Jaebum ya se encontraba en su aula, no pudo quedarse con Youngjae porque el chico tenía que buscar su horario y firmar algunos papeles. Estaba pensando en lo afortunado que era al encontrarse con alguien tan bonito, aunque estaba seguro que no iba a ser el unico en notar lo lindo que era Youngjae iba a hacer todo lo que estuviera en sus manos para llevarse toda su atención. Nunca había tenido tantas ganas de hacerse cercano a nadie, por lo general no era el mismo quien daba el primer paso con alguien. Youngjae era un chico, si, era atractivo, también, y le tenia un poco de desprecio pero era cuestión de tiempo para hacer que lo note mostrando sus mejores actitudes y encanto.
Estaba hablando con algunos amigos hasta que el profesor de literatura llegó con su fuerte voz callándolos a todos.-No solemos tener estudiantes nuevos pero hoy tendrán un nuevo compañero, recibanlo bien y trátenlo con respeto, o al menos inténtenlo- Dijo con voz fuerte pero amable el maestro abriendo la puerta para que el estudiante entrara.
Era la persona que Jaebum mas quería ver.
Su castaño se veía tan tímido y frágil en contraste a lo agrio que lo había visto la primera vez, en vez de parecer el lobo ahora era un linda ovejita.
Los silbidos y murmullos no se hicieron esperar, como supuso que pasaría, sin embargo rodó los ojos con fastidio, ninguno de ellos tendría una oportunidad, el lo había visto primero por lo tanto ya era suyo.
-Es una ternura- Escucho que decían dos chicas de atrás.
-Dios, tiene una cara de ángel, es tan lindo- Decían otras personas, quería decirles que se callaran.
-¡Basta! Dejen al muchacho presentarse- Gritó el profesor, los estudiantes ya habían comenzado a hacer revuelo por el nuevo chico, en lugar de jóvenes a punto de graduarse, eran lo mas cercano a niños de primaria, como si nunca hubiesen visto a un estudiante nuevo.
El castaño se puso en el centro e hizo una leve inclinación -Hola, mi nombre es Choi Youngjae, espero que nos llevemos bien- Dijo sonrojado el castaño por los cumplidos y silbidos que los demás soltaban, estaba tan avergonzado.
-Hey Jaebum- Lo llamó su amigo, apodado J.seph por atrás- Viste que lindo el pastelito, parece que ya todo el mundo lo quiere- Dijo mirando al castaño que se sentó justo dos asientos a su izquierda al lado de Jeon Somin, una chica con la que nadie se metía y que rara vez sonreía.
-Olvídalo, ese me lo quedo yo- Dijo confiado.
Por otro lado Youngjae estaba muy sonrojado por lo qué los demás decían, que si era muy lindo y tierno, que si les daba su número, que si quería que se juntara con ellos, él no estaba acostumbrado a recibir toda esa atención de chicas y algunos chicos, lo cual no le molestaba pero era un poco incomodo, esperaba que fuera cuestión de tiempo hasta que todo el tema muriera y lo trataran como a cualquiera y no un espécimen recién descubierto.
Se sentó al lado de una amable chica de nombre Somin, quien no dejaba de tocarle las mejillas, él se sintió muy extraño con eso.-Disculpa, no puedo evitarlo, es que pareces un bebé- Le sonrió.
-Está bien, simplemente que no estoy acostumbrado a esto- Respondió un poco intimidado por las miradas de los demás, sutilmente miro a su alrededor y varias personas hablaban mientras lo señalaban.
-Bueno, acostúmbrate, esta escuela no ha tenido un estudiante nuevo en años y mucho menos uno tan lindo como tú- Se burló la linda chica, encontraba al chico muy entretenido y amable.
Youngjae decidió de inmediato que esta chica Somin le agradaba. Dejaron de hablar y se concentraron en las clases que ya habían empezado, hizo todo en su poder para prestar atención aun cuando escuchaba personas hablando a sus espaldas, afortunadamente el ya no era el tema de conversación. Sintiendo la mirada pesada de alguien a su costado, se giró y ahí estaba Jaebum quien le guiñó un ojo cuando sus ojos se encontraron, avergonzado decidió mejor no prestarle atención y continuó con sus escuchando la explicación.
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Can We Stay? | 2jae [EDITANDO]
FanfictionDe las personas que podrían tocar la puerta de Choi Youngjae a las 11:00PM en esa noche lluviosa, Jaebum y su hijo recién nacido en brazos no eran exactamente algo que esperara.