Capítulo 9

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Estoy estudiando, por lo que no voy a llegar a la clase, pero si vos queres.... Podemos ensayar en mi casa.

Luego de mandarle ese mensaje se me acelero el corazón, me empezaron a transpirar las manos y de los nervios apague el celular por que no quería saber que me iba a responder.

Empece a caminar por toda mi casa sin parar de sacudir las manos de los nervios. Al cabo de unos minutos prendí el celular para ver que me había contestado.

En 5 estoy en tu casa.

Luego de ver ese mensaje tocan timbre.

-¡Ay me muero!- Dije sintiendo un nudo en la panza. Me habían agarrado unas terribles ganas de ir al baño, pero no sabia si eran de nervios o por qué.

-YA VOOOY.- Grite fuerte para que me escuche y salí corriendo al baño a ponerme desodorante porque de los nervios estaba empezando a transpirar. Mucho. Me lave los dientes a toda velocidad y me puse un poco de perfume.

Estaba parada en frente de la puerta por abrirla, pero antes me solté mis rulos y moví mi cabeza de un lado a otro para que me queden bien armados, y abrí.

Y estaba ahí parado con su sonrisa de engreído y una bolsa en su mano de la cual salia un olor riquísimo.

-Si cada vez que nos vemos va a haber comida de por medio, voy a tener un buen problema para que me sigan entrando los vestidos.

-¿Con todo lo que transpiramos juntos? No creo que te dejen de entrar.- Me dijo dándome un beso en el cachete y entrando.

Respire hondo y cerré la puerta.

-¿Con que me vas a deleitar?- Le pregunte refiriéndome a la bolsa.

-Un pajarito me dijo que sos fan loca de las medialunas.- 

-Mas que un pájaro una paloma.- Respondí yo.

-Y... Son de la misma familia viste.-Me dijo riendo.

Hubo un silencio incomodo y no supe que hacer, ¿Le decía que empecemos a ensayar? ¿Le hablaba sobre el mundial de tango? ¿Le preguntaba por la Universidad? 

¡Esto me pasaba por ser tan histérica con los chicos y tan vueltera!

-Pensé en algunas canciones para el mundial.- Me dijo Franco sacando su celular.

-Buenísimo, yo pensé en varios pasos que me gustaría que intentemos. Faltan dos meses, pero quiero que salga todo mas que perfecto, así que nos tenemos que poner full a ensayar durante este tiempo.- Le dije mientras leía la lista de canciones.

-Yo justo en esa época voy a estar tapado de finales de la universidad, pero si ensayamos mucho ahora, seguramente me voy a poder acomodar para hacer todo.- 

-¡Genial! ¿Queres que merendemos o empecemos a ensayar primero, que queres hacer?- Mientras las palabras saliendo de mi boca me sentía cada vez mas TONTA, ¿Por que se lo pregunte así? Pareciera que nunca hubiera estado sola con un chico en mi casa.

 ¡NUNCA ESTUVE SOLA CON UN CHICO EN MI CASA! ¿¡Que hago!?

-¿Estas nerviosa?- Me dijo al punto de la risa.

-¿¡Qué!? ¡No! ¡Nada! Vamos a merendar que quiero probar esas medialunas.- Le dije yendo hacia la cocina.

-¿Mate, Café, Té, Jugo, Agua?- Le pregunte mientras ponía la pava a calentar.

-Si tomas mate te acompaño y si no café- 

-Mate será.-

Se sentó en una silla frente a la barra desayunadora de la cocina y  justo lo mire de reojo cuando se empezó a sacar el buzo que tenia puesto y casi me quemo con el agua hirviendo al ver que también se le levantaba la remera.

-¡Auch!- Me re queme la mano.

-¿Estas bien?- Me pregunta acercándose a mi y acomodando su remera. Me agarra con cuidado la mano.- Tenes que ponerla en agua fría-

-Estoy bien, solo que hoy ando media torpe.- Le dije, pero el igual abrió el agua para que ponga la mano.

-Por qué sera.- Me dijo sarcásticamente, pero no entendí.

Después de que termine de preparar el mate me senté frente a el en la mesa y empece a comer si parar medialunas con tal de no tener que empezar a hablar.

-¿Ya sabes que vas a estudiar el año que viene?- Me preguntó entre sorbo y sorbo de mate.

-Hay temas que no se pueden hablar en la mesa.- Le dije yo estirando la mano para enumerarlos.- Política, religión, fútbol y que mierda va a estudiar Mía.

-¿Tan perdida estas con lo que queres estudiar?- Me pregunto.

-Tan es poco, es un tema que no me gusta hablar, me pone mal pensar en el futuro, por que siento que esta muy alejado a la danza y a viajar, y es en lo único que pienso todo el tiempo-

-¿Pero por que esta tan alejado? ¡Podes estudiar danzas o turismo!- Me dijo emocionado.

-Soy profesora de tango y tengo el titulo en interprete en danzas, mis papas no me dejan estudiar mas nada en relación al baile, y turismo no me gusta para vivir de eso. Amo viajar, pero no quiero que mi ocio se transforme en mi trabajo, ¿entendes?- Le dije dándole otro mordisco a mi 5ta medialuna.- Por eso es complicado.

El se quedo pensando un rato.

-¿Y que te ves haciendo? Olvídate de la universidad ¿Que queres hacer?- Me pregunto e hizo que sintiera un cosquilleo en la panza.

-Me gustaría seguir viajando y bailando, para seguirme perfeccionando y en algún momento armar mi propio show con el cual viajar por el mundo, y cuando en algún momento de mi vida me quiera asentar y tener una familia, me encantaría invertir mis ahorros en una repostería y una librería, ya que bueno, amo comer y leer, ademas del baile y los viajes.

-Si, me di cuenta que amas comer.- Dijo riendo.- ¿Y por que no haces eso? Vos misma te estas diciendo que queres, no veo lo complicado.

-¿No ves lo complicado? ¿En que parte de esa hermosa historia ves una carrera universitaria?

-No estudies, podes trabajar como profe en la academia y cuando juntes un poco de plata viajas y haces cursos por el mundo, y así vas empezando de a poco.- Me dijo el muy inocente.

-Mis papas no me dejan hacer eso, dicen que tengo la obligación de estudiar una carrera, y aunque me moleste y me enoje, me ponga de mal humor y de todo un poco, ¡Tienen razón! Por que yo no se si voy a tener estabilidad con todo esto que sueño, en cambio estudiando una carrera sí.

-Pero si es lo que te apasiona, es mas probable que tengas éxito de la danza que por estudiar una carrera.- Me dijo dándome un disparo al corazón y rompiéndome en mil pedazos.

-¿Y vos por que estudias Ingeniería? Te siento cuando bailamos y lo haces con tanta pasión como yo.- Le dije.

-Es distinto, hace años que deje de pensar en el tango, y siempre me gusto lo que estoy estudiando. Tal vez si mi mama hubiera seguido viva pensaría distinto, ya que con ella compartía la pasión por el tango, pero se dio así.- Me dijo un poco incomodo.

-Bueno, yo creo que es momento de dejar la charla esta para mas tarde y empezar a ensayar, porque si me imagino ese futuro cercano y quiero ganar el mundial de tango.- Le dije agarrándole la mano para que me siga hasta el living, donde había corrido el sillón y la mesita ratona para tener lugar para ensayar.

-Sos tremenda.- Dijo riendo.- Y muy impredecible.

-¿Yo?- Dije haciéndome la confundida.

El puso la música y empezamos a bailar.

-Un día sos histérica y loca, otro mal humorada y odiosa, al otro día buena e inocente y hoy alegre y emocionalmente rara.- Me dijo sin dejar de mirarme a los ojos.- Te prefiero en tus buenos días, pero me gustaste desde el primero.



Pasión MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora