Capítulo 16

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Me levante confundida, acostada en mi cama con la ropa del colegio y cuando miro en mi celular para ver qué hora era.

-¡Me quede dormida!- Grito cuando veo que son las 10 de la mañana.

Voy corriendo al comedor para buscar mi mochila e irme así al colegio y me encuentro con mis papas desayunando en pijama.

-¿Que hacen acá todavía? Y no me despertaron para ir al colegio.- Les digo confundida.

-Nos tomamos el día para ir a recorrer universidades con vos.- Me dice mi papa antes de tomar un sorbo de su café.

-¿Qué?- Seguía sin entender.

-Vení a desayunar así después nos vamos.- Me dice mi mama.

Estaba muy confundida y hasta pensaba que era un sueño. Hacía años que no desayunábamos juntos porque siempre estaban en el hospital de guardia o con alguna operación de urgencia.

Y si ellos se estaban tomando el día para estar conmigo, era una posibilidad que fuera un sueño.

-Se te va a enfriar el café.- Me dice mi papa para despertarme de mis pensamientos. Así que les hice caso y desayune con ellos un poco confundida.

El desayuno fue en silencio, pero cuando íbamos en el auto ellos pusieron un cd de Julio Sosa, pero seguían sin hablarme y eso me indigno.

-Saca la música mama.- Le grite malhumorada.

-¿Que pasa Mía? Si te re gusta.- Me dijo bajando la música.

-¿Que están haciendo? Nunca mostraron interés por mí y ahora me ponen hasta la música que bailo.

-No es que no nos interesábamos, si no que estábamos muy metidos en nuestros trabajos y no nos dimos cuenta de lo que realmente querías.- Me responde ella.

-¿Y a ver, que es lo que realmente quiero?- Le dije provocativa

-Bailar.- Dicen al unísono.

-Díganme algo que no sepa.

-Estamos yendo a la universidad nacional de las artes, para tener una charla y que veas si realmente lo que queres es estudiar la licenciatura en composición coreográfica.- Me dice mi papa y yo quedo atónita.

-¿Están hablando enserio?

-Si es lo que realmente queres sí. Mientras que no sea un capricho para llevarnos la contra.- Me dice mi mama.

No le conteste porque no quería pelearme, pero sentí una energía por mi cuerpo que me puso muy feliz.

¿Esto realmente era verdad? ¿Voy a poder bailar toda mi vida? ¿Pero y si me arrepiento? ¿Y Si me lesiono y me deja de gustar?

No pienses en cosas negativas.

Positiva, positiva, positiva.

Al llegar a la universidad, nos recibió una recepcionista que nos delegó a una de sus colegas que fue la encargada de explicarnos todo y cada palabra que salía de su boca era un arco iris de mariposas felices que hacían que quiera ponerme a bailar ahí mismo.

-¿Alguna duda?- Dice por último la señora.

-¿No puedo dejar el colegio y empezar ahora?- Le dije emocionada y ella rió.

Cuando volvimos al auto mi humor estaba a un nivel inexplicable.

-Realmente quiero esto, me encanto y quiero empezar ya.- Les dije emocionada.

-Ahora lo que tenes que hacer es terminar el colegio, y tenes que participar del mundial de tango. Todo concurso, seminario o viaje que hagas con relación a la danza, te suma a tu curriculum.- Me dijo mi madre.

-Lo sé, pero pensé que iba a dejar el tango y ahora no creo que Franco quiera bailar de vuelta conmigo.- Le dije un poco triste al darme cuenta de lo tonta que era en dejarlo ir.

-Ese chico esta mas enamorado de vos y tiene hasta más pasión que vos por el tango, y todo eso me di cuenta mientras te veía bailar en la tele. No me quiero ni imaginar la energía que se debe haber sentido estando ahí.- Me dijo mi mama.- Si le pedís que vuelva, lo va a hacer.

Probablemente sí, lo haría. Pero pensar en él me traía tantas cosas a la cabeza, tantos buenos momentos y sentimientos nunca encontrados, como sentimientos feo y llorar hasta cualquier hora de la noche.

-Lo voy a pensar.- Le dije y calle. Necesitaba pensar que estaba pasando por mi cabeza.

No podía creer que en un año, pudiera haber tanto torbellino de sentimientos y explosiones de pensamientos en una sola cabeza. Me preguntaba si a otras personas le pasa igual, o soy la excepción. Tal vez este loca y todavía no me di cuenta.


Pasión MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora