Fragancia Olvidada

II

- Será mejor que controles lo que dices- Fulminó Lea a Frau mientras alcanzaba un pan. 

Interesante, parece que tienen algo entre manos, me gustaría sacarle información a Frau, pero cómo. Solo mira esa muralla, no creo poder traspasarla... Ahah, creo que ya sé porque lo trajo. Como quieran, no interferiré con sus planes.- Olvídenlo, no preguntaré. De todas formas no tiene nada que ver conmigo y decírmelo no es apropiado. Por cierto... Frau cómo te fue en la última misión, no me has contado nada...- pregunté inflando los cachetes.

-Mmm? Relativamente bien, ya sabes, no era nada fuera de lo común. Sólo escoltar un par de embajadores y médicos. No hubo problemas en el camino, todo tranquilo.- Respondió mientras miraba distraído al cielo.

- Oh. Pensé que fue más emocionante. Mejor así! No quiero que mi hermanito se lastime, sería muy doloroso para mí.- Algo me debió pasar para que responda restándole importancia, espero que no sea grave.- Lea, a qué te dedicas?- Cambié de tema.

- Eh, yo?!... Soy asistente de laboratorio. Llevo la supervisión de algunos experimentos, nada importante. Todavía estoy aprendiendo.- Dijo avengorzado- Escuché de Frau que estudias música, Arandi.

- Sí, es divertido. Especialmente subirse a los escenarios, se siente liberador.- Le contesté sin pensarlo.- La comida ya vine!!!- Me brillaron los ojos, tengo hambre. Pero... No me gusta como los están mirando.- Frau, dime... están saliendo y no me quieres decir porque te da vergüenza? Realmente no me importaría, todo lo contrario, yo soy feliz con un hermano mayor tan lindo como Lea.- La mesera trayendo nuestra orden casi deja caer la bandeja al escuchar lo que dije. Nadie puede codiciar tan desvergonzadamente a mis pequeños, no en mi presencia.

- A decir verdad, fui yo quien le dijo que lo mantuviese en secreto.- dijo Lea, al parecer sabe  es que lo que quería lograr. Me gusta, si nos conociéramos mejor seguramente sería cómplice de mis travesuras. Apoyó su cabeza en la palma de su mano- Me disculpo, fue impulsivo, pero tenía miedo de que no lo pudieran aceptar y, por ende, lo terminaran lastimando. Tener una hermanita como tú es gratificante, puedo estar tranquilo al saber que tiene quien lo apoye.- Terminó sonriente, hablando tan convincente que, sino fuera porque los entiendo, le creería sin importar lo que me diga la intuición. La mesera estaba un poco sonrosada y sus manos temblaban al colocar los platos sobre la mesa; al terminar se retiró casi corriendo, se notaba lo avergonzada que se sentía.

- Dejándose de bromas, a dónde vamos a pasear? Ya que me hicieron salir de la cama temprano, espero que hayan planeado algo entretenido.- Dije mientras me debatía entre comer un sándwich frío o uno caliente.

- Arandi, fuiste tu quien acordó la cita y puso la hora, no recuerdas?- Reiteró Frau acomodando la mitad del sándwich frío y la mitad del sándwich caliente en mi plato- Así no te quedas con las ganas de probar ninguno. Tu mocca.- Sonrió.