El chico de cabellos rojizos guardó silencio, sus ojos estaban bien abiertos y puedo jurar que su cuerpo temblaba un poco.
— D-deja de jugar Hyung — luego de un silencio asfixiante sacó una risita nerviosa, dentro de él quería ocultar el dolor que le había causado — H-hace frío, ¿p-puedo pasar? — sus ojos formaron una línea angosta e intentó calentar sus manos con el vapor que creaba de su boca.
Jimin pasó delante de mi dejando su aroma a durazno con sus cabellos chocando con la miniatura de nariz que me cargo. Al aire olía a él, con la vergonzosa mezcla de culpa que tenía en el momento.
— Siempre me ha gustado tu casa Hyung — decía Jimin sentándose en uno de los sillones más grandes de la sala, tratando de evadir el tema.
— Jimin — suspiré.
— Por lo menos — su voz se entrecortaba poco a poco — Deja que me prepare...
— Es lo mejor para ambos Jimin.
— ¿Qué quieres decir? — de un momento a otro la seguridad del chiquillo volvió, dejó de tartamudear y habló claro.
— Que ya no quiero estar contigo.
— ¿H-hice algo mal? Si fue por lo de Hoseok... Yo... Sentí celos... Estaba tan celoso de que alguien más te tocará o tan sólo te besara... Yo... No fue mi intención... Perdóname H-Hyung... Yo... Lo siento — las lágrimas de Jimin comenzaban a humedecer la piel fría de sus manos, esas lindas y pequeñas manos que están recargadas en sus rodillas, agachando lentamente la mirada.
— No es eso — me quedé exactamente en el mismo lugar, el marco de la puerta era el único escudo que tenía para la culpa, simplemente no puedo verlo a la cara, ver a mi bebé llorando es algo que no puedo soportar, mucho menos si el causante de sus lágrimas soy yo.
— ¿Entonces? — ésta vez volteó a ver el marco de la puerta — Por favor dime qué es — su rostro... Estaba lastimado...
— Ya te lo dije. Creo que no estás sordo.
— No — se levantó del sillón y se posó frente a mi — No estoy sordo ni mucho menos. Quiero que lo repitas. Quiero escuchar al hombre que amo decir que no me quiere a su lado.
— No quiero estar contigo — controlé las grandes ganas de llorar y de consolarlo, rasgando la piel de mis pálidas manos con fuerza detrás de mis caderas — Me das asco Jimin — me rompí. Así como un vidrio cuando mucha agua ejerce presión, terminé por romperme para decir la palabra que juré no volver a decir.
— ¿Q-qué? — sus ojos se cristalizaron mucho más mientras se abrían con sorpresa.
— ¿En serio creías que había algo entre nosotros?
— ... — Jimin sólo guardo silencio cuando su labio temblaba.
— Pues estabas equivocado. Realmente Monster tenía razón, sólo eres un niño mimado que cree que existe amor en todas las personas.
— Bien — mordió ligeramente su labio inferior — De todas formas sólo era un trato de mierda — abrió la puerta y salió a la acera.
Sólo se quedó ahí parado sin decir nada, alzando la mirada al cielo y dando una que otra lágrima cayendo. Giró su cuerpo hacia mi y sonrío.
— Te amo YoonGi... Pero no eres mío.
Jimin salió disparado hacia las otras calles, con el frío de la noche y las luces chocando con su apiñonada piel. Esa era la noche más cruel de toda mi vida. Era la noche en la que alejé por completo a la persona que más amaba en el jodido planeta, y que mostró sus verdaderos sentimientos hacia mi. La persona que he visto lo más profundo de mi, fuera física o mentalmente. Había alejado a Park Jimin de mi existencia, y no había peor cosa que superara eso.
Cerré la puerta de inmediato cayendo al suelo de rodillas, las lágrimas se apoderaron de mi formando un triste e interminable río corriendo por mis mejillas, un poco caía a mis manos recargadas en el piso mientras que otras caían a la alfombra.
Mi pecho ardía al igual que mis ojos, todo mi cuerpo temblaba y susurraba el nombre de Jimin repetidas veces.Perdóname... Pero no me quedó de otra.
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Me levanté con pocas fuerzas de la cama. La noche más fría y solitaria de mi existencia fue la pasada, y que aún con café sin azúcar y canciones sobre golpes y drogas no podía sacarme a ese mocoso de la cabeza. Sunhae habló conmigo, decía que por todo lo que amara no me apartara de ella nunca ni hiciera una estupidez, sin saber que soy el chico más problemático de la jodida existencia.
Salí sin ganas de entre las sábanas para entrar directo a la tina con agua caliente, el lugar donde pensaba las cosas a la perfección y que sentía que moría al mismo tiempo.
— Yoongi — un agitado Hoseok estaba frente a la tina tratando de recuperar aire — ¡Idiota! Creí que te había pasado algo...
— ¿Que haces aquí? — suspiré con los ojos cerrados intentando meter un poco más mi cuerpo al agua tibia.
— Vengo a verte — hizo una mueca y cerró la pequeña ventila que había en la parte superior del baño, usualmente era para dejar salir el vapor, aunque yo la tenía abierta para ver el cielo mientras tomaba el baño — Vine a cuidarte Min.
— No me voy a suicidar Jung.
— Tan sólo pensar en él te está matando.
Metí mi nariz al agua, dejando ver sólo mis ojos fuera de esta, para seguir escuchando las barbaridades que decía el chico caballo. Tenía tanta razón, en estos momentos es cuando sus clases de literatura sirven para algo.
— Mi padre compró un piano — su comentario fuera del tema hizo que me estremeciera — Dijo que cuando gustes puedes ir a tocarlo — salí del agua sentándome en la fría cerámica.
— ¿Un piano?
— Si. De esos que tienen teclas blancas y negras que hacen sonido cuando tocas cada una de ellas. Creí que lo conocías — sonrió.
— No — reí — Nunca he visto uno en mi jodida vida.
Tener a Hoseok en este momento tan duro es realmente increíble. Es como tener una pequeña luz de esperanza a no rendirme jamás, es mi Hope y eso nadie me lo quitará.
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Hola mis niños.
Aquí está el cap💓
Estoy algo sad, así que no se sorprendan si subí varios capítulos hoy😝
Los amo, muchísimas gracias por todo su apoyo, FIGHTINGG!👌🏻
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•Renta de novio•
FanficPark Jimin es un alguien demasiado atrevido y hermoso, es el chico deseado por todas las féminas de los institutos por tener grandes "sentimientos". Popular el niño y lleno de deudas. Min Yoongi es un alguien que apenas y muestra una expresión facia...