IV

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- Es refrescante caminar por el parque. Solo mira los patitos en el agua, son adorables. 

- Son tan lindos.

- Eh? Arandi, es mi idea o aquel chico nos está saludando.

- Dónde? 

- Al otro lado del puente por las bancas, el de camisa celeste. Viene en nuestra dirección.

- Lea?

- Él es Lea? Arandi, estamos condenadas.

- Ah? Me perdí, de que hablabas?

- Míralo, es un monumento andante. Tendremos ojos encima nuestro por donde sea que pasemos. Al menos pudiste decirle a tu hermano que envíe a alguien que no llame tanto la atención.

- Quieres que le diga: envíame a alguien de apariencia promedio, para que pregunte: cómo se supone que debería verse, yo termine diciendo: no sé, y así tenga para reírse toda la tarde?

- Mejor no. Bueno, vamos. Viéndolo del lado positivo, todos estarán celosos de ver a una belleza semejante acompañar a dos niñas pequeñas. Hahaha... 

- Lili, me das miedo.- Pero tiene razón, su sonrisa es devastadora y al caminar parece que no hay más que su presencia.

- Hola, veo que vinieron temprano. 

- Mm. Queríamos refrescarnos un poco antes de ir a caminar por el centro comercial.

- Supongo que ya están listas para ir entonces.

- Sí.

- Bien. Pero primero... Lili, verdad?

- Mucho gusto.

- El gusto es mío. Me dejas ponerte esto en la muñeca.

- Claro. Para qué son?

- Hoy hay un evento y solo se puede participar si tienes puesta la pulsera.

- No sería mejor ponérnoslas más tarde?

- No, es un evento a gran escala que se lleva a cabo por toda la ciudad.

- En serio? Que emocionante! Qué hay que hacer?

- Se puede participar de varias maneras: comprando, jugando, resolviendo pistas, observando. Nosotros vinimos a divertirnos así que haremos de todo un poco.

- Genial! Vamos allá. Hoy no quiero pensar, así que lo de las pistas se lo dejo a ustedes.

- Entendido Lili.

- No hay problema.

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(- Frau, Rousse... él...- Frau puso su mano sobre mi cabeza, sonrió y dijo- Tranquila, va  a estar bien. Rousse es fuerte.)

No lo entiendo, jamás lo entenderé, no importa cuánto desee entenderlo, la guerra solo trae más guerra, dolor, sufrimiento y sangre. Por qué simplemente no pueden respetar la vida, los pensamientos y las costumbres del resto de seres. Si dejarán de intentar imponer sus reglas y compartieran la integridad de aquello en lo que creen, lograría crecer como sociedad. Por qué no lo comprenden? 

Deseo que esto termine, no quiero que mis hermanos se desmoronen. Si sonrisas no pueden mostrarse en sus rostros, entonces todo será un error. No soy lo suficientemente fuerte para detenerlo. No, ni siquiera tengo la habilidad necesaria para salvarlos. 

Qué se supone que quieres lograr así Arandi? Solo mira la hermosa jaula en la que caminas libre, una realidad a la que tantos son ajenos. No se te permite morir, vivirás tanto como haga falta. Empujarás al resto a un infierno. Si pudieses alejarlos de ti, lejos, muy lejos, hacer que te olviden, restringirlos en algún otro plano; tal vez así evitarías su caída.

- ...me al patio de cristal. Eh. Arandi, me escuchas?

- Disculpa. Me decías?

- Prometiste llevarme al patio de cristal.

- Lo siento Haref, se me olvido. 

- Por eso te vine buscar. Iría yo solo, pero ya sabes que no se me dan bien los laberintos.

- Hahaha... Lo sé, vamos.

El patio de cristal, qué tiene de maravilloso que atrae a todos. Aquellos cristales están muertos, cada ser de cristal es solo un espectro de lo que una vez fueron. Las flores que solían brillar al recolectar luz lunar, se han vuelto transparentes. Las hojas que bailaban con el viento sin temor a quebrarse, han quedado estáticas, tan frágiles, temo una leve brisa las destruya. 

Este laberinto se construyo para proteger a esos seres tan bellos, aun así siento que el propósito fue ocultar su perdida de vitalidad. No recuerdo cuánto tiempo ya de aquello, es tan lejano que han olvidado la naturaleza de estos cristales, piensan en ellos como hermosas esculturas.

- Arandi, Lea me dijo que una vez este patio de cristal tuvo vida. Es eso verdad?

- Lo que dijo Lea es cierto. Ellos murieron hace mucho tiempo... Haref, mucho de lo que conoces, a lo largo del tiempo, ha cambiado de aspecto. Han aparecido y desaparecido muchos seres.

- Ya veo. ¡Arandi cuéntame cómo se veía este patio!

- Está bien. 

Los seres de cristal eran similares a las plantas. Caían al suelo pequeñas semillas que parecían piedritas arcoíris, cuando brotaban se volvían blancas como mármol, conforme iban creciendo tomaban varios colores, parecían la más exquisita pintura creada con la técnica de impasto. Al llegar a la madurez se volvían transparentes como jade, no, más que el jade. No podría describirlo, era una transparencia solemne contrario a la suavidad que reflejaban. Eran majestuosos... y tan cálidos. Ahora no queda ni rastro de lo que solían ser, apenas y son cristales transparentes, fríos y tristes.

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2020 ⏰

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