Capítulo 21

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— Antes de que nos vayamos... ¿Podemos ir a un lado, YoonGi? — los ojos de Jimin se iluminaron, me daban un mal presentimiento porque lo que yo quería hacer era en el momento, no lo haría con la misma emoción en unas horas más tarde.

— ¿A dónde? No tengo ganas de beber ahora Jimin — suspiré un tanto molesto, odio que me hagan esperar.

— Sólo acompáñame y ya — rodó sus pequeños ojos cafés y jaló mi mano para seguir caminando.

No me sentía bien, mi estómago estaba revuelto y bastante pesado, me daba mala espina lo que quería hacer Jimin.
El camino se llenó de un silencio abrumador, su mirada se encontraba en el infinito y más allá, eso me preocupaba.

Luego de varias calles y casas bastante comunes pude ubicar un poco donde estábamos. La mirada de Jimin era nerviosa y al mismo tiempo con emoción, no tengo idea de que esté planeando, y me da miedo.

— Quiero que conozcas a alguien.

Su voz estaba quebrada, quizá hasta desgastada. Sus ojos estaban cristalinos, más de lo que deberían.

Llegamos a su casa, abrió la puerta delicadamente y varias personas estaban dentro, con batas blancas y olor a hospital. Algo pasaba aquí y era muy malo.
Hizo señas para que aguardara en la sala y subió las escaleras. Ya era tarde, quizá las cinco o seis de la tarde, lo más seguro es que papá esté pensando que estoy cogiendo con el hombre de mi vida, o al menos eso debería estar haciendo.

— ¿Quién eres tú? — un pequeño niño de al menos nueve años jaló las bermudas que traía puesta. Y hasta ahora me he puesto a pensar en que, carajo, parezco vago por el olor a alcohol y vomito de Jin.

— Min YoonGi, ¿y tu? — estamos de acuerdo en que no puedo ser grosero con un niño, me hartan, pero este se ve tranquilo.

— Yeon — susurró aún mirándome a los ojos. Tenía mirada profunda y una tez blanca, su cabello era de una tonalidad café muy oscura, le faltarían los labios y un poco de color para ser un Jimin en pequeño — ¿Qué haces aquí?

Buena pregunta mocoso...

— Te pregunté algo — torció la boca molesto.

— Vine a secuestrar niños, soy un pedófilo sin control y tengo dulces en la camioneta blanca de ahí fuera.

El niño se quedó perplejo, y luego de unos segundos comenzó a reír en voz baja.

— Yo te ayudaré con la cuerda y el látigo — alzó varias veces una ceja sonriendo. Me caía bien, seguía el juego y era como un mini yo con cabello de Jimin.

¿Una fusión?...

— Veo que ya conociste a Yeon — Jimin ya estaba con nosotros, dando ligeros golpes en la cabeza del menor. Me daba gracia que Jimin se viera como un padre aconsejando a su hijo... Dándole apoyo y amándolo...

— Tu familia es bastante atrevida.

— Yeon es amigo de mamá, ¿verdad pequeño? — el queso de mis quesadillas sonrío amable, a pesar de que su estado de ánimo no era ese hace quince minutos.

— La verdad es que me mandaba por chocolates para dart...

— ¡Ay Yeon! ¡Eres tan amable por ayudar a mamá! Debería darte un vaso de agua. Anda ve a la cocina — empujó al niño a la cocina sin tener consideración de él, por su parte Yeon no dijo nada y se fue.

Dio una pequeña sonrisa y con su mano me indicó subir las escaleras. Me daba miedo lo que estaba pasando, su casa realmente parecía película de terror. Sin más llegamos a una habitación blanca, casi vacía, apenas había un jarrón con flores azules.

Su rostro tan pálido y frío, apenas se le veía un color en las mejillas. Sus cabellos perfectamente cepillados con unas cuantas flores blancas entre estos.
Se veia tan frágil, tan relajada que incluso el ruido de la casa había desaparecido por completo.

Se ve igual a ella...

– Llegué mamá... – susurró acercándose a la cama de su moribunda madre, con los ojos llorosos y la voz mas quebrada que se podía escuchar en él – ¿Puedes sentir mi mano? ¿La sientes?

Las extremidades de ella temblaban, ni tenía voz, y si así fuera se le escucharía apenas un susurro. Abrió los ojos y miró el cabello de Jimin, luego bajó a sus mejillas hundidas y sus labios carnosos.

– Cariño... – susurró ella – Sabía que vendrías...

¡¿Qué carajo puedo hacer ahora?! Nunca me prepararon para esto, mucho menos luego de lo que le pasó a ella. Necesito entrenamiento de cómo superar muertes y cómo ayudar emocionalmente en un funeral.

— Traje a alguien mamá...

En ese momento, ese jodido y perfecto momento la mirada de Jimin se posó en mí, sólo en mi humanidad y me miraba con tanta ternura que hasta las ganas de coger desaparecieron en el momento en que sus ojos se conectaron con los míos. Con su mano hizo ademán a que me incluyera en su conversación, creo saber para qué hace esto. Tomé valor y tragué saliva, mis piernas flaqueaban de una manera en la que hace muchos años no hacían, muchas emociones pasaron por mi cabeza y por mi estómago, sabría qué decir ahora...

O tal vez no...

— Es YoonGi mamá, volvió a mí... — Jimin sonrió de la manera más perfecta que puede existir en el mundo, mirando con esperanza a su madre y dejando caer algunas lágrimas. Algo dentro de mí me hace sentir como una mierda.

Suspiré hondo y miré a la señora Park, su blanca piel ya alcanzaba mi tono, y eso es estar casi muerto.

— H-hola... — ¡¿Dónde quedaron tus bolas de acero Min YoonGi?!

— Oh pequeño Min YoonGi... — suspiró — No sabes cuánto...

— No te esfuerces de más. Está bien, tómalo con calma — Jimin la interrumpió acariciando su delgada mano blanca — YoonGi viene a pedir algo mamá, deja que hable.

Sabía que era esto... Algo me decía que era esto...

— Yo...

— Sea lo que sea... Dilo con el corazón YoonGi — habló la señora muy serena, pienso que el medicamento le da unos momentos más para seguir hablando — Si en verdad amas a mi hijo... Di la verdad...

Mis ojos se abrieron y comencé a sentir picor dentro de ellos. Mis piernas ya estaban temblando, al igual que mi voz que no quería salir de donde tenía que hacerlo...

Vamos YoonGi... Haz que salga de ahí...

— Realmente no estoy preparado al cien para esto — suspiré tomando más valor del que no tenía — Y creo que está mal el no haberme cambiado de ropa para venir a verla. Mi madre se convirtió en una amiga muy hipócrita, eso usted y yo lo sabemos — cerré los ojos con fuerza — Pero ambos tenemos algo en común, y es el amor que le tenemos a Jimin. No puedo decir que mi amor por él llega hasta donde está el suyo, pero es igual de fuerte. Con esta ropa llena de vómito y alcohol, sin anillo y solo mi honesta y humilde presencia vengo a pedir la mano de Jimin.

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Holaaa💕
Este capítulo me gustó mucho, no sé, siento que el amor más honesto y sarcástico de YoonGi me enamora jaja❤️

Quiero agradecerles mucho hasta donde han leído y votado😭❤️ Son los mejores, no me cansaré de repetirlo😱

Gracias por agregar a listas de lectura y por recomendar a otros esta humilde obra YoonMin😭❤️

Sé que anhelan el Lemon, LO SIENTO EN LAS VENAS 7u7

Se vendrá, para la honey moon😂❤️

¡Nos leemos en el próximo capítulo!😍

Son bienvenidos a mis otras obras y a seguir votando, los amo❤️🙈

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