Capítulo 8

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[Jimin]

Mi mamá empeoraba con cada día que pasaba, no podía levantarse de la cama y apenas podía hablar, estaba más muerta que viva; pero por alguna razón se mantenía aquí, conmigo.

Me dolía tanto verla en ese estado tan deplorable, si ella llegara a saber que permito que un animal como Monster me golpea en el colegio de seguro la mato de un infarto. Por lo menos tengo las mejores calificaciones del aula y trato de comer un poco más de lo habitual para mantenerme "sano", supongo que no habría problema por ese lado. El verdadero problema, y que es grave incluso para mí, era Yoongi. ¿Cómo le dices a tu madre que te atrae un hombre? Lo entendería si se diera cuenta de lo excitante que llega a ser, pero es mucha información para mamá, demasiada diría yo.

Después de haber llegado tarde a clases, otra vez, y de recibir por lo menos media hora de sermones y regaños por parte del profesor, pude sentirme tranquilo a pesar de que Monster esté en el mismo salón de clases que yo. Es como si todas sus ganas de golpearme se fueran por un momento, y creo saber por qué.
Hace poco llegó un compañero nuevo con mejor reputación y calificaciones en la escuela. No puedo decir que es feo, porque no lo es; tiene muy buena altura, sus labios son ligeramente similar a los míos y sus ojos son muy lindos. Desde que llegó, el profesor dijo que él se quedaría como presidente grupal y nadie podría cambiar la norma. El chico era simpático, pero cuando era momento de ser serio era mejor que hicieras caso o podrías morir, haciendo que la banda de Monster ya no hiciera desmanes en él aula, vaya que le debo mucho.

Salí en busca de Kook para decirle que renunciaría al trabajo de "asistente", necesitaba el dinero pero no quería ganarlo de esa forma, me sentía usado.

Una vez que salgo del pasillo siento como mi cara choca con un individuo más alto que yo, suponiendo lo peor me separo rápidamente de su delgada complexión viendo al que podría ser mi golpeador.

– Fíjate por donde vas enano – rió acomodando sus ropas.

– H-Hoseok – en cuanto vi su pequeña sonrisa un suspiro de alivio salió de mi boca. Me hubiera paralizado si hubiera chocado con Monster.

– El mismo – volvió a sonreír amablemente colocando unos cuadernos en mis manos – ¿Te puedo pedir un favor ChimChim? – hizo un pequeño puchero tomando un poco de tela de mi saco y jalándolo levemente como un niño pidiendo dulces a su madre.

– Claro – acepté sin problema y sonreí.

– ¿Podrías llevarle esto a Yoongi? – su sonrisa se abrió con algo de maldad y acarició un poco mi cabello. Toda la felicidad que tenía por estar tranquilo se había esfumado como la espuma en el agua – Tengo entendido que viven cerca. Además yo no puedo ir, tengo cuestiones con la familia – guiñó él ojo levemente.

– ¿Y-yo por qué? – un ligero rubor se asomaba por mis mejillas.

– Porque creí que querías verlo.

¿Ver a Yoongi? Ni en un millón de años. Su propia existencia hacía que mi corazón se saliera de su lugar y me causaba unas ganas inmensas de querer besarlo y hacer cosas inimaginables con el paliducho. Ir a su casa era un riesgo, además, no me sentía bien, tenía que ir a cuidar a mamá. Si, tenía razón, quería verlo aunque me tratara mal, tenía ganas de verlo y hablar con él, pero no era el momento.

– Está bien – suspiré indignado – Pero me debes una Hoseok – lo miré directo a los ojos y éste sólo sonrió.

– Cuando la necesites te la pago. Muchas gracias de nuevo – dio una última risa y se dio la vuelta para seguir avanzando en su camino.

•Renta de novio•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora