La incursión

9 1 0
                                    

Aprovecharon la ocasión de estar reunidos en la comandancia y repasaron lo planificado, aunque Hall se notaba lleno de dudas confiaba en el equipo, desde la oficina llamaron a Andrea de la DEA y en cuestión de quince minutos se presentó en la comandancia acompañada de dos agentes, con quienes volvieron a repasar la logística, la incursión estaría a cargo de la DEA y el equipo élite, como habían quedado el equipo de Kolher estará trabajando en el perímetro y se apostarán dos francotiradores cubriendo el perímetro. Andrea recalcó la necesidad de usar chalecos, en usual el intercambio de disparos en estas incursiones. Vía telefónica Michael confirmó el apoyo de la guardia costera, con la guardia costera se asignará un agente de la DEA. Quedó claro que tanto la unidad élite como la DEA usarán armas largas, fusiles ligeros en la operación, la misma se ejecutará bajo cualquier circunstancia, Andrea destacó la necesidad de plantar desde tempranas horas un agente de manera discreta frente a la empaquetadora, que deberá mantener al equipo informado en todo momento y así alertar alguna actividad sospechosa o fuera de lo planeado.  Hall quedó en apostarse dos horas antes en una zona aledaña frente al portón principal, establecieron la frecuencia que usarán y quedaron en sintonizarla todas las unidades, la misma estará codificada. Ashbil aprovechó de dotar a Hall de un radio transmisor portátil, bastante pequeño con auricular, pero primero lo mandó a programar para que tome la frecuencia, el mismo tiene batería de larga duración.

Al culminar la reunión Hall se quedó un rato conversando con Andrea mientras caminaban de salida de la comandancia - Hall, sé que tienes amplia experiencia en manejo de situaciones críticas, sin embargo, en estas operaciones antidrogas quiero que tengas más prudencia, uno no sabe con qué toparse en estos intercambios, nos hemos encontrado carteles y bandas con armamento de muy alta potencia.- Le dijo Andrea mientras se detiene y lo mira.

- Descuida, prometo tener prudencia, he participado en unos cinco casos, el que nos tomó por sorpresa fue en el ejército, afortunadamente estábamos equipados, sin embargo, hoy estoy confiado, cuento contigo.- Le dijo Hall cerrando la frase con una sonrisa y tocando su codo en señal de confianza.

Siguieron la salida - Me mantienes informada? en cosa de minutos tendré un portátil sintonizado en la frecuencia que establecimos, Ashbil te dará uno, si no me ubicas por teléfono, estaré por la radio frecuencia, de acuerdo?.- Se despidió con un abrazo corto y alcanzó a los dos agentes que le acompañaban.

Hall esperó a Ashbil parado en la puerta mientras encendió un cigarrillo, se dio cuenta que estaba dejando que el vicio reapareciera, le preocupó un poco pero dejó que fluyera, estaba tenso, necesitaba relajarse un poco, Michael lo alcanzó y le estrechó la mano - Hermano, quedamos entonces esta noche, estaré allí.- Llevaba en el brazo un chaleco antibalas que le había dado Kolher.  Se retiraba ya - Oye Michael!- Le llamó Hall luego de retirarse el cigarrillo de la boca, mirándolo - No vayas de deslucir, trata de traer un arma efectiva, menos llamativa como esa Desert que tienes.- Le terminó de decir mientras sonreía, se refería a una Desert Eagle .50 cromada que tiene Michael que adquirió en una subasta y de la que se vanagloria ocasionalmente, Hall siempre le ha dicho que es un arma de excéntricos y que aunque el poder de fuego es devartador, la posibilidad de pegar efectivamente con ella son menores, es para manos de gigantes, le dice continuamente que es como disparar una escopeta Benelli con una sola mano, atesta el primero pero le deja desorientado del blanco para un segundo disparo. Michael se sonreía, sabía la clase de broma que le jugaba - Descuida, si no los mato del balazo por lo menos los encandilo un poco al sacar esa muleta brillante.- Siguió caminando mientras Hall lo seguía con la mirada, hasta que Ashbil salió de la comandancia y alcanzó a Hall.

- Apaga eso hombre, ahora quieres volver a parecer una locomotora? Pensé que habías dejado eso en el ejército.- Le dijo mientras Hall lo sacó de su boca, observó que le quedaba un poco menos de la mitad, pareció pensarlo un poco y lo dejó caer al suelo para pisarlo. - Traquilo, tienes razón, que me tienes?-

La emboscada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora