Tras aceptar ayudar a su pequeña hermana Deborah sonrió satisfecha, pero de pronto se sentía tan débil que no podía mantenerse de pie y mantener los ojos abiertos.
—No me siento muy bien.
—Tu cuerpo está débil, debes descansar.
Dijo Patch mientras la cargaba en brazos y subía las escaleras de la casa con Nora detrás de ellos.
—¿Descansar? ¿A caso éste cuerpo lo requiere?
—En efecto.
Cerró los ojos derrotada y pronto se quedó profundamente dormida. Patch la recostó en la cama de Nora y la tapó con las sábanas. Se cruzó de brazos y absorto en sus pensamientos nunca se percató de la presencia de Nora hasta que ésta habló y lo sobresaltó.
—Pensé que no volvería a ver eso jamás en mi vida.
Él se dio media vuelta y le sonrió mientras la atraía a sus brazos. Le besó la cabeza y ella clavó su cara en su pecho.
—¿Devilcraft?—suspira—. Yo tampoco.
—Sólo espero a que esto no traiga problemas.
—No lo sabremos hasta que lo averigüemos, Ángel.
Ella se separó para mirarlo a los ojos, sonrió e hizo una mueca de incomodidad.
—Algo me dice que habrá mucho más que problemas.
—A mí también me parece.
Le sonríe de vuelta. Esa sonrisa ladeada que la incita a lanzarse sobre él. Como si le hubiera leído la mente Patch la acercó y le estampó un beso en los labios lentamente. Luego el ritmo se aceleró hasta que estuvieron a bocanadas. Patch la subió en sus brazos y la sacó del cuarto dónde Deborah dormía. La llevó al dormitorio de su madre que se encontraba vacía, desvistiéndola por cada beso que le daba. La recostó en la cama hasta que estuvo completamente desnuda y la contempló por un momento. Una vez que él también estaba de la misma manera le hizo el amor lenta y apasionadamente.
Al día siguiente Deborah se despertó por el sonido de algo en la cocina que la puso en estado de alerta. Se tocó el cabello, estaba tan enmarañado, y ella olía tan mal que no podía dejar de fruncir el entrecejo. Pero dejó de lado todo eso y tomó valor para bajar de la cama y bajar hasta la cocina dónde escuchaba varias voces. Mientras pasaba por el pasillo para bajar por las escaleras logró escuchar el sonido de agua cayendo en la puerta a su derecha. Un momento después solo hubo silencio. Curiosa, tomó el picaporte y lo hizo girar sin hacer el menor ruido posible. Cuando entró las orejas le ardieron y sintió que se ponía roja como un tomate. Su hermano mayor salía de la ducha vistiendo sólo una toalla blanca amarrada por la cintura, el pelo se le apegaba a la frente. Se quedó paralizada y sonrió reaccionando se dio la media vuelta y salió de la habitación cerrándola con fuerza mientras se dejaba caer de sentón en el suelo muriéndose de vergüenza.
—¡L-Lo siento!—tartamudeó.
Escuchó el bufido burlón detrás de la puerta.
—No te agobies.
Responde soltando una risa débil.
Deborah se puso de pie y caminó bajando hasta la planta inferior tratando de calmar su pulso. Alguien en la cocina estaba cocinando, supuso que era Nora por su cabello rojizo. Y dos personas más conversaban sentadas en la mesa. Por el cabello largo y rubio supo de inmediato que era Vee Sky. Pero… ¿quién era ése chico mucho más alto que ella? Inhaló y se acercó lentamente. Tomó asiento enfrente de ellos dos y lo visualizó mejor. Un hombre de hermosos ojos avellana, un cabello rubio y una sonrisa que aniquilaría a cualquier mujer. Traía puesta una camisa verde esmeralda, unos jeans ajustados de color azul y un par de Converse negros. Dio un sorbo de una taza blanca.
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Lazos perdidos (Hush Hush FANFIC)
Hayran KurguElla no tenía en mente agregar ser despojada de sus alas después de cumplir con todo su plan. Miró a su hermana por última vez. La persona que había permitido el despojo de ésta convirtiéndola así en un ángel caído más del montón. Pero antes de ser...