Capitulo 9

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—Toma asiento Tami. Necesitamos hablar —Le indicó la castaña señalando la silla frente a su escritorio.

Luego de la consulta con Karma, Saori le explicaría a Tami lo sucedido en esa sesión hasta tener la consulta con ella y en este momento la estaba teniendo.
—Ahora explícame, ¿qué hablaste con Karma?

—Tami, antes de explicártelo quiero decirte que estás siendo poco comprensiva con él —Se ganó una mirada confusa por parte de la pelirroja—. No lo trates como si estuviera enfermo, en estos casos debes darle de tu amor maternal y mas si quieres que el "cambie" —hizo comillas con sus dedos.

—¿Qué quieres decir? —preguntó ofendida—. Solo estoy haciendo lo correcto. Esa es la realidad, mi hijo está enfermo.
—No Tami, él no está enfermo, está enamorado —corrigió. Tami fruncio su ceño molesta ¿por qué su propia amiga estaba en su contra?

—Saori —respiró profundo para calmarse—. Eres una psicóloga ¿no? —la castaña asintió seria—.
Por Dios Saori, eres una profesional ¿cómo no puedes arreglar esto? ¿cómo es que no lo entiendes?

—Tami, yo sí lo entiendo
—suspiro—, sé que la homosexualidad puede estar mal, pero tu hijo realmente está enamorado —La miró fríamente—. Tú eres quien no entiende, no entiendes a Karma, lo tratas como enfermo y te parece bien, te parece mal que él  sea así, pero te parece bien lastimarlo.

—¡Yo no lo estoy lastimando!

—Por favor no grites, tratemos esto con calma —trató de hacerla razonar. Tami empezaba a alterarse y eso no sería bueno en esta situación—. ¿Y por qué crees que no lo estás lastimando? Por un momento colócate en sus zapatos —sugirió—. Imagina si tu madre te llama enferma, te aleja de quien amas y no le importas ¿cómo te sientes con eso?

—Entiendo que mi madre haría eso por mi bien.

—Agh, Tami —estaba algo frustrada. Habría un largo proceso para hacerla entender—. Tu madre siempre ha sido así ¿no? —La pelirroja asintió—. Me habías dicho que ella escogía todo por ti, ya veo por que eres igual con tu hijo —susurró lo último.

—No entiendo qué tiene que ver —murmuró perdiendo su verde mirada en una de las paredes blancas del consultorio.

Actuaba con orgullo. Sentía que ganaría en algo tal y como eso.

—¿Alguna vez le preguntaste cómo se sentía con todo esto?

La respuesta era obvia. Pero Saori no la sabía o al menos ya tenía una idea clara en su mente.

—¿Sentir? No importan los sentimiento en esto —aclaró—. Lo que importa es hacer lo correcto.

—¿Y tú  lo estás haciendo?

—Claro que sí —Una sonrisa segura se formó en su rostro.

—Bien. Por ahora dejemos esta sección hasta aquí —decidió—. Ven mañana con Karma, necesito que sepas como se siente tu hijo.

Tami se levantó y le dedicó una última mirada a Saori quien se encontraba escribiendo algunas cosas en su laptop. La pelirroja salió del consultorio para dirigirse a su hogar.

•••

—Buenas tardes, Saori —saludó seria Tami mientras ingresaba al consultorio de la nombrada junto a su hijo.

—Buenas tardes, Saori —saludó igualmente Karma.

Habían dejado las formalidades.

—Buenas tardes. Tomen asiento —ofreció. Ambos acataron la orden—. Bien, comencemos —indicó la psicóloga acomodándose mejor en su lugar—. Tami ¿cómo crees que siente tu hijo con todo esto?

La pelirroja rió.

—Es obvio que él acepta que es por su bien.

—Tami, no lo entiendes —concluyó Saori.

—Sí Tami. No me entiendes en lo absoluto —concordó Karma serio. Llamó a su madre por su nombre, una señal más de que la relación entre ambos estaba deteriorándose.

—Bien, ahora Karma dinos a ambas como te sientes —pidió Saori con una sonrisa en su rostro.

Si no cambiaba el tema puede que haya una guerra entre ambos.

—Es horrible. En algunos momentos quisiera que Tami muriera —respondió sin importarle lo que su madre pensara.

Saori analizó cada una de sus palabras para proseguir.

—Me di cuenta de algo —concluyó la psicóloga—. Ambos tienen la culpa de esta situación.

Los dos Akabane la miraron sorprendidos. En cierta manera Karma se sintió, traicionado.

—¿Por qué se tienen odio? —preguntó la castaña. Ambos bajaron sus miradas—. Ninguno está comprendiendo al otro, en especial tú, Tami.

—Saori, le tengo odio a mi madre por todo lo que hace. Deberías entenderlo —exigió molesto Karma.

—Pero esa no es razón para odiarla, todos cometemos errores.

—»¿Significa qué lo que estoy haciendo es un error? «—se preguntó mentalmente la pelirroja.

—No es fácil Saori —confesó el pelirrojo—. Lo he intentado.

—Bueno, creo que eso tiene que ver con tu personalidad —concluyó Saori. Karma rió.

—¿Entonces yo soy la mala? —preguntó Tami tratando de no sonar tan enojada.

—No, yo no quise decir eso —aclaró la psicóloga.

—Bueno, vámonos Karma —ordenó tomándolo fuertemente del brazo y arrastrándolo hacia la puerta—. Saori, olvídate de nuestra amistad. Le diré a tu jefe que no sirves de nada —le dijo enojada mientras se iba con Karma dando un portazo.

—¿Qué hice mal? —susurró a la nada la castaña. Ella solo quería lo mejor para Karma, pero no pensó en Tami.

Mi madre ||KarmaGisa|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora