Palacio se encontraba iluminado por completo. No se podían ver las estrellas a pesar de que el cielo estaba despejado. El ambiente era una mezcla de felicidad y de tensión. Padre había muerto la semana anterior y hoy se celebraría la coronación de un nuevo rey.
El solo pensar que habría mucha gente reunida para discutir sobre una decisión que no le correspondía más que a mi padre me daba nauseas y, aunque ahora quisiera salir corriendo, no dudaría jamás de las decisiones que él tomó. Él era el único ser perfecto, en su corazón siempre estaban los demás primero.
Los pasillo estaban atestados de nobles que buscaban el favor de la reina, mi madrastra. Los sirvientes corrían de un lado a otro sirviendo comida, entreteniendo y limpiando las desgracias de gente sin corazón. Una comedía se desarrollaba en medio de una lamentable tragedia y, sin embargo, nadie mostraba señales de detenerse hasta que los demás se rompan. En una esquina los jóvenes que se ríen de la vida que ellos no podrán disfrutar, en la otra unos ancianos que creen saber que hay más allá de la muerte, en el centro los adultos que no saben más que despreciar a los jóvenes y a los ancianos.
Las trompetas empezaron a sonar, es hora de que la reina se presente ante todos y anuncié la resolución del fallecido rey.
-Queridos habitantes de Der, hoy nos encontramos celebrando la coronación de la nuestra princesa, la Princesa Arandi Derrel Kristell, como sucesora del trono del fallecido rey, Farel Derrel Kristell.- Todo se quedó en un profundo silenció, nadie había esperado tal acontecimiento, hasta que la reina volvió a hablar- Princesa Arandi Derrel Kristell, acérquese a recibir con gracia y humildad lo que por derecho es suyo.
En ese momento yo, al igual que la muchedumbre, no lo podía creer. Estaba petrificada, no sabía cuáles eran las intenciones de Padre tras semejante declaración. En toda la historia de Palacio, nunca una mujer fue permitida a subir al trono antes de casarse y mucho menos a ejercer por completo las funciones del rey; claro, hasta el día de hoy. Con la cabeza en caos total avancé lentamente en dirección al trono. Madre me miraba con ojos de llenos de tristeza, ella sabía que mi posición era difícil; no dejarían de molestarme hasta que me sofoque y logren tenerme en la palma de sus manos. Puso la corona en mi cabeza y con ello se dio por terminada la coronación.
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Fragancia Olvidada
FantasyQué somos los hombres, sino tu voluntad. No te arrepientes de las palabras que adornan tu esplendor, no te arrepientes de las acciones que arrementen contra aquellos que hemos puesto nuestra fé en ti. Mi vida, su vida siguen atadas; no permitiré que...