Capítulo 7

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[Yoongi]

El trato con Jimin había llegado al fin, junto con su molesta presencia en mi casa y en la escuela. Hoseok estaba muy ocupado en tratar de conquistar a Tae, y le estaba yendo muy bien, al menos ya entablaba una conversación sin la necesidad de salir corriendo al baño. Mis padres ya tenían las invitaciones de la boda, lamentablemente y a pesar de todos mis esfuerzos para no casarme terminé por ser obligado. La vida de todos iba bien menos la mía.

Me levanto de la cama temprano, no para ir a la escuela, si no para cerrar las malditas cortinas y volver a dormir, me puse los audífonos puesto que el ruido que había allí abajo era insoportable; gritos de mi madre y cosas rompiéndose por que llegaran las invitaciones a su destino.
La boda era literalmente secreto, aunque ya sabía toda la organización, mis padres no mencionaron a quiénes invitaron o que darían de comer, mucho menos que tipo de traje iba a usar.

Al no poder dormir por el escándalo y las ideas que pasaban por mi mente decidí levantarme de nuevo con dirección a la ducha, dejando mi celular en la cama y poniéndole seguro a mi puerta; ya había pasado que esa chica había entrado sin mi autorización a mi cuarto mientras me salía de bañar, no fue agradable.

Luego de terminar el baño, y no querer salir a ver el desastre de la planta baja, permanecí veinte minutos más en la tina llena de agua tibia. Todo era paz y tranquilidad hasta que el ringtone de mi celular sonó muy a lo lejos, sólo dos personas externas a mi familia tenían mi número, Jimin o Hoseok, y no podría asegurar que fuera el segundo.
Até la toalla rodeando mi cintura y salí del cuarto de baño a tratar de contestar, pero ya habían colgado; comprobé mi teoría cuando vi el nombre de Jimin en la pantalla.

¿Para qué me llamaría? Claramente le ordené que no me llamara, nuestro trato había terminado y no tenía porqué seguir hablando con él. ¿Será que necesita ayuda en algo? No Yoongi, se supone que no tienes sentimientos, eres un desalmado con cualquiera, hasta con Jimin, estás olvidando tu verdadero propósito.

Terminé de vestirme y bajé a la estancia donde no se encontraba nadie, todo el relajo que había en un inicio seguía ahí, a diferencia de que mis padres no estaban ni tampoco la chica europea. Todo estaba tirado; papeles, plumas y recortes en color plata regados por la alfombra.
Se preguntarán, ¿dónde está Sunhae?
Me abandonó con este trío de animales salvajes; no digo que este mal que se vaya de vacaciones con sus nietos, pero yo soy su hijo postizo y me abandonó teniendo el riesgo de ser violado por Jimin o ser casado, y creo que la segunda era la definitiva.

Mi celular volvió a sonar e inconscientemente saqué el aparato de inmediato de mi bolsillo izquierdo.

– Espero que me llames para algo importante enano – reí levemente sintiendo un ligero pero muy tranquilizante ardor en mi pecho.

– ¿A quién le llamas enano? – la voz de Hoseok sonó en la otra línea, dejando escuchar una risa combinada con algo de enojo, pero al mismo tiempo haciendo que la pequeña sonrisa que apareció en mi cara desapareciese.

– ¿Qué es lo que quieres? – bufé con mi voz ronca.

– Eres un grosero, al menos deberías estar agradecido de que entregué tus apuntes al profesor de Historia – murmuró regañándome por la otra línea, se escuchaba bastante ruido puesto que estaba en la escuela.

– ¿Y? – seguí con la misma actitud – ¿Que quieres que te diga?

– Un gracias estaría bien Min – sentía su pequeño berrinche con sólo escuchar su voz – Por otro lado – dijo cambiando el tono a uno más amable y emocionado – Jimin te estuvo buscando muy preocupado por saber cómo estabas-.

Su comentario había hecho que mi cuerpo se estremeciera, Jimin estaba preocupado por mi, esa era la noticia más dulce y amable de todas. ¡Yoongi! ¡Dijimos que nada de sentimientos!

•Renta de novio•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora