Soy tu error "Fred x freddy"[PAUSADA]

Capitulo 18

NARRA FRED

Ya pasaron casi dos horas desde que freddy básicamente me "echo" de la habitación. Todo es culpa de esa niña fifi.

El estomago empezó a hacer un fuerte sonido extraño que no conocía pero me pareció haberlo oído antes, Freddy me explico un día que cuando suena tu estómago así es por qué tienes hambre, y para calmar el hambre debes comer, pero para comer debes cocinar y yo no sé de eso.

– quizás haya quedado algún pedazo de pizza o espagueti en la nevera. Iré a ver-me levante vagamente del sofá rascándome en mi espalda baja y fui a la cocina-.

Para mi gran sorpresa, no había nada, sólo sobras.

Accidentalmente hice caer un plato con queso que estaba ahí, ya que tenía mucha hambre y no había nada de comer, opte por el queso que aún estaba ahí, pero al sacarlo, muy torpemente lo hice caer al suelo. Causando un golpe algo fuerte.

– ~freddy, eres tú?~-escuche la voz de nuestra "intrusa" por así decirlo-.

– hmmm, acaso Freddy no estaba ahí arriba junto con ella?-me pregunté a mí mismo mientras me iba acercando a la habitación en la que se encontraba joy-.

Al estar en la entrada de la habitación, pensé bien las cosas antes de entrar, tal vez Freddy me eche de nuevo, o tal vez no esté ahí dentro. O TAL VEZ ESTÉN HACIENDO COCHINADAS JUNTOS!!...VOY A ENTRAR!

De una patada abrí la puerta haciendo que se choque con la pared y entrando con las manos echas puños.

– pero que? Fred por qué hiciste eso?-me preguntó la que se encontraba en mal estar tapándose hasta el cuello con las sabanas de la cama mientras me observaba algo asustada-.

– como que que hago? Donde está Freddy?

– uuh, acaso no a llegado aún?

– de que hablas? Ni siquiera salió a ningún lado-dije con los brazos cruzados y una mirada de desaprobación.

– claro que salió. El dijo que iría a la farmacia más cercana para unos calmantes para mi dolor de cabeza.

– que?

Esto comenzaba a preocuparme. Ni siquiera me dijo nada, acaso simplemente ¿salió sin decirme nada?

– por eso pregunte si tú eras el.

– sabes que hora es?!-pregunte apuntando con el ceño fruncido el reloj que colgaba encima la puerta-.

– son las 10:00 pm-respondió ella pensativa-.

– si...¿y hace cuanto mandaste a Freddy por tus tontos calmantes eh?

– y-yo no lo mande, el se ofreció a ir por ellos. Te lo juro, yo me negaba pero él insistía.

– lo que digas no me interesa, solo responde ¿a qué hora mandaste a Freddy por tus medicamentos?-la interrogue esta vez con el tono de voz más serio y frío-.

Vi como ella tragaba saliva y retrocedía en sus sitio hasta chocar con el espaldar de la cama.

– pues creo que a las 8:30.....y ya son las....AY NO! pudo haberle pasado algo.

Ella al darse cuenta de todo tapo su boca con ambas manos y ocultó su rostro entre las sábanas.

– uugh, no te escondas, debemos buscarlo.

– lo se pero apenas y puedo moverme. Cualquier movimiento brusco y me viene un dolor que ni te imaginas.

– entonces tendré que ir yo.  Tú espera aquí y no le abras la puerta a ningún extraño.

– sí señor!-dijo afirmando con la cabeza-.

– regresare pronto-dije ya apoyando mi mano en la perilla de la puerta abriéndola lentamente-.

– tengo una pregunta señor!-dijo joy firme como dicen los soldados del ejército lo cual me molesto un poco-.

– bueno ya es suficiente joy, ¿cuál es tu pregunta?

Pregunté después de darme la vuelta y esperar a que me pregunte de una vez por todas para ir a buscar a Freddy.

– por qué te preocupas tanto por Freddy?

– ¿de que hablas?

– pues jamás te vi tan preocupado así por el, el me contaba que aveces ni le tomabas importancia, que cualquier cosa que él hacía tu simplemente lo ignorabas. Pero hoy te preocupaste bastante de el; y yo entiendo que es normal que te preocupes. Pero esto no es una preocupación entre amigos, está a otro nivel.

–......-obviamente no sabía qué decir. Me quedé ahí observándola detenidamente mientras trataba de reponer a su pregunta.

– así que...¿por que te preocupas tanto por el?

– y-yo.......

De repente ambos oímos golpes de la puerta muy fuertes, sonaban como si la misma muerte tocara la puerta.

Yo me sobresalté bastante. Ya que de un momento a otro esos golpes me despertaron de mis pensamientos.

– que fue eso?-preguntó joy algo temblorosa. Y no la culpo, yo también estoy así, incluso mucho peor-.

Me asuste tanto que corrí a la cama junto a joy y me tape con las sabanas todo mi cuerpecito temblando de miedo.

– ~sigue ahí?~-pregunte sin destaparme acomodándome alado de joy-.

– uugh, no lose, pero quítate fred, no seas un bebito. Debes ir a ver quién es.

– haha, mira quién habla, mejor ve tu!-grite sacando mi cabeza ligeramente-.

– aún me duele mi cabeza...-de repente otros dos golpea se escucharon desde abajo. A lo que rápidamente me escabullí más entre las sábanas-.

– ve joy!!-grite dándole golpes en sus piernas-.

– ay no me pegues. No iré yo, enserio Fred deberias bajar, qué tal si es Freddy?-al mencionar su nombre rápidamente me destape y de un salto salí de la cama, me levante y abrí la puerta de la habitación-.

Y ahí me encontraba yo, parado pensando en si bajar o no...voltee a ver a joy y ella levantó dos pulgares en señal de que me apoyaba.

– uf, aquí voy-baje un, dos, tres escalones y en menos de un suspiro ya me encontraba frente a la puerta que daba a la calle-.

Apoye mi mano en la perilla y la gire lenta pero muy lentamente, dude un poco así que decidí apoyar mi rostro en la puerta tratando de escuchar quién estaba al otro lado de ella.

"Cof, cof"

Escuche a través de la puerta junto con varios quejidos de dolor, supuse que era Freddy e inmediatamente abrí la puerta. Dejando caer a Freddy rendido en la entrada de la casa.

– ~f-fred..~

Fue lo único que dijo antes de cerrar los ojos y dejar caer su rostro al suelo.

– Freddy...FREDDY!!.