Capitulo 31.Decir algo

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Entre a la habitación junto con Julián y los dos nos quedamos callados,al darnos cuenta que solo había una cama.

Decidí tomar la iniciativa y arrastre mi maleta hasta la cama para sacar mi pijama.

-Te ayudo.-Julián agarro la maleta.

-No,quítate.-Agarre la maleta con más fuerza y se la arrebate de la mano.

Agarre mi pijama y me metí a bañar poniéndole seguro a la puerta. 
Cuando me empecé a sentirme mareada recordé que era hora de tomar mi pastilla,me bañe rápido y me cambie. Abrí la puerta asomándome para verificar que no estuviera nadie. Camine despacio, tratando de escuchar si alguien estaba ahí.A lo mejor y Julián salió.

-Pastillas,pastillas ¿dónde carajos las puse?-Yo recuerdo que las había puesto en la parte delantera de mi maleta, pero ya no estaban.
Tenía que apurarme, si llegaba Julián me iba ver casi desnuda,bueno no tanto,tengo el sujetador y mi playera y mis shorts,lo se,exagere.

-Yo te puedo ayudar a buscarlas flaquita.

Escuche una voz detrás de mí e inmediato voltee.

-¿Qué haces aquí depravado sexual?

-Estaba buscando a Julián,pero ya veo que siguen enojados.

-Eso no te importa.

-Mm que grosera.-Aarón empezó a verme de abajo hacia arriba.

Me sentí incomoda notando que Aarón se acercaba cada vez más a mí.

 
-¿Estas buscando esto?-Aarón justo en su mano izquierda tenía mi frasco con las pastillas.

-Dámelas.-Estire mi brazo para agarrarlas.

-No,esto te va a costar Alex.-Aarón alzo su brazo impidiendo que pudiera agarrar mi frasco.

-¡Dámelas!

-Tienes que dormir conmigo, hoy estoy solo.

-¡Ni en tus sueños!

-Entonces no te las daré.

-¡Que me las des! Me estoy mareando.

-¿Vas a pasar la noche conmigo?

-¡No!

-Bien,me las llevare.

Aarón ya se iba a ir cuando deje caerme al suelo, fingiendo que me había desmayado.
Caí fuerte contra el suelo para que Aarón escuchara.

-¿Alex?-Sentí como Aarón cargaba mi cabeza.-Alex,contesta dime algo.

Tenía tantas ganas de reírme.

-Espera Alex.-Escuche que Aarón abría el frasco de pastillas.

Aarón me metió una pastilla a la boca, al momento de que lo hizo su mano temblaba de lo asustado y nervioso que estaba. Abrí mis ojos y le sonreí.

-Gracias.

Trate de quitarle el frasco y me pare del suelo.

-Ahora si te pasaste,me asustaste mensa.-Me empujo del hombro y aparto más el frasco.

-Dame el frasco.

-¿Por qué tienes que tomar esto?

-Dame el frasco.

-Alex dime.

-Dame el...-Aarón me agarro de la cara y se acerco a mí.

-No vuelvas a hacer eso Alex,ya van dos veces que haces tus tonterías de hacerte la muerta.-Por primera vez en todo el día escuche serio a Aarón.
Sus labios se acercaron a los mios,sentí su respiración,mi cuerpo se estaba calentando. Aarón pareció arrepentirse y se aparto de mí.
Una persona llego a interrumpir, y era Julián que le había quitado el frasco a Aarón. Julián evito mirarme a los ojos,y empezó a leer la etiqueta del frasco.
Julián sorprendido acabo de leer la etiqueta del frasco lleno de pastillas.

-¿Desde cuándo tienes anemia Alexa?

-¿Cómo me llamaste? Bien sabes que odio que me digas así.

-¡Pues así te llamas! Y contéstame la pregunta ¿por qué  no me dijiste que tienes anemia?

-Es mi problema, no el tuyo.

-Alex soy tu novio.

-Creo que me tengo que ir.-Aarón decía al mismo tiempo que se apartaba de nosotros dos.

-Sí.-Julián siguió a Aarón a la puerta,para después azotarla.

-¡¿Qué te pasa?!

-¡¿Por qué no me dijiste que tienes anemia?! ¡Maldita sea, llevamos cuatro meses saliendo y no te ha dado el tiempo para decirme Alexa!

-¡No me digas Alexa!

-¡Alex contéstame!-Julián de lo cerca que estaba casi me tiraba.

-¡Fíjate idiota!-Mi corazón se detuvo a la hora de que le dije "idiota".

-Bien,dime idiota o todo lo que se te de la gana Alexa,pero tu me vas a contestar la pregunta.
En ese momento la mirada de Julián le cambio, me dio miedo, nunca lo había visto así.

-Golpéame.

-¿Qué?-Al escuchar eso Julián, el verdadero Julián volvió.

-Que me golpees.

-Nunca lo haría.

-¡Golpéame!

-Quiero sentir algo...

Julián me acorralo en la esquina del cuarto,y lo único que hizo fue besarme.

Julián rozó sus labios contra los míos, solo una vez. Tal vez él no tuviera intención de ir más lejos, pero yo sí. Lo rodeé con mis brazos y lo besé. Todo lo demás dejó de
tener importancia; solo pensaba en Julián y en lo cerca que lo tenía, 
en el modo en que respirábamos juntos cuando nos besábamos,
como si fuéramos dos partes de una misma persona. Estremecida por la emoción, noté que me hormigueaban las puntas de los dedos, el abdomen, todo el cuerpo.

Decidí apartarme cuando me apretó contra su pecho. Llegados a ese punto, solía retirarme por miedo a pasarme.

Me beso, para dejarse caer al suelo y acabar ambos arrodillados
el uno frente al otro, para cerrar los ojos cuando le pasé las manos por el cabello.

-A partir de aquí me resulta muy difícil mantener el control.-Le susurré, avisándole.

-Averigüemos hasta dónde llega ese control.

Sus manos fueron acercándose lentamente hacia el borde de mi playera. Lo besé apasionadamente. Julián me subió la playera y levanté los brazos para ayudarle a quitármelo. Solo quedaba el sujetador, negro rojizo.
Julián me miraba con intensidad y su respiración se volvía cada vez más rápida y superficial. Se quitó su playera. Luego me tendió encima de la cama para que quedara tumbada sobre el ella y debajo de él. La respiración de Julián seguía desbocada, pero luchaba por mantener el control.

-Aquí no, ni esta noche... Pero tal vez podríamos traer algo o encontrar otro lugar
donde estar solos una noche, que sea especial Alex...

Lo silencié con un beso, lo bastante efusivo y apasionado para hacerle entender que no me importaba lo que digiera .Julián me devolvió el beso y me abrazó con fuerza... Aunque no con tanta como para no poder darme la vuelta y colocarme encima de él, de modo que
ahora era Julián quien tenía la espalda contra el suelo y quedaba tendido debajo de mí. Lo sentía todo multiplicado por cien: sus piernas alrededor de las mías,sus dedos jugueteando con el
tirante de mi sujetador, haciéndolo resbalar por mi hombro.
Por un instante, solo un instante, me pregunté cómo sería si Julián y yo hubiéramos hecho esto sin haber tenido una discusión antes.

-Antes de que continúes, perdón por no haberte dicho que tengo anemia, no quería hacerte sentir mal o algo. Le susurré, cuando nuestros labios se separaron.

 -Quiero estar contigo, Alex-contestó-. Tengas lo que tengas. Pase lo que pase.

-Oye Julián

-Dime.

-Te quiero...

-Y yo a ti.

Julián me jalo hacia él y me abrazo súper fuerte, creo que jamás alguien me había abrazado con esa intensidad.

El miedo a enamorarme -SIN EDITAR-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora