Pasión Mía

Capítulo 15

Volvimos como a la ida, en silencio. Quería hablar, pedirle que me explique tantas cosas, pero me daba miedo hablar y arruinar ese momento de paz que se había generado en mi interior.

Espere afuera de su casa mientras él sacaba el auto de la cochera, sentía el aire golpeando en mi cara y yo lo respiraba como si fuera el aire más puro del mundo.

Me toca bocina y abro los ojos, lo miro y le sonrió. Era mi oportunidad para hablar con él, porque en el momento que llegara a mi casa, no había vuelta otras.

Estaba relajada, y creo que si me controlaba iba a poder hablar sin volverme loca.

Me subo al auto y nos miramos.

-Quiero que me cuentes porque me dejaste por Lara.- Le dije de una, pero en el tono más pasivo que pude.

-Cada vez que decís eso, siento que éramos novios y te deje por ella, y no fue así.- Me deja de mirar para mirar al frente.- Me tenía amenazado con algo que sabía de mí.

-¿¡Que cosa!?- Esa.... No me alcanzaban las malas palabras existentes en el mundo para decirle una a ella.

Y largo todo. Me empezó a contar cosas que nunca me hubiera esperado. ¿Los dueños de la academia eran sus abuelos? ¿Mi profe de danza de cuando era chiquita había sido su mama? ¿Tenía miedo y vergüenza de que yo supiera todo esto? No sé por qué razón me preguntaba a mí, las cosas que él iba contándome, pero me dejo sorprendida con cada palabra que salía de su boca y yo no pude decir ni una palabra.

-Bueno, Lara escucho todo esto y me dijo que si vos te enterabas me ibas a odiar para siempre. En el momento estaba muy emocional y no pensé en nada, a la semana recién reaccione de la tontería que hice.- Me dice por ultimo al llegar a mi casa, apaga el auto y pone una de sus manos sobre la mía.- ¿No tenes nada para decirme?

-Me siento rara.- Salió de mi.- Creo que desde el primer momento yo fui muy abierta con lo que sentía con vos, y pensé que vos estabas siendo igual conmigo y saber que no tenías la confianza para decirme todas estas cosas, y sí, me duele un poco.- Termine diciendo mientras abría la puerta del auto.

-No te vayas, por favor.- Me ruega sin soltarme la mano.- ¿Por qué siento que esta fue la última vez que bailamos juntos?

-Porque tal vez lo fue.- Respire hondo para aguantar las lágrimas.- En dos semanas empieza la competencia y en 3 meses termino el secundario, y creo que ya elegí.

-Mañana voy a estar en nuestro lugar secreto todo el día por que no curso, si llegas a querer ir y ahí poder hablar, me encantaría.- Me dijo soltando mi mano.

-Pensar que ese era mi lugar y ahora lo compartimos.- Dije sonriendo.- Si termino de estudiar, voy.

Al llegar a mi casa, sentía un remolino de emociones que recorría todo mi cuerpo. Cierro la puerta de mi casa detrás de mí y me encuentro a mis papas parados mirándome sorprendidos.

-¿Ahora que hice?- Me salió preocupada.

-Estas en la televisión, bailando en el barrio la boca con el uniforme del colegio, por lo que eso fue hoy.- Dice mi madre sorprendida.

Me acerco al living y mi hermano estaba mirándome en la televisión con una cara de sorprendido.

-¿Por qué no nos dijiste que ibas a bailar ahí? Estábamos viendo las noticias y justo los pasaron a ustedes.- Dijo mi papa sorprendido.- Realmente mejoraste desde que eras una niña, bailas increíble.

-¿Cuándo habrá sido la última vez que me fueron a ver bailar?- Dije molesta.- Debe hacer unos ocho años y si no me veían en la tele, tal vez nunca me hubieran visto de nuevo.- Les digo incrédula yéndome a mi habitación.

-Mía, hijita.- Me dice suavemente mi mama.

-Estoy cansada, déjenme por favor.- Grite y me encerré en mi habitación.

¿Por qué la vida tenía que ser tan atropelladora? Es un huracán de emociones, sentimientos y decisiones.

¿Porque es tan difícil dejarnos fluir por lo que queremos en el momento?

¿Por qué siento esta presión en mi cuerpo?

¡No quiero crecer! ¡No quiero tener responsabilidades, solo quiero bailar y que no me importe nada!