II

15 1 0
                                    

- Mmm... sería posible. Pero, alguien hizo que le espere más de quince minutos, mi hora de comer ya pasó.- respondo fingiendo enojo. Él se acerca con una sonrisa- Lo sé, lo siento. Te compraré un helado. Por qué no le das un abrazo a tu hermano mayor?-  y extiende sus brazos hacía mí.- No. No pienso perdonarte, ni porque me compres todo el helado del mundo.- lo rechazé mientras esquivaba su mirada y cerraba los ojos.- Arandi... Mírame.- Me dice con un tono reconfortante. - Nn... nn... si te veo pondrás un cara adorable y saldré perdiendo.- objeto mientras lo veo de reojo.- Ah, está bien. Te prometo que hoy invito yo, sin excepciones. Puedes abrir los ojos? Hay alguien que quiero que conozcas.- escucho súplica y perdida en su voz. No me gusta, él no debe estar triste- Entendido- respondí regalándole una inocente sonrisa para que sonría.-

Escucho una risa muy agradable y fresca detrás mio, al mismo tiempo una mano acarició delicadamente mi cabeza. Me tomó por sorpresa y giré por instinto para ver quien era.- Oh, perdón, no era mi intención asustarte. Es bueno saber que hay alguien que puede hacer que Frau muestre varias expresiones en ese rostro de palo que lleva, hahaha...

- Acaso no te dije 'ver y no tocar'. Shu, ensucias la preciosa cabeza de mí hermanita.- dice mientras aprieta su muñeca y la aleja. Intento hacer que se tranquilice- Está bien, solo me sorprendió un poco.- Pero en respuesta fui sofocada entre sus brazos- No, nadie toca  mí hermanita.- responde infantilmente. Intenté hacer una señal a su amigo para que lo apacigüe pero, cuando lo vi, en sus ojos había un pequeño brillo de enojo y una sonrisa que no era sonrisa se asomó mientras rechistaba- Um, no puedes alejarlos a todos de ella. Acaso vas a amenazar a quien se acerque?- Frau arqueó su ceja y seriamente dijo con un resoplido- Por qué no? Así no me preocuparía de que esté rodeada de tipos como tú. Sería mejor si desapareces de mi vista, no me gusta que estés tan cómodo cerca de ella.

- Frau, cálmate. Esa no es manera de tratar a los amigos, no eras tú quién iba a presentármelo? Más parece que quieres que se regrese por donde vino.- Me ignoraron.- No sé comó me convenciste para acompañarte, ya sabía que terminaría así. Sabes bien que es un acto reflejo, no puedes enojarte por eso, señorito Frau.- objetó decepcionado- Ya, pero debes controlarte, incomodas a las personas. Y qué es eso de señorito Frau? Acaso quieres pelea, niño bonito? V...- lo interrumpí antes de que siga con sus tonterías- Vamos, esto es vergonzoso, no hagan una escena aquí. No vuelvo a quedar contigo para ninguna otra ocasión, Frau.- Lo empujé molesta y miré directamente a sus ojos para que suene creíble.

- Ehhh, lo siento, lo siento. No te enfades, solo fue una broma. Cierto, Lea?- Se apresuró a decir avergonzado.- Cierto, cierto. No hay que molestarse por algo tan pequeño, es mas, no sé ni a qué te refieres. Qué tal....una sonrisa...- Prosiguió su amigo haciendo como si no hubiese pasado nada con un tono dulce- Esperan que me trague eso? No tengo cinco años. Pero... tal vez, sí... No, olvídenlo. Quiero regresar a casa.- Debía sacar algo de este momento incómodo que crearon -Lo que quieras, solo dilo, pero no regreses a tu casa, por favor. Te extrañé mucho, es tan poco el tiempo que puedo verte.- Se comprometió Frau y unas lagrimas se asomaban en sus ojos color cielo.- No llores, no me iré. Solo quiero que dejes de saltar por algo como esto.- no pude ser dura con él, no con esas lágrimas que advertían su salida

- Lo prometo. Pedimos algo para comer?- Suspiró con alivio mientras me dedicaba una de sus deslumbrantes sonrisas y declaraba que había perdido contra él, pero eso no se iba a quedar así. Así que...- Sí, espero que cumplas con todo lo que me prometiste, tu amigo aquí presente es testigo. No puedes echarte atrás o sufrirás las consecuencias. Ahora, nos puedes presentar debidamente y contarme qué era eso importante que no podías decirme por teléfono.

Fragancia OlvidadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora