Yuri podía sentir la presión del agua contra su cuerpo, dolía y mucho, sus oídos estaban por estallar y el frio lo congelaba, podía notar que su cuerpo había vuelto a su forma humana, y que la sangre de su brazo y costado no dejaba de salir, comenzó a sentir mareo y el dolor por no poder respirar, soltó lo que le quedaba de aire y con eso comenzó a hundirse aún más rápido. "¿aquí voy a morir? Duele, duele mucho... mamá, papá... ¿me estarán esperando?... Viktor, ¿me extrañaras? Abuelo... perdóname... Otabek... al parecer no soy tu lazo... los tigres estamos destinados a estar solos" poco a poco la conciencia lo fue abandonando, sus ojos se cerraban y se preparaba para marcharse.
Otabek no podía creer lo rápido que sus piernas habían llegado al lago y como pudo empujar a Viktor quien permanecía inmóvil en la tierra.
-YURI- No lo dudo ni un instante, y salto al agua, ese lago era famoso por poseer corrientes y ser tan oscuro como la noche, sin embargo, a pesar del dolor que sentía por el frio y la presión no se iba a detener hasta alcanzar a Yuri, nadaba lo más rápido que podía y trataba de ajusta sus ojos a aquella inmensa oscuridad. Cuando comenzó a soltar el aire pudo ver como un cuerpo iba bajando lentamente al fondo, unos hermosos cabellos dorados que ondeaban al son de una corriente que amenazaba con llevarse aquel cuerpo inmóvil. Otabek dio todo lo que tenía y más hasta que logro alcanzar su mano lo retuvo en sus brazos con fuerza mientras trataba de nadar a la superficie, pero su conciencia también lo comenzaba a abandonar, fue entonces cuando pudo divisar unos ojos azules y brillantes, una criatura gigante nadaba a su dirección, no sabía porque, pero le extendió la mano.
Viktor tomo el brazo de Otabek con sus dientes, y lo mordió con fuerza para que recuperara la conciencia, cosa que funciono ya que sujeto a Yuri con más fuerza, nado hasta la superficie donde con su impulso saco a los dos chicos primero antes de salir el sacudiéndose.
Ya en la superficie Otabek ignoro completamente la herida de su brazo y asustado vio como Yuri estaba pálido, sus labios estaban comenzando a tornarse azueles al igual que sus manos y pies, no respiraba y sus ojos cerrados le provocaron un dolor pulsante en su corazón. "RCP tengo que aplicarle RCP". Comenzó por compresiones torácicas y luego respiración boca a boca.
-YURI POR FAVOR, YURI- le gritaba Otabek mientras hacia las compresiones.
Viktor estaba callado y extremadamente arrepentido, ¿Cómo todo llego a ser así? Solo quería darle una buena lección al lobo que estaba tratando de salvarle la vida a su hijo, y termino matando a su hijo, no podía sentirse peor, solo quería ver la sonrisa y aquellos ojos esmeraldas que tanto quería.
Otabek no se rendía, siguió así durante dos minutos, 120 compresiones con cada minuto que transcurría, Yuri no daba ni una señal de vida, por lo que las lágrimas de Otabek comenzaron a fluir de tal manera que no podía ver con claridad por las lágrimas.
-Yuri... Yuri... por favor, no me hagas esto, por fin te encontré y ¿ya te vas? - Otabek no era el único que lloraba desconsoladamente, Viktor temblaba, se acercó a Yuri tomando su mano.
-Yuri... mi pequeño Yuri... perdóname... por favor... vive, no puedo perdonarme a mí mismo por lo que te he hecho- comenzó lamiendo las heridas de Yuri, pero le asustaba el hecho de que estas no sanaban, señal de que estaba muerto, la saliva de un tigre solo funciona con los vivos- mi bebe, por favor...- abrazo su fría mano.
Ya tenían cinco minutos, Otabek no dejaba de aplicarle RCP hasta que sus manos no podían más, se resbalaban y su fuerza ya no era la misma.
-MALDITA SEA, NO, NO TE LO LLEVES NO AUN, VAMOS YURI- le gritaba Otabek.
Yuri se sentía en las nubes, ya nada le dolía, podía respirar con tranquilidad, pero ¿de verdad estaba respirando?, una luz se abría paso frente a él. Estaba a punto de caminar hacia ella cuando escucho su nombre una y otra vez, alguien lo llamaba con desesperación, pero Yuri se sentía tan tranquilo en ese lugar, no quería irse, no recordaba nada más, solo su nombre, hasta que pudo sentir agua cayendo es sus mejillas y como alguien tomaba su mano, podía sentirlo mas no verlo, lo que le pareció extraño, fue cuando recordó de golpe porque estaba allí, "¿estoy muerto?" Otabek y Viktor deben estar allí... en el lago... no... yo pude salir del agua, pero ¿Por qué estoy aquí? Debo volver" camino lentamente a la dirección contraria de aquella resplandeciente luz.
Otabek beso por última vez aquellos hermosos labios que hace solo unos minutas atrás lo besaban con aquella ternura, tomo su mano y la llevo a sus mejillas, aquellas manos estaban heladas, su cabello rubio empapado por el agua no dejaba de ser hermoso, lo que más extrañaría serian aquellos ojos esmeraldas que permanecía cerrados, aquellas ventanas que le permitían ver el alma pura y hermosa de Yuri, fue entonces cuando sintió como esa mano tuvo en pequeño espasmo, miro su angelical rostro pálido volver a ser rosado, y luego como expulsaba toda el agua de sus pulmones.
Otabek lo dejo toser hasta que termino, Viktor comenzó a lamer sus heridas y estas comenzaron a sanar, Yuri lentamente abrió los ojos y lo primero que vio fueron aquellos hermosos ojos chocolates que al parecer estaban más felices que nunca, luego giro su cabeza para encontrarse con la sorpresa de Viktor llorando desconsoladamente, Yuri no pudo evitar también llorar, había muerto y pensaba que nadie lloraría por el con la sorpresa de que Otabek y Viktor lloraban como si el mundo acabara de terminarse. Otabek no dudo en abrazarlo y cubrirlo con sus brazos, Yuri comenzó a sentir el calor de aquel lobo se acurruco en él, estaba muy cansado.
Otabek lo cubrió con la única cosa que no había mojado y era su abrigo, Viktor tomo el suyo y se lo dio para luego vestirse con la ropa que había tirado a un lado.
-Otabek... ¿dónde lo podemos llevar? Debe ser rápido, perdió mucha sangre- pregunto Viktor mientras ambos corrían en dirección a la aldea, al llegar toda la manada esta alborotada ya que no sentían el aroma del alfa cerca, pero apenas lo vieron comprendieron lo grave de la situación por el olor que este emanaba, inmediatamente corrieron hacia él.
- ¿Qué hacemos? - pregunto una de las señoras.
-llamen a Yuuri, el sabe de medicina, que se dirija a mi casa... Viktor, sígueme- le dijo Otabek mientras corría hasta su casa nuevamente, subieron las escaleras y lo acostó en su cama- Yuri... si algo se es que no puedes dormirte ¿ok? -le dijo mientras acariciaba sus mejillas y este asentía
Viktor por su parte se sentó al otro lado de la cama, para su sorpresa Yuri no quiso soltar la mano de Otabek, quien acaricio sus cabellos y beso su frente de una forma tierna y llena de amor.
-Te amo... perdóname por irme, tarde mucho- dijo Otabek mientras escondía su cabeza en los pliegues de las sabanas tomando las manos de Yuri.
-hey... me salvaste, ¿no es así? Lograste llegar a mi... te escuche llamándome, fuiste tú quien me saco de aquel lugar- sonrió un poco Yuri mientras dejaba caer algunas lágrimas.
Viktor no sabía que hacer ahora, nunca había visto a Yuri mirando a alguien como el miraba al lobo, se enterneció con la escena, pero recordaba lo que había hecho, en ese momento no pudo evitar sentirse culpable. Estaba a punto de hablar cuando entro Yuuri, aquel lobo que decía ser su lazo, fue en ese momento cuando Viktor supo que debía irse de la habitación.
Antes de salir por la puerta Yuri le llamo con su débil y dulce voz.
-Viktor... papá, ¿estás bien? - pregunto preocupado, lo que lo hizo sentir aun peor, pero no quería preocupar al pequeño.
-estoy bien Yuri, estoy bien, voy por leña para la chimenea, así estarás más cálido- camino viendo a Yuuri a los ojos, sus sentimientos se quebraron y Yuuri pudo sentirlo, Viktor toco suavemente el hombro de Yuuri y le susurro- te lo ruego, cuida de mi hijo...- seguido a eso salió por la puerta.
HOLIS EL QUE VIENE ES LEMON....
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Linaje Perdido OTAYURI
FanfictionYuri un hombre tigre presencio la muerte de sus padres a manos de un Lobo cuando solo era un niño. Viktor el último tigre blanco (quien lo salva y lo cria) decide cuidar de él como su hijo, Él solo quiere venganza y matar a todos los lobos tal cu...