Capítulo 12

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[YoonGi]

Llevo quejándome del dolor en el culo desde que llegué a mi casa ayer. Si, aunque me duela aceptarlo, la cogida de Jimin estuvo hermosa, sublime, exquisita, pero por su culpa no me puedo levantar de la cama hoy.

[Nuevo mensaje]
[Jimin]

Hyuuuuuung :3
Olvide decirte que me encantó lo de ayer. Pero estuve analizando todo y me di cuenta de que... ERES UN CABRONZUELO DE MIERDA. ¡¿Quién te crees para no venir al colegio?! ¡¿Piensas reprobar?! Animal inútil, no tienes porque abandonarme con este pedazo de enano. Te odio tanto Min YoonGi💔
[10:35 am]

¿Sabes Jimin? Te puedes ir al carajo. Me duele el culo y no piensas en el daño que le hiciste a mi pobre ano ayer. Y TÚ ESTÚPIDO CABALLO SERÁ MEJOR QUE CIERRES EL HOCICO QUE TODO FUE POR TU CULPA PEDAZO DE MIERDA.
[10:41 am]

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Intenté levantarme para darme un baño y no funcionó. Mis piernas flaqueaban y hacían que cayera al suelo, maldigo con cada minuto a Park Jimin. Pronto mi celular me distrajo de maldiciones y rituales para que ese enano se muriera con el tono de llamada.

— Habla Min — giré mi cuerpo para quedar boca arriba y que no me faltara el aire al hablar. Sólo cerré mis ojos al esperar que la otra persona hablara y suspiré somnoliento.

— ¿Yoongi? ¿Cariño eres tú? — esa voz tan vieja y dulce...

¡¿Sunhae?! — mis ojos se abrieron como platos y comenzaron a llorar de felicidad. La única persona que tenía mi amor sincero estaba aún viva y llamándome. El día no puede ir mejor.

Mi niño — podía sentir la calidez de la voz de Sunhae desde la otra línea. — ¿Cómo estás pequeño Yoongi?.

— Maldita sea Sunhae — limpie las lágrimas que corrían como mares por mis mejillas — Te extraño tanto.-

— Ven y ábreme chiquillo.

Colgué la llamada y bajé corriendo las escaleras. ¿De dónde carajos saqué la fuerza para levantarme? No lo sé, pero tenía que abrazar a esa anciana con todas mis fuerzas.

Abrí el portón de madera y ahí estaba ella, con su cabello platinado y ese aroma a perfume anticuado se hizo presente en cuanto el aire chocó con ella, la inigualable Sunhae había regresado a mi vida después de casi un mes sin verla. Había llegado una de mis razones para vivir a estar conmigo de nuevo.

— ¡Sunhae! — grité y corrí a abrazarla, su hombro estaba húmedo igual que mis mejillas.

— Oww~ Tranquilo pequeño — acarició levemente con palmaditas parte de mi blanco cabello — Soy vieja y puedo caer.

— Nunca te voy a dejar caer Sunhae — hice un poco más fuerte el agarre que tenía con la anciana. En verdad no quería que se volviera a ir, la necesitaba a mi lado siempre.

Entramos a la casa y Sunhae tomó asiento en la sala mientras, con rapidez, subí su maleta a la habitación, que había limpiado cada fin de semana, y deje el equipaje en la cama. Bajé las escaleras y ella estaba ahí, tan tranquila, contagiaba paz de tan linda que se veía mi viejita.

•Renta de novio•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora