Epílogo

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Las calles por las que transitaba no habían cambiado en lo absoluto.
Las lamparas alumbraban levemente haciendo el camino menos oscuro.
Faltaban algunas horas para llegar a mi destino y me hubiese sentido aburrido de no ser por la radio que estaba encendida y esa vocecita que no se cansaba para nada.

–...y entonces yo dije que solo me gustaba el helado de chocolate ¡pero me trajo de fresa!– Se quejó.

Reí levemente, niños.

Cuando era niño era un soñador, quería ser astronauta, cantante, arqueólogo y hasta chef. Resulta que soy CEO de una empresa y es mas aburrido de lo que parece. Al menos tengo a una persona a mi lado que hace que mi vida no sea del todo mala.

Yugyeom, para tener 4 años habla demasiado, es un niño inteligente e hiperactivo, demasiado hiperactivo.

He estado informado de absolutamente todo, Somin y J.seph están saliendo y hace una semana ocurrió el acontecimiento mas feliz de mi vida.

— Estoy harta de ti

Di las palabras por favor

— Odio este lugar

Continúa

— Quiero el divorcio

Gracias a dios.

Y la dejé ir, a pesar de ser la madre de Yugyeom el niño jamás fue demasiado cercano a ella así que no lo importo mucho y luego yo, me importaba aún menos.

– ¿Cuando vamos a llegaaaar?¡Me aburro! – Volvió a preguntar Yugyeom mientras jugaba con su figura de spiderman.

–En unas horas– Contesté y seguí conduciendo.

Desde el momento que fui libre de ese estúpido compromiso supe que tenia que hacer algo, que había estado deseando desde hace años.

Nos separábamos pero por alguna razón, llamenlo destino, suerte, almas gemelas, lo sabía, estábamos destinados a encontrarnos aunque el tiempo pase y la distancia sea grande, siempre terminábamos frente al otro.

Ahora yo debía ir por él.

El camino se me hacía mas largo de lo que esperaba, y por lo que parecía, iba a a llover.

Era una escena bastante familiar.

– Papá, ¿A donde dijiste que íbamos? – Preguntó curioso.

– Donde...alguien muy especial.

– ¿Lo conozco?

– Mas de lo que puedes recordar.

Asintió pero estoy seguro que el niño no entendió nada.

– ¿Y por qué traes una maleta?– Duermete niño, por favor, amaba a Yugyeom mas que mi vida pero estaba a punto de meterle un zapato en la boca.

– Tomáremos unas vacaciones.

Después de eso continuó en silencio mirando por la ventana, cada cuanto le echaba un vistazo y reí en voz baja cuando lo vi durmiendo con su rostro pegado en el vidrio y la boca abierta, babeaba.

Yugyeom era una caja de sorpresas, puede ser tan ruidoso como quieto, tan distraído como inteligente. Es adorable de por si y con ese corte de cabello que lo hace parecer un hongo andante lo es aún más.

En los anteriores años lo había visto crecer tanto, sus primeros pasos, primeras palabras, sus llantos, las risas, es como si cada día lo amara mas, me hacia sentir menos solo y mas feliz.

También el trabajo iba mejor, conocí mas personas pero mi corazón solo le pertenecía a una, siempre, desde el principio le había pertenecido a una.

E iría por él.

Las primeras gotas empezaron a caer y pronto se transformaron en una tormenta, estaba cerca de mi destino.

Me detuve frente a aquella casa, ahora tenía un pequeño jardín y otro color pero los mismos recuerdos aguardaban en ella.

–Hey– Lo moví con delicadeza –Campeón, llegamos– Él retiraba mis manos pero yo volvía a moverlo, finalmente terminé haciéndole cosquillas.

– ¡Ya estoy despierto!– Gritó entre risas.

Era hora.

Leí por décima vez el mismo libro, por alguna razón desconocida siempre era el que tenía a la mano, tampoco me quejaba, 11 minutos era mi libro favorito.

Por primera vez en días me sentía tranquilo, no tenía mas trabajo que hacer por el día y tenía todo un fin de semana para relajarme. Somin y su ahora novio J.seph vendrían en dos días, no podría ser mas feliz.

Iba a llover, lo sabia por la fuerza y frío de la brisa que entraba por la ventana, me apresuré a hacerlo antes de que entrara el agua.

Antes de acomodarme nuevamente en el sofá, el timbré sonó. Muy tarde y un tiempo poco adecuado para recibir visitas.
Coco ni escuchó el sonido de la puerta tocando así que me asomé por la ventana y solo podía ver una camioneta estacionada frente de mi casa.

Abrí la puerta de mi casa y mis ojos se abrieron bastante.

Jaebum y un pequeño niño de su mano, medio mojados y una maleta.

– Sabía que vendrían – Fue lo primero que dije sonriendo cálidamente.

– Hola Youngjae, ¿Nos podemos quedar?– Preguntó con esa característica sonrisa suya, miré al niño quien se encontraba sonriendo.

– Todo el tiempo que quieras, bienvenido a casa.

– Contigo siempre me he sentido en casa.







Fin




Por fin acabé esto, muchas gracias por el apoyo, aunque yo haya sido bastante impuntual para las actualizaciones prometí que iba a terminar y lo hice 😂😂
Originalmente había pensado en un final triste pero me dio cosita así que ahí tienen.

Lo estuve leyendo y hay un montón de faltas de ortografía por lo que lo estaré editando, no ahora.

Ahora que esto acabó terminaré Fault; markjae y empezaré la de 2young y jinson 😊

Gracias nuevamente y hasta la próxima, me divertí mucho escribiendo esto.💗😭🎉

Can We Stay? | 2jae [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora