Mi madre ||KarmaGisa||

Capítulo 1

—Buenos días Tami.

Saori —La amiga psicóloga de Tami— la había llamado para decirle su conclusión sobre el extraño comportamiento de Karma y en este momento Tami se encontraba en su consultorio.

—Buenos días Saori —tomó asiento frente a su escritorio.

—Bien, creo saber lo que tiene tu hijo —Al escuchar eso, Tami posó toda su atención en la castaña.

—¿Qué es?

Aclaró su garganta y tomo algo de aire para responder:—. Tu hijo está enamorado, significa que es homosexual.

En ese momento
los ojos verdes de la mujer se abrieron como platos.

—¡Karma no puede ser homosexual! —gritó con el ceño fruncido—. ¡Estás loca al pensar eso! —Se levantó de la silla aún gritando y apoyando sus manos en el escritorio.

—Tami, te hablo en serio, si no me crees te daré un consejo para que lo sepas por tu cuenta —trató de calmarla y hacerla creer. Tami tomó asiento nuevamente y respiró hondo para calmarse.

—¿Cómo puedo saberlo?

—Mira, hazle estas preguntas
—sacó una hoja del cajón del escritorio y se la dio a la pelirroja. Esta con una faceta seria la recibió, leyó una parte de lo escrito y le dio una mirada fría a Saori.

—Tami, aunque no quieras aceptar la verdad, no tienes que enojarte conmigo.

—Lo siento —Se disculpó. Reconoció que se estaba comportando mal con su amiga, ella solo trataba de ayudarla y  solo le pagaba de tal manera—. Es que no quiero creer que mi hijo es homosexual —confesó, ganándose una sonrisa por parte de la contraria.

—Tami, no te alteres. Aún no estamos cien por ciento seguras de que sea verdad —La castaña le brindó una mirada de comprensión y ella la devolvió con una sonrisa.

—Muchas gracias Saori.

•••

Tami se encontraba en su habitación leyendo una vez mas aquella hoja que le entregó Saori.
Escucho la puerta de la entrada siendo abierta, seguramente Karma había llegado. Salió para recibir a su hijo.

—Buenas tardes Karma —El pelirrojo dejó su bolso en uno de los sofás.

—Buenas tardes mamá —Se sentó en el sofá haciendo una pose vaga.

—Por favor, sube a cambiarte. Necesito hablar de algo serio contigo —notó que la voz de su madre sonó bastante amenazante, una señal de que algo malo pasaba con ella.

Acató a lo ordenado por su progenitora, mientras ella tomaba asiento en uno de los sillones pensando en las palabras correctas para comenzar. ¿Sería bueno ir directo al punto? No, seguramente él se asustaría y evadiría la verdad, así que sería mejor empezar con lo que aconsejó Saori.

Unos minutos después Karma ya se encontraba en la primera planta con una ropa normal.

—¿De qué quieres hablar? —Se sentó al frente de ella y tomando con nada de importancia el tema.
—Quiero hacerte unas preguntas.

—Hazlas.

Aclaró su garganta y tomo la hoja en sus manos.

—»¿Para que esa hoja? «—Se preguntó mentalmente el pelirrojo.

—¿Qué piensas sobre la homosexualidad?
—preguntó  con cierto tono de curiosidad.

—¿Por qué la pregunta?

—Solo responde, no pierdes nada con eso —Ahora no le quedaba de otra.

—Bien, pues... no estoy  en contra, ni a favor de ella —No podría dar su verdadera opinión, si lo hiciera se ganaría algo muy horrible.

—Hmm —analizó la respuesta no muy confiada—. ¿Estás seguro?

—Sí, ¿Por qué?

—Curiosidad, solo curiosidad.

—¿Ya me puedo ir? —Se empezaba a aburrir.

¿Por qué ese interrogarío? ¿Acaso estaba sospechando?

—No —Vaya, hasta podría jurar que su voz daba miedo.

—Aghh —Se quejó—. Crees que soy homosexual ¿cierto? —sacó aquella conclusión y la pelirroja se sentía frustrada.

Maldijo por lo bajo. Tal vez no debió empezar a preguntar tan directamente.

—N-No —Tami negó nerviosa.

—Ajá —Se levantó y se acercó a ella—. Dejame ver esa hoja —trató de quitársela, pero la pelirroja la escondió.

—¡No! —Le gritó levantándose también.

—¿Por qué no? No puedes interrogarme sin explicaciones.
—Genial, su plan de interrogatorio no salió cómo esperaba.

—¡Solo vete a tu cuarto! —Había perdido.

—Pero... —fue interrumpido.

—¡Solo vete!

—Bien, no sé porqué te enojas si no hice nada —soltó en tono frío y subió hacia su habitación.

Se sentó enojada sobre el sofá y arrugó la hoja entre su mano. Tomó su teléfono para llamar a Saori.

—¿Bueno? —contestó la castaña al otro lado de la línea.

—Saori, el plan no funcionó
—terminó explicándole todo y no les quedo más opción que cambiar todo lo planeado.

—¿Mañana tienes que ir a trabajar? —Le pregunto la castaña.

—Sí, a partir de mañana en toda la semana.

—Tómate unos días, casi siempre trabajas. Dá más tiempo para tu hijo y birndale más confianza para que él te confiese sus secretos —aconsejó. Tami suspiró pesadamente.

—Bien, muchas gracias Saori.

•••

Por otro lado Karma se encontraba recostado sobre su cama pensando en lo recién ocurrido con su madre.

¿Habrá descubierto que es homosexual?

Miedo, eso era lo que sentía. Miedo de que su madre supiera todo, miedo de que por su culpa pudiera separarlo de Nagisa y miedo de que ella no lo aceptara tal y como es.