Capítulo 8

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Estábamos terminando de comer con la música bajito de fondo, disimuladamente cambie de playlist de mi celular, por una de tango.

El me miro con una sonrisa picara, y dejo en la mesa lo que le quedaba de pizza.

-¿Estas segura que me puedes seguir?- Me pregunto con emoción estirándome su mano.

-¿No seras vos el que no esta seguro de que me pueda seguir a mi?- Le respondí a el recibiendo su mano.

Empezamos a bailar, sentir la música y yo dejándome llevar por el.

Quería cerrar los ojos para poder concentrarme en la música, pero no podía. No podía dejar de mirarlo a los ojos. Seguramente, si no fuera de noche y hubiera pocas luces, el estaría riendo del rojo de mi cara. 

Estaba nerviosa, me transpiraban las manos y sentía que el corazón me estaba jugando una maratón por todo el cuerpo. ¿Por que me hacia sentir así? 

Termino la canción, pero nosotros seguíamos bailando sin dejar de mirarnos.

Sentía que cada vez nos acercábamos mas y mas, ¡Nuestras narices se rozaban! Obviamente me puse mas nerviosa, porque al tenerlo tan cerca, el iba a darse cuenta que mi corazón estaba acelerado.

Escuchamos a un gato maullar, y yo salte del susto (gracias gato por llegar en el momento justo).

-¿Le tenes miedo a un gato?- Me pregunto en tono burlón.

-No, solo que me sorprendió y bueno un poquito me asusto.- Le dije agarrando mi celular para volver a poner música.

-Bailas muy bien cenicienta.- Me susurro al oído, haciendo que me suba un escalofríos por toda la espalda.

- Y como toda cenicienta me tengo que ir a las doce.- Dije dándome vuelta para enfrentar su hermosa cara.

-Te acompaño hasta tu casa, no voy a dejar que vayas sola.- Me dijo protectoramente.

-No te preocupes, vivís acá nomas, yo llamo a un taxi de confianza y viene sin problemas.

-Esta bien.- Me dijo agarrando las cajas de la comida y llevándoselas con el para tirarlas.- Nos vemos mañana entonces.

Le salude con la mano y me tire en el sillón mirando al cielo negro.

¿Que me estaba pasando? ¿Por que me sentía tan incomoda con el? ¡Me tenia que concentrar! 

-Lo que falta es enamorarme de él antes del mundial de tango, que ridícula que sos Mía.- Me susurre a mi misma.


***************

Estaba acostada en mi cama haciendo la que estaba leyendo formulas química, si es que se leen, mas bien estaba mirando números y letras unidos por unos signos mas o flechitas, que la verdad en este momento no tenia ni idea de que iban.

-¡Ya termine!- Me grita feliz Paloma desde el piso.

-¿Que cosa terminaste?- Le pregunte todavia mirando las formulas.

-Y.... No sé.... Teniamos 8 sales por resolver para mañana.... ¡Y va con nota Mía!- Me termino gritando al ver que yo seguia sin hacer nada.- ¿Que te anda pasando?

-¡No lo sé! ¡Pero lo que menos puedo hacer es concentrarme y esto me frustra!.- Mire la hora y en media hora tenia que ensayar.- Ya es tarde, me tengo que preparar para ir a ensayar.

-No querida, si no queres que te mande al frente con tus padres y te obliguen a dejar la academia de danza, hoy faltas y terminas de hacer esas 8 sales.- Me dijo enojada.

-O vos podrías ser buena amiga y pasarmelas?- Pregunté

Abrió los ojos grandes y parecía que me iba a tirar el libro por la cabeza, se levanto y se fue.

La escuche hablando con mis padres y no se me ocurrió otra cosa que meterme dentro de la cama y taparme con todas las colchas.

-Mierda, mierda y mas mierda.- Susurré.

Entra mi mama riendo con Paloma.

-¿Asi que vas a ser una chica responsable y te vas a quedar a estudiar?- Me dijo mi mama sorprendida y no pude hacer otra cosa que sacarme la colcha de la cara y mirar fulminante a Paloma.

-Ademas, tiene la suerte que su nuevo compañero de tango es un genio en química por lo que vendrá a ayudarla a estudiar.- Dijo Paloma emocionada y con una mirada picara.

-Si no tuviera doble turno hoy me quedaría para conocerlo, pero bueno espero algún día tener el placer de que así sea.- Me dijo mi madre acercándose a mi y dándome un beso en la frente.- Nos vemos a la noche.

Mi madre se fue y Paloma cerro la puerta de mi habitación.

-¡Muy bien! Te voy a dejar que copies mis 8 ejercicios, pero uno hacelo un poquito mal, porque si no va a ser muy obvio.- Dijo dejándome sobre mi escritorio sus hojas.- Ahora me tengo que ir a ensayar, por que yo a diferencia de vos, realmente voy a ensayar.- Y me miro con una mirada de picara como si fuera a hacer algo.

-No se que estas insinuando, ademas ¿Por que lo invitaría a el a casa? Solo somos compañeros de baile.- Le dije incomoda.

-Claro y yo soy monja de lunes a viernes.- Me dijo ella sarcásticamente.- ¡Por favor Mía! No seas tan miedosa, no te va a comer.- Se quedo pensando.- Ojala que te coma, por que si no me lo como yo. ¡Así que llámalo!

-¡Pero anoche prácticamente le corte el rostro!- Grite un poco nerviosa, por que realmente quería verlo, no dejaba de pensar en el.

-Entonces hoy vos te lo encaras a el, así de fácil.-

-¿Y si a causa de esto se arruina nuestra relación como compañeros? ¡No tengo a Juan para reemplazar a Franco y necesito llegar al mundial! ¡Es mi mayor sueño y mas que un chico que no se si va a funcionar!- Le termine diciendo.

-Eso esta en vos.- Me dijo saludándome  con la mano mientras salia por a puerta, pero volvió su mirada hacia mi.- Tenes que dejar de pensar tanto, y a sentirlo. 


Pasión MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora