El olor a tortas fritas invadía mi nariz. Era muy típico sentir ese olor en el instituto ya que Elena, la dueña, siempre nos cocinaba pastelitos o tortas fritas.
¿Tortas fritas? ¿El instituto? ¡El instituto! ¡Estaba en la terraza!
Me había olvidado de poner la alarma, ¿cómo iba a hacer para bajar? ¡Nadie podía saber que yo estaba en la terraza! ¡Estaba prohibido!
Desde que había muerto María, la hija de Elena y Sergio, no nos dejaban subir acá. ¡Me iban a matar!
Baje lentamente e intentando hacer el menor ruido posible cerré con llave. Mire para todos lados antes de salir del pasillo y Salí corriendo hacia la entrada.
-Chiquita ¿Qué haces corriendo?- Escuche la voz de Giselle detrás de mí.
-Giselle, yo... yo no... Bueno.- Empecé a tartamudear y sentí mis cachetes encenderse de fuego.
-¿Por qué te pones nerviosa Mía? Lo único que quiero es que no te quiebres un pie antes de salir a bailar.- Me dijo Giselle pasando junto a mi.- Maquíllate mucho para bailar porque tenes la cara bordo.
Mi corazón iba a mil por hora, no me había preguntado de donde venía.
Un gran problema que tengo, es que no se mentir, las personas se dan cuenta cuando miento entonces es preferible evitar a que me pregunten sobre qué cosas de las cuales terminare diciendo la verdad aunque no quiera.
Veo entrar a Juan y le doy un gran abrazo.
-¿Emocionado?- Le pregunto ansiosa.
-¿Exaltada?- Me pregunta demasiado tranquilo.
-Anoche salieron igual, ¡aunque tendrían que haber dormido para el show de hoy!- Le grito riendo.
-Mi vida, sos la única que prefiere el instituto antes que nada, algunos lo hacemos de hobbies, además la semana que viene empiezo a prepararme para medicina y no voy a poder salir tanto como ahora.- Me dijo mirando sus pies.
-Mejor vamos a entrar en calor, en vez de hablar de las tristezas de la vida como el futuro o la universidad.- Le digo agarrando su mano y llevándolo conmigo hacia el salón.
-¿Sabes que en algún momento de este año vas a tener que pensar en que hacer de tu futuro no?
-Juan, enserio te digo que no quiero hablar de eso, porque en ese futuro no hay danza ni tango, y es lo único que yo quiero en mi vida.- Le digo poniéndome seria.
-Esa es la diferencia entre vos y yo. Sé que me veo como médico a futuro y que quiero vivir de eso, vos estas entre bailar toda tu vida o estudiar lo que tus padres quieran.- Me dijo mientras ponía música para ensayar.
Empezó a sonar la música y empezamos a bailar, el me guiaba, yo lo seguía. Me dolía el pecho, me dolía el pecho...
-No es estudiar lo que ellos quieren, es que quieren que estudie algo, no que viva toda mi vida acá encerrada estudiando. Dicen que hay una vida afuera de este instituto y que yo no la puedo ver.- Le dije a Juan al oído.
-Vos sabes que si me interesaran las mujeres, te casarías conmigo y te mantendría para que bailes toda la vida, pero por lastima todavía no me gusto ninguna.- Me dijo en tono irónico.
Juan era gay, y yo era la única que sabía, tal vez fui la única que se dio cuenta o que le pregunto, ya que era más que notable que le gustaba Lorenzo.
-Nunca haría que un hombre me mantenga, soy lo suficientemente independiente como para arreglármelas solas, no quiero vivir mi vida dependiendo de alguien, igual gracias por querer ayudarme de alguna manera.- Dije con una risita leve.
Termino la canción y escuchamos unos aplausos, era Giselle.
-Como amo esta pareja, que lastima que va a ser la última vez que bailen juntos.- Dijo con tristeza.
¿Queeee?
-¿Cómo que la última vez?- Dije alterada.
-¿Mía estas descalza?- Pregunto Giselle.
-Se me rompió un taco.- Dije mirando mis pies, pero quería volver al tema anterior.
-¿Cómo? Mía, en dos horas tenes que salir a bailar.- Giselle me dijo enojada.
-Yo no controlo que se me rompan los zapatos Giselle, el zapatero me los va a traer en un rato.- Le dije molesta.
-Bueno, anda cambiándote y maquillando, que para cuando empiece el show te quiero toda lista, y con zapatos incluidos.- Me dijo agarrando a Juan del brazo.- Vos tenes que ir a ensayar malambo a la otra sala.
Sentía que me iba cayendo una bombita detrás de otra, y en algún momento yo iba a estallar como una gran bomba.
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Pasión Mía
RomantizmA veces, aunque pueda ser arriesgado, uno tiene que hacer lo que ama. Uno siempre hace con pasión lo que ama y para Mía, el tango era su pasión.