. Altlunot
"Volveremos a vernos". Aquellas palabras de Noath fueron las últimas que pronunció Unot antes de partir. Wyam las recordaba nítidas, como si hubiera sido su compañero quien las acabara de decir.
Recordó el instante en el que le tendieron la trampa. Quien lo iba a decir. Sin embargo, lo supieron hacer, utilizaron lo único que surtiría efecto. Y los malditos recuerdos volvieron a él.
"No existían señales por ningún lugar, no llegaba nada de Drantnait, daba igual, seguiría buscando, no solo él, Wonkal llevaba tiempo tras un rastro, pero habían seguido muchos. Todos, eran retales mojados, señales equívocas. Que más daba. En algún momento, tarde o temprano encontraría algún indicio, un resquicio que seguir hasta averiguar su paradero.
Llegó a Inabrilum, la ciudad de los caminos, pues de ella partían sendas en todas direcciones. De manera habitual no acostumbraba a relacionarse, no tenía tiempo para ello, paraba lo justo, solo cuando era necesario. La posada disponía de una cantina bien acondicionada, no muy grande, pero cálida y acogedora, la enorme chimenea estaba alimentada por gruesos troncos de encina que mantenía el agradable calor en el interior. En el exterior la nieve en forma de tempestad azotaba las ventanas. El local estaba lleno, pues los viajeros buscaban refugio en un lugar en el que calentar sus empapadas vestimentas, el frío se intensificaba con la entrada de la noche.
Wyam estaba sentado junto al hogar, el mesonero le servía un buen cucharón de guiso humeante cuando la puerta se abrió con brusquedad. Varios hombres entraron sacudiéndose la nieve de los gruesos abrigos de piel. Entre maldiciones y lamentos se acercaron al fuego, buscando el calor de las llamas. Después de un rato lograron acoplarse en una mesa en la que ya no cabía ni una ardilla.
Hacían un total de cinco. Se mostraban cautos, empleaban un lenguaje común entre los cazadores, informal y coloquial. A la vista de cualquiera parecían un grupo de amigos que disfrutaban de una buena jornada de caza. Aunque pensándolo bien, ¿qué insensato saldría de caza con ese tiempo? Y hablaban de ello, de la mala suerte que estaban teniendo, pues les dijeron que por aquellos páramos había grandes piezas. Wyam supo al instante que solo representaban un papel, que además lo hacían bien, pues conocían los términos cinegéticos y contaban anécdotas en las que algunos presumían de haber realizado más de una "carambola". Wyam observó su entrenamiento, pequeños detalles que solo los militares llevaban a cabo, insignificantes pero enormes a los ojos del mago. Por su aplomo y la fuerza de su palabra, que mostraba dejes autoritarios, todos ostentaban un rango alto. Lo más seguro es que fueran capitanes, pues solían completar peligrosos y extremos entrenamientos con el fin de colarse en las filas enemigas sin ser detectados. Hablaban varios idiomas y aunque trataban de utilizar una jerga vulgar, algunas veces pronunciaban palabras cultas relacionadas con la estrategia. Reían, discutían y charlaban sobre distintos temas. Hablaban mucho, todos excepto uno, el más pequeño, que se movía inquieto y parecía intimidado por el gentío del local. Por un instante, sus ojos se cruzaron con los de Wyam y un brillo fugaz iluminó las pupilas del hombrecillo.
La taberna cerró sus puertas y los clientes buscaron el calor de sus camastros. Wyam esperaba sentado junto a la chimenea de su habitación cuando la puerta se abrió sin ruido. Una sombra menuda entró a hurtadillas, apenas había atravesado el umbral cuando el filo de una espada se apoyó en su cuello.
—¿Qué quieres? —Preguntó Wyam con una tranquilidad desconcertante.
—Solo hablar. —Dijo el extraño levantando las manos.
—No resulta muy creíble si entras sin ruido en una habitación que no es la tuya. —Contestó Wyam.
—Lo que voy a decirte, no debe saberlo nadie. Ni siquiera los oficiales que me acompañan. —Replicó el hombre.
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EL CUARTO MAGO. LIBRO III. MAGOS DE FUEGO
AventurăTercer y último libro. Este volumen completa la trilogía. El desenlace. Un enfrentamiento que hará temblar cada uno de los reinos de los hombres y las distintas criaturas de este mundo de magia.