14.

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-¡SI ESTO ES ES AMOR, ENTONCES EL AMOR ES FÁCIL, ES LO MAS FÁCIL DE HACER, SI ESTO ES EL AMOR, EL AMOR ME COMPLETA!-

Demonios, no eran ni las 8:00am y alguien cantaba a gritos desde la cocina, pero Somin no estaba de humor esa mañana, de hecho ninguna mañana estaba de humor y esa no sería la excepción, sobre todo si era Jaebum quien se encontraba cantando mientras hacía el desayuno.
Y eso de por si era extraño, no el hecho de que cocinara, pero si el hecho de que estuviese feliz tan temprano.
Lo ignoró y se concentró en Yugyeom quien estaba en su cuna jugando con sus dedos.
Algo estaba mal con Jaebum, últimamente estaba muy feliz, no es que fuese algo malo, bueno, un poco pero estaba segura de que Youngjae tendría algo que ver en ello y la idea de ellos volviendo a estar juntos no le agradaba ni un poco.
Youngjae era otra historia.
Aun trataba de superar a Mark y el hecho de que había terminado con él y que estaba saliendo con un atractivo -aunque muy bajito- chico que resultaba ser el líder de el grupo de entrenamiento en esgrima de Hong Kong.

-¡Puedes callarte la maldita boca!- Gritó fingiendo estar enojada, no estaba contenta con la situación porque aún estaba firme con su idea de mantener a Jaebum y Youngjae lejos del otro.
Somin tomó a Yugyeom en sus brazos y le sonrió dulcemente.

-No entiendo de donde sacaste lo lindo si tu papá es un ogro y estoy segura que tu mamá es una bruja- Al parecer no lo dijo lo suficientemente bajó porque Jaebum había dejado de cantar y la miró mal.
Le extendió el plato con el desayuno aún mirándola mal, pero rápidamente se deshizo de aquello.

Luego de haber pasado la noche con Youngjae -que había sido una semana antes- se sentía mas fresco, mas feliz y si era posible mas joven.
Parecía que se enamoraba cada día de él y no estaba dispuesto a detenerse, ya no le importaba lo que Somin pensara, él arriesgaría todo.
Youngjae poco a poco se estaba abriendo a él y no podría permitirse joderla como cuando era un estupido adolescente, sabia que si eso pasaba, adiós todo, y sus oportunidades con Youngjae desaparecerían para siempre.

-Gracias- Dijo Somin de mala gana, el mal humor no se le iría sino hasta dentro de dos horas, al único a quien no le dirigía una mirada de odio era al pequeño Yugyeom.

-Buenos días- Youngjae, un rayo de sol como siempre entró a la cocina con una sonrisa y tuve el impulso de besarlo pero Somin estaba ahí y me asesinaría, en su lugar le lancé una sonrisa la cual me devolvió de inmediato.

Somin observaba la escena con sospecha, esos dos tontos eran tan obvios y también sabía que muy pronto todas sus excusas para mantenerlos alejados se acabarían, pero eso no quería decir que se la dejaría tan fácil a Jaebum, por supuesto que no.

-Aquí tienes- Aún con una sonrisa encantadora le pasó una taza de café a Youngjae el cual bostezó adorablemente.

El silencio no era para nada incómodo, solo comían entre los tres y se lanzaban miradas, habían muchas cosas para decir pero ninguno se atrevía, bueno...

-Ustedes... ¿No estarán saliendo, verdad?- Jaebum y Youngjae se ahogaron en su café, qué demonios con Somin y sus preguntas inoportunas e indiscretas.

Ambos chicos se miraron sonrojados deseando que la tierra se los tragase, saliendo no, se besaban y tuvieron un encuentro bastante cercano, muy cercano pero no eran nada y eran muy tímidos para dar el siguiente paso, o mas bien, tenían miedo de arruinar lo que fuera que tenían.
Se gustaban, si, pero Youngjae tenía miedo de ser lastimado y Jaebum de lastimarlo, quien no arriesga no gana, pensó.

-¿Y qué sí si?- La miró casi desafiándola.

La tensión era palpable, Youngjae miraba como su mejor amiga casi hermana y su...amigo se amenazaban con la mirada.
Luego de aquella noche con Jaebum se había sentido confundido, algo abrumado pero no arrepentido. Cabía la posibilidad de que Jaebum le gustara, quizá.
Pero aun amaba a Mark y sería muy difícil de olvidarlo, sin embargo lo estaba intentando y progresando lentamente. A eso se le sumaba el miedo de que pasará lo de hace siete años, Jaebum lastimándolo de nuevo, había tratado de convencerse de que ya había olvidado eso pero en el fondo de si mismo le asustaba caer por él y también que en algún momento Jaebum diría que ya se tendría que ir, se estaba aferrando demasiado no solo a Jaebum sino también a Yugyeom.

-Cuida tus palabras Im, no creas que no sé lo que tratas de hacer- Somin era otro gran muro, amaba a Somin mas que a su vida pero era demasiado sobre protectora, puede que haya perdonado a Jaebum pero eso no quería decir que lo quería en la vida de Youngjae de forma romántica. Tendría que hablar con ella porque realmente dentro de él creía que podría funcionar aquello que ambos querían intentar. Ya eran adultos responsables, mentes mas claras e ideas mas concretas.

Somin tomó a Yugyeom en su coche y se fue de la casa, dejando a su orgullo de lado le pidió permiso al mayor para llevar al bebé de paseo y presentarlo como su ahijado a sus amigas.

La casa se sentía silenciosa, salvo por ambos hombres besándose apasionadamente en la cocina. Es como si estuviesen tratando de compensar todo el tiempo que no habían estado juntos. De alguna forma pasaron a la habitación de Youngjae y seguían con sus besos en la cama. No eran como esos adolescentes hormonales tratando de satisfacer necesidades, eso era puro deseo y algo mas.
Al momento de ser uno solo las palabras no se necesitaron porque los gestos hablaban, los gemidos llenaban la habitación y el sonido obseno de piel contra piel resonaba.
Ambos ahogados en un éxtasis y un momento que no querían que terminara. No sabían cuando podrían tener otro momento a solas.

-Youngjae, tengo que decirte algo- Habló Jaebum luego de minutos de silencio tratando de controlar sus ruidosas respiraciones.

El menor se abrazo al pecho del otro besándolo ahí indicando que tenía toda su atención.

-Quiero que...quiero que hagamos esto funcionar- Dijo con toda la seguridad que pudo, aunque por dentro era un mar de nervios y no ayudaba que Youngjae lo mirara de esa manera, con esos ojos brillantes llenos de dudas.

-Y-yo...- Le gustaba Jaebum, eso lo tenía claro y quería estar con el, arriesgarse porque creía que valía la pena pero sus palabras se quedaron atoradas en su garganta. Antes de poder responder el celular de Jaebum empezó a sonar.
Con un gruñido abandonó la comodidad de la cama y el calor del cuerpo de Youngjae para contestar.

-¿Si?

-J-jaebum soy yo, tenemos que hablar, necesito verte.

-¿Quien habla?- Preguntó confundido al no reconocer la voz, se le hacia familiar pero la recepción no era muy buena.

-Soy Soyoung.

**

-Hey Somin, creía que no vendrias- Wendy se acercaba con una sonrisa y una bolsa en su mano, tras ella venían Jimin y Mina.

Las tres chicas miraban amorosamente al bebé y hacían caras graciosas, las había encantado completamente y él gustoso recibía la atención.

-Si, es mi ahijado- Somin dijo con orgullo disfrutando la mirada de envidia de sus amigas.

-Si yo hubiese llegado primero seria mi ahijado, yo puedo ser mejor madrina.

-Yo soy mejor.

-No, yo soy la mejor.

-Eh...chicas ¿Les molesta si mi primo nos acompaña un rato? Acaba de llegar a la cuidad y no conoce mucho- Dijo Wendy.

Todas asintieron restándole importancia.

Se dedicaron a mimar a Yugyeom hasta que el sonido de un auto estacionándose cerca las distrajo.
A diferencia de sus amigas que miraban al guapo chico, Somin palideció.

-Señoritas, este es mi primo, limpien sus babas- Presentó Wendy al joven.

-Soy J.seph.












Sup, disculpen, he estado ocupada con todo de la U, muchas gracias por seguir leyendo esto.

El final está cerca. yeees! Trataré de terminarlo tan pronto como pueda porque tengo otras cosas que quiero publicar.

Amo todo Youngjae-centric

tengo otra 2jae y una jackjae pero vamos por partes así que después de esto continuo fault y make this feel like home son como one shots de jjparents y el resto de niños 💕💕

Nuevamente gracias por ser pacientes.

Can We Stay? | 2jae [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora