puedo asegurar que está cruzando los dedos porque le diga que sí.

— Si —ahoga un gritito— Ya estamos entrando en confianza, ya le dije que le iba a partir la madre.

— Por dios Cat, sin golpear a nadie.

— No prometo nada —rio un poco.

Bart llega a la mesa y le dice algo a Cameron quitando por fin su mirada de mi

— Oye, Bart está aquí, te hablo más tarde...

— ¿Estabas sola con Cameron? Cathe...

— Te amo, adiós.

— Hey...

Y dejo hablando a mi hermano.