Capítulo 5

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Estaba por empezar la clase y Juan no aparecía por ningún lado.

-Lo voy a matar, no puede llegar tarde.- Le digo a Paloma.

-¿Cuando llego puntual ese chico?- Me pregunta sarcásticamente ella.

-¡Nunca! Pero hoy le pedí específicamente que llegue puntual, porque quiero que nos inscribamos para el mundial de tango.- Le digo indignada.- Además, siento que desde el show me estuvo ignorando.

-¿No será que no quiere inscribirse en el mundial y por eso te evita?- Se mete en la conversación Lorenzo.

Lo agarro de la remera y lo acerco tanto a mí que nuestras narices se rozan.

-Voy a ir al mundial sea como sea, ¡la vez que tengo la edad suficiente para inscribirme, voy a participar!- Le grito y lo suelto.

Entra Giselle y detrás de ella el zapatero.

-¡Zapatero!- Le grito emocionada.

-Mía hoy vas a bailar con Franco, quiero ver si podrían llegar a ser una pareja potencial.- Me dice Giselle mientras pone la música.

-Pero Gigi, yo ya tengo pareja. Juan llegara en cualquier momento.- Le digo preocupada.

-¿Juan no te lo dijo?- Me pregunta Giselle cuando todos comienzan a bailar.

-¿Decirme qué?-

-Baila con Franco y cuando termine la clase hablamos.- Me dice y se da vuelta para mirar el equipo de música.

Mi cara de indignación se nota por todo el salón, el me agarra y empezamos a bailar.

-Me llegas a pisar y te mato.- Le dijo malhumorada.

Me empezó a llevar increíblemente, bailaba como si fuera profesional. Sentía la necesidad de cerrar los ojos y dejarme llevar por él y por la música, pero estaba tan sorprendida que no podía cerrarlos.

Me había tapado la boca como los mejores.

Luego de un rato bailando, empecé a observar nuestros cuerpos y lo cerca que estábamos uno del otro, y tan solo con pensar en eso me puse roja como un tomate. Estaba nerviosa, y el cada vez me acercaba más y más a él.

Él se aleja de mí y yo lo miro extrañada.

-Termino la canción.- Me susurra, y cuando miro a mi alrededor están todos mirándonos y nos empiezan a aplaudir.

-Sabes bailar.- Le digo sin aliento.

-Se ve que te deje tan sorprendida que te pusiste roja.- Me dice y yo me toco los cachetes para sentirlos hirviendo.

Me acerco hasta Giselle, que ya puso otra canción para que todos sigan bailando, y le digo que me siento mal así que me retirare.

Me voy sin que nadie se dé cuenta hasta mi lugar escondido en la terraza.

¿Porque me sentía así?

¡Ni siquiera podía explicar con palabras la manera en la que me hizo sentir!

Tenía todo un cosquilleo en la panza y lo único que quería era que se me vaya.

Desesperada llame a Juan, que él era el único culpable de que me sintiera rara en este momento.

-Tengo unas 30 llamadas perdidas tuyas ¿Quién se murió?- Me dice sarcásticamente.

-Claramente nuestra dupla murió, me dejaste plantada.- Le digo dramáticamente.

Pasión MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora