Linaje Perdido OTAYURI

El lobo negro y el tigre blanco

La Sangre escurría de sus manos, su cuerpo era musculoso y alto, sus ojos amarillos y sus colmillos no solo mostraban lo deleitante que parecía saber la sangre de sus padres en su boca sino también lo peligrosos que podían llegar a ser, este lamia sus manos llenas de sangre y sonreía, cabellos negros como la misma noche en la que estaban. ¿Cómo llego ese lobo a encontrarlos? Se suponía que su casa era la más alejada y escondida de la cuidad, aun no comprendía porque sus padres fueron asesinados por esa criatura infernal sin la más mínima compasión por ellos.

El pequeño Yuri lloraba en silencio Escondido debajo del sofá de su casa mientras observaba como aquel lobo tomaba su camino de regreso de donde venía, su madre tirada en el suelo sobre su padre ambos cubiertos de sangre, sus heridas eran abiertas y les faltaban algunas extremidades, la escena era simplemente escalofriante para un niño de solo 6 años. Sollozando trato de salir del sofá, pero el aullido de aquel lobo lo hizo retroceder ya que no solo había uno, al parecer su manada estaba tras él.

-Aun puedo oler a uno más...- dijo aquel lobo.

-basta ya, está comenzando a nevar, la tormenta se aproxima, y puedo oler el aroma de aquel tigre blanco, vámonos- decía otro lobo.

-acabo de beberme la sangre de esos dos, puedo con él si las leyendas sobre los tigres son ciertas puedo vencerlo fácilmente- dijo soberbiamente el lobo.

Yuri no dejaba de temblar y llorar, simplemente quería creer que todo aquello fue un sueño, fue cuando un rugido profundo y lleno de ira se hizo escuchar en el bosque y los lobos emprendieron las huidas a pesar de que aquel lobo que había matado a sus padres insistía en quedarse, al final fue arrastrado por sus compañeros.

En medio de lamentos fue cuando Yuri pudo ver como un enorme tigre blanco, con enormes colmillos y ojos de un azul celeste y brillante olfateaba a sus padres y poco a poco se acercaba hasta el sofá donde él se encontraba oculto.

- ¿estás bien, pequeño? - dijo el tigre una vez que tomo la forma humana de un hermoso joven de cabellos plateados y largos con aquellos mismos ojos azules que había visto en aquel tigre- mi nombre e Viktor... ven, tenemos que salir de aquí. - dijo Viktor extendiéndole la mano Yuri quien llorando se apresuró en tomarla y acurrucarse en el pecho de aquel joven quien sin dudarlo lo abrazo- seremos solo tú y yo... dime tu nombre-

-s...soy Yuri... ¿mamá y papá? - dijo el pequeño Yuri mientras miraba a sus padres en el suelo.

- están muertos, no puedo hacer nada por ellos, pero si por ti... debes ser fuerte... y salir de aquí lo más pronto posible ¿de acuerdo? - dijo Viktor mientras salían ambos de la casa.

La nieve comenzaba a caer y el frio no se hizo esperar. Viktor cambio su forma humana a la de un enrome he imponente tigre blanco, se acostó en el suelo he indico a Yuri que se subiera con su cabeza.

Mientras huían por el bosque Yuri se fue alejando de su casa y miro con tristeza como desaparecía entre los arboles aquel lugar que él llamaba hogar.

10 años después.

- ¡VIKTOR! Oye ¿es que acaso eres estúpido? ¿Por qué de todos los lugares a los que pudimos ir teníamos que estar en Siberia? Ya no siento las piernas de tanto caminar...- decía Yuri mientras sacaba sus piernas de la nieve cada vez que caminaba.

-Yuri deberías dejar de quejarte, fuiste tú quien dijo que querías dejar el entrenamiento, sin mencionar que dijiste estar preparado para combatir sin necesidad de transformarte- dijo Viktor mientras caminaba sin problema alguno por la gélida nieve, ya su cabello largo había sido cortado y era aún más alto que antes.

- ¿Y te haces llamar mi padre? - gritaba Yuri detrás de él.

-deberías caminar con facilidad por estos lugares, ¿eres o no un tigre? Nuestro linaje es fuerte y raro, por lo que no debería de ser difícil en controlar tu cuerpo aún más con tu entrenamiento, ¿llevas la 9mm que te di? –

-Claro, no me tomes por imbécil, puedo con esto y mucho más... es más Viktor tu...-

-Shhh...- alerto Viktor agachándose- Yuri... detrás de mí, y no me sueltes- Yuri automáticamente corrió hasta donde estaba Viktor sacando en arma de su muslo derecho, quito el seguro y alentó su respiración para poder identificar al enemigo, fue entonces cuando un aullido se dejó escuchar por todo el bosque- Lobos Siberianos... nos encontraron-

-Viktor, no te preocupes con mi entrenamiento puedo...-

-No, nos vamos de aquí ya, creen que somos humanos, eso calmara las cosas, corre, y no te transformes pase lo que pase, y sobre todo no mires atrás, ahora Yuri...- Viktor comenzó a correr y Yuri lo seguía de cerca, su corazón latía fuertemente cuando comenzó a escuchar pisadas detrás de él, así como también respiraciones profundas y ladridos "malditos salvajes, los matare a todos ustedes" pensó mientras corría lo más que podía.

Fue entonces cuando uno de los lobos apareció justo en frente de Viktor deteniendo su huida, era enorme de nos dos metros de alto musculoso y negro como la misma noche, sus ojos eran cafés y profundos, detrás de Yuri aparecieron unos seis más, Viktor extendió sus brazos alrededor de Yuri de forma que lo protegería mientras Yuri se preparaba para apuntar al lobo frente a Viktor.

-Yuri... no- advirtió Viktor- quédate tranquilo...

El lobo puso una pata en frente y gruñía, los demás solo los observaban al parecer ese era el líder, Yuri sintió algo extraño al ver a los ojos a aquel lobo que al parecer sentía lo mismo, fue entonces cuando este tomo forma humana. Era un chico de no muchos años más que Yuri, su mirada era profunda y fija, estos ojos conectaron con los de Yuri mientras este tomo el arma y le apunto.

-Yuri te dije que n...- el arma descargo la primera bala. El lobo la esquivo justo a tiempo tomando el impulso con su fuerza sobre humana tomando a Yuri del cuello estampándolo contra un árbol.

-Arrrg... m...maldito- le decía Yuri al lobo quien no lo ahorcaba impidiéndole tocar el suelo.

-Mi nombre es Otabek Altin, y soy el líder de la manada del norte, ¿Qué hacen dos humanos en Siberia? Estos son mis terrenos y ya debe de saber de nosotros sí han llegado hasta aquí-

Viktor fue hacia Otabek, pero uno de los lobos lo tiro al suelo parándose sobre él.