Mi madre ||KarmaGisa||

Prólogo

Ambos adolescentes se encontraban teniendo una agradable cita en el parque, hasta que cierto peli-celeste quiso mencionar sobre un tema especial:

-¿Cuando conoceré a tu madre? -Le preguntó al pelirrojo recostándose en su hombro y haciéndolo tensar por la pregunta.

-¿Por qué quieres conocerla?- Estaba tratando de calmarse.

-Es que tú ya conoces a la mía y yo quiero conocer a la tuya -Sería lo más obvio-.¿Hay algún problemas con eso? -Su tono mostraba inocencia.

Karma suspiro rendido, lo amaba y debía decirle la verdad-.Nagisa -El nombrado posó toda su atención en el-, es que... mi mama es muy homofóbica -Nagisa se acomodó mejor y observó fijamente sus ojos cobre-. Lo siento, si quieres conocerla deberíamos hacernos pasar solo como amigos y nada más.

Bajó la cabeza, realmente quería conocer a la madre de su novio, pero ese detalle era desconocido para él y sabía que Karma para nada quería poner su relación en riesgo de esa manera, pero... ¿Cómo harían en un futuro?

-Está bien, no importa -fingió una sonrisa.

-Espero que algún día ella pueda cambiar de opinión y así tu puedas conocerla de una mejor manera -¿Y qué tal si eso nunca pasaba? No es que Nagisa fuera negativo, pero es una posibilidad.

-No quiero esperar, quiero conocerla, me haré pasar por tu amigo y nada más -insistió. Realmente quería conocer a aquella mujer y saber si podría hacer algo para cambiar su forma de pensar.

-¿Estás seguro?

-Sí, actuaré lo más natural posible -había ternura en su mirada- . Te lo prometo.

-Bien -Le brindo una sonrisa.

•••

-Ya llegué -anunció un pelirrojo entrando a la vivienda siendo seguido por un peli-celeste.

-Con permiso -mencionó Nagisa. Ambos se adentraron allí.

- Ya vuelvo, si quieres sientate -Le ofreció y así hizo.

Karma entró por un pasillo en busca de su madre mientras Nagisa tomaba asiento en esa tan decorada sala.

¿Cómo sería aquella mujer?
¿Sería tan malo conocerla?
¿Le agradaría?

Entre mas preguntas pasaron algunos segundos y Karma hizo aparición junto con una mujer bastante alta de cabellos rojizos y ojos verdes. Se sentó en un sofá ubicado frente al peli-celeste y Karma se sentó al lado de Nagisa.

-Mamá -La nombrada presto atención a su hijo -. El es Nagisa Shiota, mi mejor amigo -mentir era por el bien de ambos.

-Mucho gusto señora Akabane
-hizo una pequeña reverencia.

-Mucho gusto Nagisa-kun y puedes llamarme Tami -parecía una mujer bastante agradable a los ojos de Nagisa.

-De acuerdo Tami-san.

-Karma me ha hablado bastante sobre ti -Nagisa se sonrojó un poco-. ¿Han sido amigos desde hace años, verdad? -Para ella solo serían amigos, le dolía la idea.

-Sí, así es.

-Pues es todo un gusto poder conocerte finalmente.

-Lo mismo digo.

-Bueno, si me disculpan tengo cosas que atender, así que los dejo solos -Se levantó del sofá y partió a una de las habitaciones del pasillo.

Nagisa suspiró dejando salir todos sus nervios y miedos en él.

-Tu madre es muy agradable -halagó.

-Sí, es verdad, pero odio eso de ella.

-Yo también, ojalá pueda cambiar -Esa esperanza no se perdía tan fácilmente.

Una pelirroja escuchaba desde la puerta de su habitación aquella conversación -la cual no estaba tan alejada de la sala-. ¿Qué es lo que odian de ella?

Y ha notado un comportamiento extraño en su hijo. Cómo que: se sonroja al mencionar el nombre de ese peli-celeste y un brillo indescriptible aparece en sus ojos. A su parecer eso no es normal y además habla de él como cuando una chica habla de la persona que le gusta o viceversa.

Tiene una amiga psicóloga y le ha comentado sobre esto y ella sacó una conclusión, la cual no se la ha dicho aún a Tami.